Si el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indignado por la quema de un Cor�n frente a la Embajada de su pa�s en Estocolmo y presionado por las elecciones presidenciales y legislativas de la pr�xima primavera, cumple su amenaza de vetar el ingreso de Suecia en la OTAN, Finlandia no descarta entrar en la Alianza Atl�ntica sin la compa��a de su vecino occidental, requisito este �ltimo que hasta ahora consideraba innegociable.
Finlandia siempre hab�a condicionado su adhesi�n a la OTAN a que se llevase a cabo al mismo tiempo que la de Suecia, pero la ira de Erdogan le obliga ahora a plantearse una entrada en solitario, seg�n ha admitido su ministro de Asuntos Exteriores, el verde Pekka Haavisto, al canal de televisi�n Yle. "Por supuesto, evaluaremos la situaci�n si resulta que el proceso de solicitud de Suecia se paraliza durante mucho tiempo", ha declarado Haavisto.
"No obstante, es todav�a demasiado pronto para adoptar una postura sobre c�mo debemos proceder en todo este asunto", ha a�adido. "Lo mejor ser�a que sigamos discutiendo juntos, con Suecia y con Turqu�a, el ingreso en la Alianza, pero ahora mismo es necesaria una pausa de unas semanas en las negociaciones hasta que se aclare la situaci�n".
El anuncio de Haavisto se produce tras la en�rgica reacci�n de Turqu�a a la quema de un Cor�n por parte del ultraderechista dan�s-sueco Rasmus Paludan frente a la legaci�n diplom�tica turca en la capital sueca. Erdogan ha advertido de que Turqu�a no apoyar� la admisi�n de Suecia como nuevo integrante de la OTAN, una decisi�n que, de momento, bloquea por completo la adhesi�n sueca, ya que el ingreso de nuevos pa�ses requiere la aprobaci�n de todos los Estados miembros.
"Quienes han permitido semejante ignominia frente a nuestra Embajada no pueden seguir esperando nuestra buena disposici�n para unirse a la Alianza", manifest� Erdogan en la tarde del lunes. "El Gobierno sueco debe mostrar respeto a la Rep�blica de Turqu�a y a la fe de los musulmanes. Si no lo hace, no tendr� nuestro respaldo".
El �ltimo numerito de Paludan, un agitador abiertamente racista que se ha especializado en quemar coranes en p�blico -siempre bajo protecci�n policial- y que se ha presentado sin �xito tanto en las elecciones suecas de 2022 como en las danesas de 2019, parece haber colmado la paciencia del dirigente turco. Erdogan ya hab�a expresado con anterioridad su descontento por la negativa de Suecia a extraditar refugiados kurdos que Ankara considera "terroristas", as� como por la aparici�n en un puente de la capital sueca, a principios de este mes, de un mu�eco colgado por los pies que representaba a su persona.
Con menos de cuatro meses para las elecciones presidenciales y legislativas del 14 de mayo, al presidente turco le interesa aprovechar al m�ximo la tensi�n con Suecia para fortalecer su imagen de piadoso padre de la patria que vela por los intereses de la naci�n y del Islam, desviando as� la atenci�n de los problemas pol�ticos y econ�micos que atraviesa Turqu�a actualmente.
Aun as�, Haavisto, el ministro de Exteriores finland�s, no ha ocultado su irritaci�n por los problemas que est�n causando los episodios con los coranes y los mu�ecos: "Estos manifestantes est�n jugando con la seguridad de Finlandia y Suecia". El deseo de su Gobierno, y de la direcci�n de la OTAN, sigue siendo un ingreso al mismo ritmo, tanto en lo que se refiere a la planificaci�n de la defensa com�n del norte de Europa como, sobre todo, a la seguridad del abastecimiento.
La posici�n geogr�fica de Suecia la convertir�a en un miembro clave de la Alianza. A trav�s de su territorio pueden transportarse tropas, equipos y suministros para proteger, por ejemplo, a los pa�ses b�lticos de una eventual agresi�n rusa. Por eso, seg�n indica el canal p�blico sueco SVT, al secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, no le habr�an gustado nada las palabras de Haavisto.
Sin embargo, tal y como apuntan numerosos analistas pol�ticos n�rdicos, la paciencia finlandesa no puede ser infinita, y este es el debate que el ministro finland�s abre ahora. Una adhesi�n en solitario no ser�a necesariamente una falta de solidaridad con Suecia, sino m�s bien un intento de encontrar la soluci�n m�s pragm�tica en caso de que la negativa turca persista dentro de seis o nueve meses.
Aunque las declaraciones de Haavisto son poco concretas, se trata de la primera vez que un pol�tico de alto nivel se desv�a de la l�nea de que Suecia y Finlandia van de la mano, tal y como se�ala la corresponsal de SVT en Helsinki, Liselott Lindstr�m: "Suponen un giro significativo e introducen un nuevo tono respecto a la adhesi�n a la OTAN. Reflejan, adem�s, el hecho de que Suecia y Finlandia solicitaron el ingreso por razones fundamentalmente diferentes. Para Finlandia es una cuesti�n existencial, mientras que para Suecia es m�s ideol�gica".
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