Celebramos al príncipe de los escándalos, con sus 5 chismes más sonados.

 

Nada está comprobado, como en todo lo que se murmura con respecto a la realeza. Pasar por toda la protección y bloqueo que tienen, además del gran blindaje que tienen bajo el palacio y escudos reales, mantiene sus imágenes incuestionables. Después de todo, hay un príncipe que no ha logrado sostener un bajo perfil, es el heredero al trono de Reino Unido, Carlos de Gales, amado y odiado por igual.

 

¿Qué mejor forma de celebrar el cumpleaños del príncipe que más has dado de qué hablar de toda la realeza europea? Aquí están los cinco rumores más sonados de su vida, hoy que cumple 68 años. A su nacimiento fue reconocido como Su Alteza Real el príncipe Carlos de Edimburgo, un tratamiento especial que recibieron los hijos de la princesa heredera, y que dispuso entonces el rey Jorge VI, a través de una patente real el 22 de octubre de 1948.

 

Cuando su madre asciende al trono, recibió el título de Su Alteza Real el duque de Cornualles, como disposición para el hijo de la reina. También se convirtió, para la nobleza escocesa, en duque de Rothesay, conde de Carrick y barón de Renfrew, señor de las Islas. En 1958 le otorgaron el título de Príncipe de Gales. Militarmente, Carlos ostenta el rango de mariscal de campo del Ejército británico, almirante de la flota de la Royal Navy y mariscal de la Royal Air Force.

 

Como representante de la familia real, siempre se ha mantenido activo ante las distintas obligaciones sociales que tiene, por lo que es miembro de varios organizaciones británicas e internacionales humanitarias o ecológicas, pues desde el 2011 forma parte del Fondo Mundial para la Naturaleza, mostrando mucho interés por la conservación del medio ambiente. Además, que aboga por la buena alimentación y la arquitectura.

 

En cuanto a los “escándalos”, aunque algunos podrán ser ciertos -su amor con Camilla-, pero otros no son más que chismes mal intencionados que han sobrevivido en el tiempo, como la paternidad del príncipe Harry. Todo está en el que cristal con el que se quiera mirar.


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