Historia

¿Quién fue Canuto IV de Dinamarca, el monarca que quiso conquistar Inglaterra?

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Canuto IV de Dinamarca

El día 19 de enero nuestro santoral conmemora el día de Canuto IV ‘El Santo’, rey de Dinamarca que reinó con mano de hierro y consiguió pasar a la historia como uno de los monarcas que más hizo por la integración de la iglesia católica en países escandinavos ayudando, desde dentro, a llenar riqueza a los curas y obispos de la época en Dinamarca.

Nacido en 1040, Canuto IV fue hijo ilegítimo del rey Svend II y se conoció por su lucha contra los paganos. Al ser un hijo no reconocido, el trono le fue arrebatado por su hermano Harald III Hen, pero supo esperar su momento y, a la muerte de este en el 1080, Canuto se hizo con el poder en Dinamarca donde comenzó con sus delirios de grandeza.

 Autoridad basada en la iglesia

Canuto fue un gobernante muy activo que se enfrentó contra la nobleza danesa en favor de dar cada vez más riqueza y privilegios a la iglesia. Convencido de su poder al mando de Dinamarca, el monarca tenía un antepasado, Canuto el Grande, que reinó en Inglaterra, Dinamarca y Noruega desde el 1016 al 1035, por lo que se propuso recuperar la grandeza de su país en Europa y quiso conquistar Inglaterra.

Con todo esto, a Canuto IV se le atribuye una enorme expansión del cristianismo en Dinamarca donde todavía permanecían algunos restos de un pasado pagano muy enraizado. Quiso obsequiar con todo tipo de lujos a la iglesia y creó catedrales como la de Lund y Roskilde, o el monasterio benedictino de Odense.

Además, en su gobierno comenzaron a participar miembros destacados de la iglesia incluyendo a más de ocho obispos en tareas de gobierno junto a su reinado, que influyeron enormemente en las normas del país, entre ellas, cumplir escrupulosamente con los mandamientos de la iglesia. Tanto fue así, que Canuto IV fue el primero en dar ejemplo y llevó una vida asceta desde que se hizo con el reinado de Dinamarca.

Todo lo contrario que podría parecer, esta decisión de incluir a la iglesia dentro de las decisiones de gobierno y obsequiarles cada vez de más poder, hizo que los nobles y la sociedad danesa no vieran con buenos ojos el reinado de Canuto que vio como poco a poco, y paulatinamente, se creó una fuerte oposición que estaba en contra de pagar periódicamente un elevado diezmo para la iglesia.

Conquista de Inglaterra

Durante el reinado de Canuto IV, que duró seis años, una de sus pretensiones más altas era de la de conquistar Inglaterra. Su bisabuelo, Canuto El Grande, que se hizo con el reinado en el 1014, fue uno de los reyes daneses más destacados de principios de siglo dejando un legado de poder con tras sucesores: en Inglaterra, Dinamarca y Noruega.

Canuto quiso recuperar la grandeza de su pueblo y decidió invadir Inglaterra con la ayuda de sus tropas y los campesinos que iba reclutando para tan difícil tarea. En el año 1085, Canuto IV, junto al rey de Noruega, Olaf III y su suegro, Roberto de Flandes, prepararon un desembarco con el objetivo de sitiar Inglaterra que vivía bajo el reinado de Guillermo I el Conquistador.

Para Canuto era cuestión de tiempo que Guillermo I intentará expandir su poder por tierras escandinavas así que se propuso atacar primero. Con todo preparado y el viaje planteado para una gran ofensiva contra la corona inglesa, en el 1086 la expedición fue suspendida por un levantamiento en la península de Jutlandia, llevado a cabo por su propio hermano Olaf.

Los campesinos se habían cansado de servir al rey y la iglesia, y ahora tendrían que participar en una guerra en la que sabían tenían mucho que perder contra el potencial del ejercito inglés y su rey Guillermo I.

Asesinado por el pueblo

Con esta revuelta fuera de control, Canuto tuvo que refugiarse en Odense, hasta que acabó dentro de la iglesia de San Albano. Allí, sus perseguidores lo acorralaron y allí, frente al altar, Canuto fue asesinado por los campesinos que se negaron a ir contra Guillermo I. Una lanza le atravesó el cuerpo y murió el 10 de julio del 1086.

Posteriormente a su muerte, Canuto fue enterrado en el coro del altar de la misma iglesia de San Albano, para, nueve años después, en el 1095 pasar sus restos a una nueva iglesia que él mismo había mandado construir. Esta iglesia permaneció en obras durante siglos y no se inauguró hasta el año 1300 recibiendo el nombre de catedral de San Canuto.

Y es que mucho antes de ser inaugurada, en el 1109, su segundo sucesor y hermano, Erik III, mandó canonizar a Canuto a papa Pascual II para después nombrarlo patrón de Dinamarca.

En la actualidad, el santoral español celebra el 19 de enero el día de San Canuto, aunque para la comunidad cristiana de Dinamarca, el día de celebración se traslada al 10 de julio, día del fallecimiento en la iglesia de Canuto IV.

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