El d�a que los Condes de Barcelona casaron a su hija Pilar, respiraron tranquilos. Con la boda de su primog�nita con Luis G�mez-Acebo daban por cerrada la etapa de emparentar con buenas familias. No lo hab�an hecho mal: Juanito se hab�a casado con Sof�a de Grecia y pese a las reticencias iniciales, hab�an visto que el vizconde de la Torre quer�a a su hija. Adem�s, la Infanta Margarita estaba feliz al lado de sus padres, por lo que no se iban a enfrentar a la soledad total que llega a muchos matrimonios cuando los hijos crecen. Margarita era ciega, as� que nadie se preocup� por casarla, asumiendo que una discapacidad hac�a imposible su salida de casa. Pero la ceguera que ten�a desde que naci� nunca fue un impedimento para la hija peque�a de los Barcelona, que era puericultora y en aquellos d�as sola en Estoril se formaba como fisioterapeuta. La tranquilidad estaba instalada en Villa Giralda. Hasta que Margarita empez� a hablar de un chico apellidado Zurita.
Se hab�an conocido en una cena en casa de Faina Uss�a, cu�ada del joven -m�dico, primero de su promoci�n y becado en el colegio San Clemente de los Espa�oles para hacer el doctorado- y pasaron toda la velada hablando. Comenz� un noviazgo que la Corte del conde de Barcelona en Estoril ve�a con recelo. �C�mo un chico tan brillante quer�a casarse con una joven ciega? Pensaban que la ambici�n estaba detr�s. Pero el noviazgo continu�. Margarita se entristec�a por los recelos, pero ve�a los m�ritos de su novio, que estudi� Braille para poder enviarle cartas y que s�lo ella las leyera. "Ya tendremos toda una vida para demostrar la verdad", le animaba Carlos Zurita cuando las dudas abrumaban a Margot.
Dos a�os de discreto noviazgo antes de la esperada petici�n. Margarita, la hija ciega de los Barcelona, se iba a casar. Los tiempos pol�ticos -con Don Juan enfrentado a Franco y con tensiones con su hijo Juanito- y la personalidad de los novios obligaron a que el enlace fuera mucho m�s discreto que el de sus hermanos mayores. Carlos Zurita y Margarita de Borb�n se casaron el 12 de octubre de 1972 en Estoril. El pr�ximo mi�rcoles se cumple medio siglo de una boda que, como predijo el duque de Soria, demuestra la verdad de un matrimonio estable.
En este medio siglo juntos ha habido pocas pol�micas en torno a la pareja. Tras la boda, Margarita y Carlos se marcharon un semestre a Buenos Aires, donde �l iba a hacer unos cursos de formaci�n y donde concibieron a su primer hijo. Volvieron a Espa�a para el nacimiento del ni�o, Alfonso, bautizado as� en recuerdo de Alfonsito, el hermano muerto por un accidente con un arma jugando con Don Juan Carlos. Despu�s completaron su familia con Mar�a. Todos vivieron -y viven en la actualidad- en un piso de 500 metros de la calle Jorge Juan. Grande y en un buen barrio, pero nada ostentoso. S�lo algunos libros de la biblioteca, forrados con escudos de ancestros de Margarita, dan cuenta de que la vivienda es de una Infanta de Espa�a.
En este medio siglo, Carlos continu� hasta la jubilaci�n con su carrera de m�dico y junto a su mujer erigieron la Fundaci�n Duques de Soria, una referencia en hispanismo, que pone en contacto a estudiantes e investigadores del espa�ol al rededor del mundo.
Margot es el punto de encuentro entre los Borbones. Por su car�cter afable todos los sobrinos la quieren. Uno de los momentos m�s delicados de su vida lo vivi� en 2020. Tras la muerte de su hermana Pilar, lleg� la pandemia, el encierro y la partida a Abu Dhabi de Don Juan Carlos. S�lo han coincidido una vez en estos dos a�os, aunque Margarita habla casi a diario con su hermano.
La Infanta ha heredado los problemas de movilidad de su madre y hace a�os que asumi� los desplazamientos en silla de ruedas. Una silla siempre empujada por su marido, su principal apoyo, quien le lee los libros que le interesan y acompa�a a todo lo que le pide, tambi�n le deja libertad para que, en verano, Do�a Margarita se marche a Estoril una semana con amigas. Carlos Zurita, del que todos recelaban, se ha mantenido en este medio siglo firme en la promesa que le hizo a Don Juan cuando, el d�a que se conocieron, le pregunt�: "�T� la quieres de verdad?".
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