Un bombardeo israelí ha matado al menos cinco trabajadores de la ONG World Central Kitchen, fundada por el chef José Andrés, en la Franja de Gaza. El ejército ha atacado esta noche el vehículo de la organización sin ánimo de lucro en la gobernación de Deir al-Balah, situada en el centro de la Franja, que se ha convertido en el escenario de una guerra sangrienta a raíz del ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado. Entre los muertos hay un ciudadano británico, un polaco, un irlandés y otro australiano, además del conductor palestino, sin que hasta el momento se hayan dado más informaciones al respeto, según apunta el diario palestino ‘Filastín’.
Desde la ONG han reconocido la muerte de los trabajadores y han lamentado a través de una publicación en las redes sociales la «tragedia»: Nos han llegado noticias que miembros del equipo de World Central Kitchen han muerto en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel mientras trabajaban para apoyar a nuestros esfuerzos humanitarios de entrega de alimentos en Gaza. Es una tragedia. Los trabajadores de ayuda humanitaria y los civiles nunca tendrían que ser un objetivo. Nunca», ha publicado la ONG en su cuenta de la red social X, antiguamente conocida como Twitter. Además de la publicación de la ONG, el mismo José Andrés también se ha mostrado consternado por la tragedia de esta noche y ha pedido a Benjamin Netanyahu que ponga fin de una vez por todas a esta «matanza indiscriminada».
Consternación internacional
Además de los mensajes del ONG y del chef, el fundador de la Proactiva Open Arms, Òscar Camps, también ha denunciado el bombardeo contra miembros de las organizaciones de ayuda humanitaria que se han desplazado hasta Gaza para ayudar en la población civil que ha quedado atrapada entre las bombas. De hecho, los trabajadores muertos de la World Central Kitchen se encontraban en la Franja para establecer un corredor humanitario entre Chipre y Gaza de la mano de Open Arms: «Estamos aquí porque nos hacían daño las muertes de los civiles en Gaza, ahora también por el vacío irreparable que deja la pérdida de nuestros compañeros de equipo».
