Carlos Gustavo de Suecia, los 50 años en el trono de un rey que ha superado toda polémica | Gente | EL PAÍS
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Carlos Gustavo de Suecia, los 50 años en el trono de un rey que ha superado toda polémica

El monarca ha protagonizado titulares recientemente por sus críticas a la derogación de la Ley Sálica que convirtió en heredera a su primogénita, la princesa Victoria. La postura del soberano sueco no es nueva, pero ha reiterado su opinión en plena conmemoración de su reinado, el más largo de la historia del país

Rey Carlos Gustavo de Suecia
El rey Carlos Gustavo de Suecia durante una ceremonia oficial el pasado 11 de octubre de 2022 en Estocolmo (Suecia).Patrick van Katwijk (Getty Images,)

Carlos Gustavo de Suecia, de 76 años, cumple este 2023 medio siglo en el trono, el reinado más largo de la historia de su país. Descendiente del mariscal del imperio napoleónico Jean-Baptiste Bernadotte, que da nombre a la dinastía, el aniversario llega con un 60% de apoyo ciudadano a la monarquía sueca. La cifra se mantiene estable en los sondeos y contrasta con la tibieza del Parlamento y el Gobierno hacia la propia institución. Si bien no hay un movimiento reciente en busca de la república, el escritor Herman Lindqvist, biógrafo del soberano, confirma el grado de aceptación popular de la corona, al tiempo que señala la existencia de “sentimientos republicanos en la mayoría de los políticos de todos los partidos”. Este enero, la sorpresa causada por el persistente rechazo del monarca a la abolición de la Ley Sálica, ocurrida en 1980 y que convirtió en princesa heredera a su primogénita, Victoria, le ha obligado a recalcar su apoyo a la futura reina de los suecos.

La corona recayó en Carlos Gustavo de forma dramática. Nacido el 30 de abril de 1946, era el quinto hijo (y único varón) de Gustavo Adolfo, príncipe de Suecia y heredero al trono, y de Sibila, princesa de Sajonia-Coburgo. Nueve meses después, su padre falleció a los 40 años en un accidente de aviación en Dinamarca. La tragedia alteró la línea sucesoria, y tras la muerte de su bisabuelo el rey Gustavo V, en 1950, y la posterior entronización de su abuelo Gustavo Adolfo VI, el actual rey sueco se convirtió a su vez en heredero con apenas cuatro años. Gustavo Adolfo VI reinó durante dos décadas, y Carlos Gustavo tenía tan solo 27 años cuando le sucedió, en 1973.

“Entonces el actual monarca sueco era el más joven del mundo, y no se sentía preparado”, explica por correo electrónico Herman Lindqvist, que dio clases de Historia a la princesa Victoria. “Recibía críticas con frecuencia y era también objeto de burlas en los medios de comunicación, y el viento soplaba con fuerza desde la izquierda. El entonces primer ministro, Olof Palme, dijo que estábamos a un paso de la república”. Y eso que antes de ser entronizado, el rey sueco estudió durante dos años y medio en los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, y se formó también en Economía, Historia, Ciencias Políticas, Derecho y Sociología en las universidades de Uppsala y Estocolmo. El autor asegura que las cosas cambiaron para el rey por su matrimonio con Silvia Sommerlath: “Era joven y bella, y la familia que formaron y el efecto positivo de la reina Silvia ha sido enorme”.

La pareja se conoció en 1972 en los Juegos Olímpicos de Múnich, donde ella, nacida en Alemania, trabajaba como azafata e intérprete, y se casaron en 1976. En el momento de su boda, Carlos Gustavo llevaba tres años en el trono y era poco frecuente que un rey de su edad estuviese soltero. Un precedente cercano señalado es Balduino de Bélgica, que había reinado casi una década cuando contrajo matrimonio en 1960, a los 30 años, con la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón.

El rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia, en una ceremonia religiosa en Uppsala el 4 de octubre de 2022.
El rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia, en una ceremonia religiosa en Uppsala el 4 de octubre de 2022.Michael Campanella (Getty Images)

Hasta 1975, Carlos Gustavo de Suecia desempeñaba un papel en la Administración del país: desde firmar decisiones gubernamentales hasta nombrar a la persona que debía formar un nuevo gobierno. Luego, su función pasó a ser simbólica debido a un cambio en la Constitución. Una de las cosas que le ha ganado adeptos es haber modernizado la monarquía, un gesto similar al de otras casas reales europeas. Desde 2019, solo reciben dinero público él y la reina consorte, así como la princesa heredera y su marido, Daniel. “Ellos son los principales representantes de Suecia en el país y ante otros Estados”, según comunicó entonces el Palacio Real. La princesa Estelle, su nieta mayor, y su hermano, el príncipe Óscar, son segundos y terceros en la línea sucesoria.

El monarca tiene dislexia, lo mismo que sus hijos, Victoria y Carlos Felipe. “Todo el mundo sabe que no es un buen conversador”, recuerda su biógrafo Herman Lindqvist. Sus críticas sobre el cambio de la Ley Sálica, efectuadas en un documental para la televisión pública SVT (adelantado en su web el día 8 de enero, y emitido el día 12) no es algo nuevo. Sin embargo, nunca antes habían causado el revuelo actual. Según afirmó antes las cámaras, le parece que revocar la norma con efecto retroactivo fue un error, puesto que su hijo varón, el príncipe Carlos Felipe (43 años), ya había nacido, y lo mejor hubiera sido dar el paso en la siguiente generación. La derogación siguió los requisitos legales: hubo un primer voto a favor en el Parlamento en 1978 y año después se celebraron elecciones legislativas, seguidas de una segunda votación parlamentaria. Y entró en vigor en 1980. “El rey dice que lo siente por su hijo, porque nació siendo heredero y luego se lo quitaron, pero habla en nombre de un bebé que no podía tener una opinión sobre este asunto”, señala la comentarista sueca de temas de la realeza Sara Mitchell-Malm. En conversación telefónica añade: “Carlos Felipe vive tranquilo, y su esposa, Sofía Hellqvist, es un ejemplo claro de cómo una plebeya puede entrar en una familia real y convertirse en uno de sus mejores activos”. Según esta periodista, no hubo malicia en las palabras del rey; “pero mucha gente pudo interpretarlas como un ataque hacia la princesa Victoria. Su labor es excelente y es el miembro más popular de la familia real”.

Una vez grabada la entrevista televisiva para SVT, los responsables de información de la casa real sueca llamaron al periodista para aclarar las cosas. “En una segunda toma, el soberano dijo lo mismo sobre la sucesión, y ambos momentos aparecen en el programa”, explica Mitchell-Malm. Al ver la reacción negativa generada, Carlos Gustavo emitió un comunicado mostrándose “profundamente dolido”, y advirtió de que sus palabras no debían entenderse como una crítica a la princesa Victoria. “Estoy orgulloso de ella”, añadía. El príncipe, por su parte, ha expresado su apoyo a su padre y hermana. “Carlos Felipe era tímido e introvertido antes de conocer a Sofía, su esposa. Ella lo ha cambiado por completo, pero la sensación general es que para él fue un alivio no tener que reinar”, asegura por su parte Lindqvist.

La princesa Victoria junto a su padre, el rey Carlos Gustavo, en un evento en Estocolmo en el año 2019.
La princesa Victoria junto a su padre, el rey Carlos Gustavo, en un evento en Estocolmo en el año 2019. Michael Campanella (Getty Images)

Para los suecos menores de 60 años, Carlos Gustavo es el único rey que han conocido. “Puede ser divertido en las entrevistas, le gusta bromear; en conjunto, está bien visto”, explica la comentarista. Mitchell-Malm añade: “Salió adelante después del escándalo del libro sobre su vida privada, donde se alegaba infidelidad matrimonial y que en las fiestas privadas organizadas por sus amigos había compañía femenina de pago. No creo que esto de la Ley Sálica deje una huella profunda”. “Hubo rechazo, desde luego, pero no como para debatir la supresión de la monarquía”, asevera. El libro en cuestión se titulaba Carl XVI Gustav, Den motvillige monarken (Carlos XVI Gustavo, El monarca reticente) y tras su publicación en 2010, el propio rey confesó que había hablado con su familia y con la reina: “Miramos hacia delante: estos asuntos ocurrieron hace mucho tiempo”. Lindqvist concluye diciendo que la tormenta actual por la sucesión se disipará. “La gente apoya a Victoria y la esperan”.

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