Carlos Gustavo empieza su jubileo

Carlos Gustavo de Suecia tenía nueve meses cuando se convirtió en príncipe heredero y 27 años cuando fue proclamado rey. La mala suerte hizo que su padre, el príncipe Gustavo Adolfo muriera a los 40 años en un accidente aéreo y la longevidad de su abuelo, el rey Gustavo VI Adolfo, que falleció a los 90 años, le permitió formarse antes de acceder al trono.

El próximos 15 de septiembre se cumplen 50 años de su llegada al trono y Suecia pone en marcha este mismo viernes las celebraciones del jubileo de oro. Esta noche, los reyes Carlos Gustavo y Silvia , la princesa Victoria, heredera al trono, el príncipe Daniel, la princesa Sofia y el príncipe Carlos Felipe asistirán a una velada en el palacio real a la que están convocados los dirigentes y delegados de todos los condados de Suecia.

Hoy viernes empiezan las celebraciones con una cena que el rey ofrece a los representantes de los condados suecos

El próximo mes de febrero, Carlos Gustavo y Silvia comenzarán una gira por su país, que se iniciará en Södermanland, condado cuyo título ostenta su nieto Alejandro, hijo de los príncipes Carlos Felipe y Sofía, que a su vez son condes de Värmland, territorio en el que, en septiembre, concluirá la gira del jubileo.

El día grande se celebrará coincidiendo con la fecha exacta en la que se cumplen los 50 años de reinado. El 15 de septiembre de 2023 comenzará con un Te Deum en la capilla real del palacio de Estocolmo y esa misma noche, tras la celebración de un concierto en el patio del palacio, tendrá lugar una cena de gala a la que están invitado miembros de otras casas reales. Al día siguiente, 16 de septiembre, los reyes de Suecia recorrerán las calles de Estocolmo en un carruaje.

Carlos Gustavo se convertirá en el segundo monarca más veterano de Europa, tras su homóloga y prima, la reina Margarita de Dinamarca, que subió al trono el 14 de enero de 1972. Es difícil que ninguno de los dos iguale el récord de la reina Isabel de Inglaterra que cumplió 70 años en el trono, siete meses antes de fallecer el 8 de septiembre pasado, a los 95 años.

Carlos Gustavo es, de todos los monarcas parlamentarios, el que menos poderes tiene. De hecho la constitución sueca solo le reconoce como función esencial tareas de representación fuera del país y la presidencia de la ceremonia de entrega de los premios Nobel. Con todo la familia real, en la fría Suecia, suele recibir el calor de los ciudadanos que celebran cada aparición de sus reyes y príncipes.

El monarca sueco es respetado a pesar de que desde su juventud ha sido un hombre difícil. Su reinado no ha estado exento de polémicas, como cuando tuvo que reconocer que era adicto a los bares de señoritas o últimamente cuando se quejó de que la ley de sucesión que acababa con la discriminación de las mujeres para heredar el trono, hubiera impedido a su hijo Carlos Felipe sucederle, permitiendo que su hija mayor, Victoria, fuera proclamada heredera ,

De joven, Carlos Gustavo, fue un príncipe de oro, mimado por sus cuatro hermanas mayores y por su madre, rubio y de ojos azules, era el príncipe guapo, en comparación con Carlos de Inglaterra. En 1972, aún heredero. se enamoró de Silvia Sommerlath, una joven alemana de madre brasileña, a la que conoció en los Juegos Olímpicos de Múnich. Una vez rey, se dio permiso a sí mismo para casarse con una plebeya, y celebró su boda el 19 de junio de 1976. Tuvieron tres hijos, Victoria, casada con Daniel Westling; Carlos Felipe, casado con Sofía Hellqvist y Magdalena, casada con Chris O’Neill. En total le han dado ocho nietos, la mayor, Estela, es la segunda en el orden sucesorio.

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