La ciudad de Cannes es mundialmente conocida como un bastión delséptimo arte, en la que se celebra cada año en mayo el famoso festival internacional de cine, cuya fama sobrepasa fronteras. El festival se celebra en el Palacio de Festivales, reconocible por su arquitectura contemporánea recubierta de blanco y vidrio y sus icónicos peldaños con la alfombra rojo bermellón que recorren las celebridades de todo el mundo.
Además de este famoso lugar, frecuentado por la jet-set, Cannes merece que el viajero se detenga en sus calles menos conocidas que, sin embargo, esconden muchos tesoros. Los entusiastas del cine podrán prolongar los actos del programa contemplando los murales pintados por toda la ciudad. Para rendir homenaje a los grandes iconos cinematográficos, algunas fachadas se engalanan con carteles antiguos e imágenes magníficamente dibujadas. Este recorrido cinematográfico se complementa con el Paseo de las Estrellas que, a semejanza del "Walk of Fame" de Hollywood Boulevard, recoge las huellas de las celebridades.
Abandone por un momento los focos para conocer el corazón de Cannes, donde la vida sigue su apacible curso. Comience por el mítico barrio de Le Suquet, un antiguo pueblo de pescadores que ahora está integrado en la parte antigua de Cannes, alzándose sobre una pequeña colina que domina el mar. Relieves, callejuelas estrechas, buganvillas y piedras antiguas revelan el rico patrimonio de esta zona, cuya historia se remonta al siglo I antes de Cristo. Si quiere descubrir sitios de interés, no deje de visitar el mercado Forville, construido a finales del siglo XIX en Le Suquet. Aquí se encuentran los artesanos del mar y de la tierra para mostrar sus productos frescos, que crean una magnífica paleta de colores y de aromas.
En lo alto de Le Suquet, pasee entre las ruinas del viejo castillo medieval, con una torre cuadrada y unos matacanes magníficamente conservados. Diríjase al punto más alto del barrio, desde el cual se divisa toda la ciudad de Cannes y sus alrededores. Al norte, se extienden las cumbres de los Alpes. Al oeste, la cornisa del Esteérel se reconoce por sus rocas rojas y sus picos, que hacen las delicias de senderistas y ciclistas de montaña. Al sur, las islas de Lérins surgen de las aguas. Situadas cerca de Cannes, ofrecen una magnífica escapada lejos del bullicio urbano. Entre los tesoros del archipiélago, la isla de San Honorato, habitada por monjes, posee un entorno particularmente apacible. Aquí podemos probar los vinos de la abadía, acunados por el canto de las cigarras.
En los alrededores de la ciudad, puede seguir la ruta de la cornisa de Oro, que domina el Mediterráneo y el macizo del Estérel, con un colorido que se despliega en una magnífica escala de verdes, rojos y azules.
Importante: si se encuentra en Cannes en la época veraniega, no se pierda el Festival Internacional de Arte Pirotécnico, en el que los principales artificieros crean un magnífico espectáculo de luz y sonido en plena oscuridad.
Cannes está situado en el corazón de la Riviera Francesa al este, a sólo 27 km del aeropuerto Nice Côte d'Azur y el oeste, a 4,5 km del aeropuerto de Cannes-Mandelieu que tiene la tarea de la aviación general y el turismo de negocios. Limita al sur con playas de arena, rodeado Cannes norte de municipios y pueblos como Le Cannet, La Roquette-sur-Siagne, Mougins y Vallauris.
El historiador griego Polibio, que vivió en el siglo II antes de Cristo habla de una ciudad: Aegyptna, destruido por los romanos. Algunos "historiadores" Cannes dispuesto a adquirir antepasados ilustres han localizado Cannes. Los especialistas están de acuerdo en rechazar esta ubicación. De hecho no sabemos de dónde estaba. Lo que sabemos es que aquí en la historia temprana, los primeros "turistas" fueron los de Liguria. Son ellos los que, probablemente, se instaló en el promontorio (Suquet hoy en día). Construyeron un campo fortificado: un oppidum. Desde su punto de vista observaban sus compañeros que tenían, también, fortificada en la colina rocosa que ahora es la fortaleza de Vauban, en la isla de Santa Margarita.
En la parte superior de la ciudad era un puesto fortificado llamado Castrum Romano (nombre actual Castre). En el año 1000, los monjes de Lerins se convierten en propietarios. Los monjes para proteger contra los sarracenos comienzan la construcción de la Torre y muralla. 900 al final del XV, la historia de Le Suquet está estrechamente vinculada al monasterio aunque en 1447, la ciudad se convierte en un municipio. Los monjes, los soltaron un poco contras de obediencia, pero todavía están muy presentes.
Rue Saint Antoine, es una de las calles más antiguas Cannes, que tenía 40 comerciantes. En 1500, la ciudad vieja no contenía escaleras, las calles estaban todos los canales en pendiente con el entorno en el que se arrojaron de aguas residuales y basura. En el siglo XIX, gran remediación, destrucción de casas en ruina... Hoy en día, la calle Saint Antoine es la meca de la gastronomía local.
Es a través de circunstancias imprevistas que Cannes se convirtió en un centro turístico de invierno; en efecto, para detener una epidemia de cólera, medidas drásticas fueron impuestas por la ciudad de Niza a los viajeros que se dirigían a Italia. En noviembre de 1834, el sedán Inglés canciller Lord Brougham, se inmovilizó Puente Var. No se ha podido ir a Génova, el Canciller dio la vuelta a la pequeña ciudad de Cannes, se detuvo en el hotel Pinchinat para pasar la noche. La belleza del lugar y la bondad de los indígenas lo llevaron a permanecer más tiempo. No estaba para salir de nuevo, él vivió en Cannes 34 años y tenía que morir a la edad de 90 en 1868. Gracias a él, el sitio se convirtió en un lugar destacado de Cannes de la colonia Inglés. Desde esa fecha, Cannes comenzó a sentir los beneficios de la implementación de una invernada colonia británica y el progreso del comercio con las relaciones terrenales más ricos hacia el exterior. En 1871, se superó el 10 000, convirtiéndose en la segunda ciudad de la región de Grasse. se dio el impulso, en 1870 había en la ciudad, equipadas con alcantarillas, alumbrado de gas y de agua potable, 215 casas, 34 hoteles y varios edificios religiosos de diversas denominaciones. La élite alemán, ruso, suizo había seguido el ejemplo del Reino Unido, y Prosper Mérimée, que había llegado a Cannes como inspector de monumentos históricos, hecho descubrir la "gentry" el encanto de la ciudad.
Las islas de Lérins: A poca distancia de La Croisette, frente a la bahía de Cannes, las islas de Lérins le dan la bienvenida. En un entorno idílico donde se conserva la naturaleza, esta joya del Mediterráneo ofrecen a los visitantes una colección única combina flora y fauna y una historia única mezcla de los misterios de la máscara de hierro con la tranquilidad de los monjes cistercienses, un remanso de paz. Todo aquí invita descubrimiento.
