Bruno Le Maire, 52 a�os, ministro franc�s de Finanzas se sorprender� cuando sepa que su defensa de la superioridad de los libros sobre las pantallas en un discurso apasionado que dio a un grupo de j�venes a finales de febrero se ha convertido en Espa�a en un fen�meno en Twitter. Pero as� es. �l, que ha escrito "TWITTER no os permite construiros. Como todas las redes sociales, uno no se construye con ellas, uno se ahoga con ellas", surfea en la cresta de la ola de los me gusta. Excepci�n que confirma la regla. Un hombre de letras al frente del ministerio de los n�meros. Paradojas.
Paradoja s�lo aparente. Porque el ministro es un hombre construido por la lengua, que ha hecho carrera con la pluma como herramienta, que necesita de la literatura y que publica con regularidad. Su �ltimo libro, El �ngel y la bestia lleva por subt�tulo memorias provisionales y arranca el d�a de su 50 aniversario, con el champ�n en la cubitera y los invitados llegando al espectacular �tico del Ministerio con impresionantes vistas de Par�s, cuando empieza a arder Notre Dame.
"Incapaz de apartar mi mirada de Notre Dame ardiendo, hac�a fotos con mi m�vil. Me alejaba de mis consejeros, miraba. Quer�a comprender y no comprend�a nada..." Siguen una docena de l�neas de recuerdos personales sobre su experiencia juvenil con la religi�n. "Miraba a�n. Lloraba. Me parec�a que todos mis recuerdos part�an en humo y con ellos mi vida, al menos una parte de mi vida".
De padre ejecutivo y madre directora de colegio
Alumno brillante del colegio San Luis Gonzaga, hijo de un ejecutivo de una multinacional y de una directora del colegio jesuita, tiene el curr�culum de la �lite de los hombres del poder franc�s: Instituto de Estudios Pol�ticos, Escuela Normal de Administraci�n de la que han salido la mitad de los ministros de la V Rep�blica. Su peculiaridad es que su formaci�n de base en la Escuela Normal es las letras modernas.
Notre Dame arde hasta la p�gina 14 del libro, publicado el mes pasado por Gallimard en una de sus colecciones de prestigio. En la p�gina 15 aparece su mentor, Dominique de Villepin, ministro del presidente Jacques Chirac, bonapartista resuelto, el hombre que defendi� en el Consejo de Seguridad de la ONU el no de Francia a la guerra de Irak. �Saben qui�n era el escritor de los discursos de Villepin? Bruno Le Maire.
Villepin sostiene que "el pol�tico debe escribir para saber qu� piensa". Su alumno afirma: "Escribo para comprender mejor lo que hago y para explicarlo".
En la rese�a a p�gina completa que Le Figaro dedic� al �ltimo libro del ministro favorito del diario conservador se cita a Camille Pascal, antiguo pluma (negro decimos en castellano) del presidente Nicolas Sarkozy y hoy consejero del primer ministro, Jean Castex: "Los historiadores tienen una visi�n falsa del poder porque no conocen su funcionamiento. Corresponde a la literatura, restituirla. Yo lo hago sobre tiempos pasados [su �ltimo libro versa sobre la corte de Luis XV]. Le Maire lo hace sobre la historia inmediata. Yo soy un escritor del poder. �l es un escritor en el poder".
El pol�tico de derechas y escritor
Bruno Le Maire, el escritor de la corte de Emmanuel Macron. En su libro, el ministro se descubre gestor l�cido de un pa�s al borde de "una crisis de r�gimen". Y que intenta responder como un europe�sta convencido, tesis de su anterior volumen, El nuevo imperio (la Europa del siglo XXI). Una Europa necesaria en tiempos de China y EEUU como amos del mundo, una Europa modesta, hecha de lo concreto, gaullista pero hu�rfana de grandes lirismos y discursos.
Le Maire es un pol�tico de derechas que tras seguir a Villepin al palacete de primer ministro y desempe�ar la cartera de Agricultura, quiso liderar la derecha en aquel suicidio colectivo que fueron las primarias. Se dio un casta�azo monumental. La deriva de los conservadores le permiti� saltar con elegancia natural al barco de Macron entre las dos vueltas de la presidenciales de 2017. Este le di� a escoger ministerio aunque le sonde� para primer ministro. Le Maire, dijo "Finanzas".
Y as� se hizo. "Somos la �nica naci�n en el mundo donde la literatura es una forma de poder" escribe. "El nombre y la obra de Houellebecq permanecer�n m�s que la de muchos pol�ticos" afirma. Tiene relaci�n y se escribe con regularidad con �l. Tambi�n con Marie Darrieussecq con Jean Christophe Rufin y se ha visto hace poco con Peter Handke.
En el v�deo que le ha dado vuelo en las redes, el ministro desgrana ante un auditorio juvenil, verdades que le son queridas: "La literatura es un inmenso placer (...) una actividad solitaria que os abre al resto del mundo (...) Las pantallas os devoran, la lectura os alimenta (...) La literatura es arma de libertad". Dicho en un tono tranquilo, persuasivo sin llegar al serm�n, convincente por convencido, claro como el de un emprendedor, pero sin la pasi�n de un revolucionario letraherido.
"Todo poder es una representaci�n. M�s que cualquiera de las otras Artes, la literatura es la mejor representaci�n del poder". Y Bruno Le Maire, admirador de Proust, redacta el gui�n.
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