- Televisi�n As� ligu� en First Dates
En el amor nunca se sabe. Puede salir bien, puede salir mal o, directamente, puede no salir. Es como la vida misma, forma parte de la vida. �ste es el secreto de uno de los programas m�s longevos de la televisi�n, el m�s visto de Cuatro y el que cada noche batalla por hacerse con el cetro de las redes sociales: First Dates. Y eso es lo que es, un veh�culo para encontrar el amor, "o pasar un buen rato", dicen quienes lo dirigen, y de paso, ser un fiel reflejo de la sociedad, con sus buenos y sus malos, con su diversidad, con sus peros, pero por encima de todo con un objetivo: enamorar. �Lo consigue?
Los n�meros no mienten: en sus siete a�os de emisi�n, con reposiciones, con programas especiales, por First Dates han pasado m�s de 9.000 citas, ha sido la semilla de m�s de 30 propuestas de matrimonio, ha unido a m�s de siete parejas en el altar y ha sido el padrino de casi una decena de beb�s. Porque First Dates es como un Love Boat del siglo XXI donde "hay mesa para todos".
"En este programa se aprende de las relaciones humanas, de lo que necesita la sociedad y el programa evoluciona con lo que pide esa sociedad", asegura Isabel Navarro, directora de casting de First Dates, una de las tres mujeres que conforman la punta del iceberg de un equipo de m�s de cien personas que vive (y sue�a) por y para el programa.
Las otras patas de esta mesa son Yolanda Mart�n Campayo, productora ejecutiva de First Dates y Vanesa Ferreiro, directora del programa. Aunque no les gusta nada aparecer delante de las c�maras ni tampoco son muy dadas a ser la cara visible de un �xito que no se cansan de repetir "es de todos", ellas son las que hacen la magia en cada programa.
Tres mujeres, rodeadas de un gran equipo, en el que despu�s de siete a�os, First Dates ya no es un trabajo sino casi una forma de vida. "Hay much�simo, much�simo trabajo y un equipo muy grande, muy preparado y con much�sima experiencia". A lo que se refiere la directora de casting es al arduo trabajo que llevan a cabo para seleccionar a los solteros y solteras y formar las parejas, lo que ellos llaman hacer un 'match'.
"Para nosotros hay dos maneras de b�squeda", explica, "la directa, en la que el redactor busca dependiendo de los perfiles que nos apetece ir sumando al programa -redes sociales, principalmente- y una parte muy importante que es la de la gente que nos llama para participar en nuestro programa. El que nos llama es porque lo ve y porque le gusta y no le queremos dejar de lado". Es cuando entran en escena los p�lpitos, los de los redactores.
La clave del programa es el 'matcheo' porque es donde se encuentra al alma gemela o al polo opuesto
Cuando el equipo de redacci�n recibe los detallados cuestionarios ya rellenos comienza un trabajo de campo "brutal" para ver qu� es lo que se busca, qu� le gustar�a, con qui�n podr�a encajar, cu�les han sido sus experiencias en el amor, c�mo es �l o ella, qu� les ha fallado en el amor o qu� les ha fallado en su vida. "...Y con eso 'matcheamos', es la clave del programa, el 'matcheo' porque es encontrar a tu alma gemela o a tu polo opuesto", cuentan las tres.
A priori puede parecer que no tienen nada que ver, pero luego encajan y eso es por una buena labor de conocimiento de la persona. "Hay veces que acertamos m�s y acertamos menos. Hemos hecho 'matches' perfectos y luego se han conocido y no se han gustado. En el amor en esa cita hay una cuesti�n de piel, de olor de forma... y todo suma", concluye Navarro.
Y en medio de todo este 'match' un espejo, el de la sociedad. No hay que irse muy lejos para encontrar en las citas de First Dates a cualquiera de los espectadores. Est�n convencidas de que cada vez que alguien ve el programa se siente identificado con alguno de los que est�n ah� buscando el amor. Porque First Dates busca la diversidad desde su creaci�n, pero tambi�n quiere que se vea c�mo somos, c�mo nos relacionamos, c�mo decimos que no o c�mo nos enfrentamos a lo que cada d�a se puede encontrar cualquiera. No hay que remontarse mucho para recordar la cita de hace unas semanas entre Med, un soltero machista, que trat� de dar lecciones a Luisa, una joven m�dico cubana. La cita estuvo en boca de todos durante varios d�as. A First Dates no le da miedo.
"No es la cita que m�s me haya gustado", reconoce la directora de casting, pero "nosotros somos el veh�culo, no el motor de nada". "La cita es de ellos", contin�a. "Ellos se relacionan, ellos se gestionan. Esas cosas pasan y tambi�n hay que mostrarlas porque mostrando este tipo de comportamientos se ve lo que no est� bien y lo que no se puede hacer", reconocen. El espejo, el hilo que une a cada espectador con el programa.
"Es como una historia de amor larga e interminable", explica Mart�n. De hecho, mucho se habla de su casting, la joya de la corona del �xito de First Dates, pero es un conglomerado de muchos y peque�os aciertos. "First Dates es un programa familiar. Los hijos lo ven con sus padres, los nietos con sus abuelos... �Muchos nietos vienen porque lo han visto con sus abuelos y son ellos los que les animan!", asegura. No miente, fue el mism�simo Ibai Llanos el que se confes� fan de First Dates a ra�z de verlo con su abuelo. "El amor es el motor de la vida y es lo que nos encanta ver. A todo el mundo le gusta ver c�mo se enamora alguien", relata la productora ejecutiva del programa.
�Reality o realidad? Puede sonar redundante, pero en el caso de First Dates es m�s lo segundo que lo primero. Aunque desde casa se puede pensar que es imposible enamorarse o dejar que las cosas fluyan cuando decenas de c�maras te enfocan y te graban, con First Dates creer eso es un error.
Carlos Sobera abre la puerta del restaurante, recibe a las citas, les relaja, les hace pensar en otra cosa que no sea encontrarse con un o una desconocida en un programa de televisi�n. La tensi�n se palpa, pero s�lo al principio, en cuanto se toma asiento, cruzan las primeras palabras, llega la primera copa de vino y el primer plato, ya no hay Carlos Sobera, ni hay nada. S�lo el dejar fluir o, tal vez no porque en First Dates nunca se sabe.
C�maras escondidas, un restaurante donde la intimidad est� medida milim�tricamente entre mesa y mesa, reservados para quien quiera ir un poquito m�s all�, camareros que gu�an, ayudan, pero no fuerzan. Si no se encaja, no se encaja, no hay nada m�s que hacer.
"El guion es infinito y es real", afirma contundente la directora del programa. "Nunca sabes c�mo va a reaccionar la gente. Las citas van por libre. Hay guion para una serie de cosas -como el orden de entrada al restaurante o la mesa en la que se les coloca-, pero no para lo que hacen en la cita. Su guion, el que ellos mismo traen, es imprevisto absolutamente", afirma.
Nunca sabes c�mo va a reaccionar la gente. Las citas van por libre
De hecho, despu�s de m�s de 9.000 citas emitidas si existiera un guion, First Dates habr�a desaparecido hace tiempo porque es imposible crear tanta trama cada d�a. La trama son ellos, la sociedad que cada noche entra por la puerta, los solteros y solteras, y en el programa lo saben. El cuidado, el mimo, la atenci�n se respira en cada rinc�n del backstage.
"Aqu� nada est� previsto, aunque se haga un laborioso trabajo para que las parejas encajen. Ha habido citas que han terminado con un no de ambas partes y despu�s se han encontrado con otra cita que no ha salido en las escaleras de redacci�n, se han cruzado y se han enamorado. Es decir, han dicho que no a quien le hab�amos buscado y se ha encontrado con otra o con otro al que tampoco le hab�a funcionado y se han enamorado", cuenta entre risas Navarro.
Desde realizaci�n se observa con lupa cada una de las citas. First Dates tambi�n tiene sus l�neas rojas. Cuando un casting es tan abierto, hay que tener unos protocolos muy claros de actuaci�n y unas l�neas rojas que el equipo conoce como la palma de la mano. La clave del �xito de First Dates, tambi�n es uno de sus mayores riesgos, pero "tenemos muchas 'red flags'", asegura Mart�n, mientras Ferreiro apostilla para que no haya ninguna duda al respecto: "Somos muy escrupulosos. Tenemos muchas alertas y alarmas. Un protocolo muy cuidado".
"First Dates es un programa tan, tan vivo. Es un programa en el que se aprende. Nunca deja de sorprendernos", cuenta Ferreiro. "Hacer First Dates no es f�cil, pero tampoco es dif�cil. Todo lo que hay en la sociedad se mete por la puerta. Lo �nico que hacemos es acercarlo y darle una ventana. Nos lo ofrecen las citas, la sociedad...".
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