Biografia de Bernhard von Bülow

Bernhard von Bülow

(Bernhard Heinrich Karl von B�low, Conde y Pr�ncipe von B�low; Klein-Flottbeck, 1849 - Roma, 1929) Pol�tico alem�n. Como ministro de asuntos exteriores del II Reich, y posteriormente como canciller, Bernhard von Bülow fue en gran medida responsable del aumento de la tensi�n b�lica entre Alemania y las potencias aliadas que condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.


Bernhard von Bülow

Perteneciente a una familia de la nobleza prusiana, estudi� en las universidades de Leipzig, Berl�n y Lausana. Durante la Guerra Franco-prusiana (1870-1871) sirvi� en el ej�rcito alem�n. En 1872 entr� a trabajar en la administraci�n civil del Reich y, dos a�os despu�s, pas� al servicio diplom�tico. Aupado por su padre, que por entonces era ministro de exteriores del canciller Bismarck, consigui� ascender r�pidamente. Estuvo destinado en Roma, San Petersburgo, Viena, Par�s y nuevamente San Petersburgo.

En 1886 contrajo matrimonio con la hija del estadista italiano Minghetti. Dos a�os despu�s fue designado ministro para Ruman�a y, en 1894, embajador en Italia, cargo que ocup� durante tres a�os. Posteriormente fue nombrado ministro de asuntos exteriores por el canciller Hohenlohe.

Su primera actuaci�n internacional como ministro consisti� en la negociaci�n de un acuerdo de alianza anglo-alem�n, propuesto por el secretario brit�nico del Foreign Office, Joseph Chamberlain. Las reticencias de von B�llow a aceptar la alianza con Gran Breta�a, con la que pronto iniciar�a Alemania una peligrosa carrera naval, produjeron el fracaso de las conversaciones. �ste fue el primero de una serie de errores diplom�ticos que, a largo plazo, tendr�an consecuencias nefastas para Europa. Rechazada por Alemania, Gran Breta�a se acerc� a Rusia y Francia, fraguando un nuevo esquema de alianzas que habr�a de desembocar en la Primera Guerra Mundial.

La pol�tica exterior de von B�llow result�, no obstante, m�s acertada fuera del �mbito europeo. En 1898 orden� a un escuadr�n del ej�rcito prusiano atacar Kiachow, en China, pretextando el asesinato de dos misioneros alemanes. El verdadero objetivo de esta agresi�n era forzar al gobierno imperial chino a abrir sus mercados al comercio occidental. En la Convenci�n que sigui� a estos acontecimientos, China tuvo que ceder Kiachow a los alemanes y permitir el establecimiento de las compa��as mercantiles occidentales. Al a�o siguiente, el canciller obtuvo de Espa�a la cesi�n de las Islas Carolinas. Como recompensa a sus servicios, el kaiser Guillermo II le concedi� el t�tulo de conde.

El 17 de octubre de 1900 tom� el relevo de Hohenlohe en la canciller�a del Reich y en la presidencia del consejo de ministros de Prusia. Sus relaciones con el emperador fueron, desde el primer momento, excelentes. Von B�llow estaba decidido a imprimir un giro notable a la pol�tica exterior alemana, abandonando las premisas bismarckianas, que consideraba excesivamente restrictivas para la expansi�n alemana. Su objetivo consist�a en ampliar y consolidar la presencia germana en el �mbito colonial. Estos planes coincid�an plenamente con los designios del Kaiser y del almirante Alfred von Tirpitz, quienes abogaban por una agresiva pol�tica de desarrollo naval.

Aunque von B�llow era consciente de las implicaciones internacionales inmediatas que tendr�a el fortalecimiento del poder militar alem�n en el mar, se pleg� d�cilmente a los proyectos de la c�pula militar, a la que Bismarck hab�a sabido mantener a raya. El rearme alem�n provoc�, en efecto, un r�pido deterioro de las relaciones con Gran Breta�a, principal potencia mar�tima del mundo. Pero von B�llow carec�a de la visi�n pol�tica de largo alcance del "Canciller de Hierro" y no supo calibrar acertadamente las terribles consecuencias que para Europa tendr�a, en un futuro no muy lejano, el enfrentamiento anglo-alem�n.

En 1905 estall� una primera crisis colonial, con Marruecos como escenario. Francia, apoyada en su alianza con Gran Breta�a, intent� consolidar su supremac�a sobre Marruecos, sin tener en cuenta los intereses alemanes en la regi�n. Von B�llow protest� en�rgicamente y organiz� una visita oficial de Guillermo II a T�nger. Sus presiones consiguieron que el ministro franc�s de asuntos exteriores, Th�ophile Delcass�, presentara su dimisi�n, pero nada m�s.

La Conferencia Internacional de Algeciras, reunida a petici�n del canciller alem�n, reconoci� en 1906 la ampliaci�n de los derechos franceses sobre el territorio marroqu�. La posici�n de Francia se vio adem�s reforzada por nuevos acuerdos de cooperaci�n con Gran Breta�a. A pesar de este rev�s, von B�llow logr� establecer un ventajoso acuerdo comercial con el Imperio turco. Con ocasi�n de la boda del heredero imperial, el Kaiser le distingui� con el t�tulo de pr�ncipe (F�rst).

Sus intentos por fortalecer la Triple Alianza (Alemania, Rusia y Austria-Hungr�a) resultaron vanos, dada la precariedad de las relaciones germano-rusas. En 1908, Austria-Hungr�a se anexion� Bosnia-Herzegovina, hecho que caus� una grave crisis internacional. Von B�llow apoy� a Austria y oblig� a Rusia a aceptar el hecho consumado de la ocupaci�n, mientras Gran Breta�a protestaba en�rgicamente contra el cambio de situaci�n en los Balcanes.

La creciente tensi�n germano-rusa respond�a a la temeraria idea de von B�llow -alentada inconscientemente por el Kaiser- de que Alemania era lo bastante poderosa como para permitirse cambiar de alianzas seg�n lo requirieran las circunstancias. Esta pol�tica s�lo conducir�a a un creciente aislamiento del Reich. No se lleg� a un acuerdo para renovar el anterior tratado de seguridad entre ambas potencias y Rusia fue aproximando posiciones a Francia y Gran Breta�a, unidas por la Entente Cordial. Mientras tanto, Alemania s�lo dispon�a de un aliado seguro: el debilitado imperio austro-h�ngaro.

Por otra parte, a partir 1905 fue quebr�ndose la antigua amistad entre von B�llow y el Kaiser. Ese a�o, Guillermo II firm� con el zar Nicolás II de Rusia el Tratado de Bj�rk�, sin contar con el canciller y contraviniendo manifiestamente la pol�tica de �ste. Tres a�os despu�s, unas declaraciones realizadas por el Kaiser al diario londinense Daily Telegraph causaron un gran revuelo en Gran Breta�a y provocaron una grave crisis pol�tica en Alemania. Guillermo arremeti� contra la "incomprensi�n" de los brit�nicos hacia la pol�tica alemana y afirm� que su situaci�n era muy dif�cil en Alemania, dado el clima de general hostilidad hacia los ingleses que reinaba en el pa�s. Todos los partidos con representaci�n en el Reichstag protestaron airadamente. Se lleg� a acusar al Kaiser de desvelar secretos diplom�ticos.

Guillermo, muy afectado por estas cr�ticas, pens� en abdicar en noviembre de 1908. El propio von B�llow critic� duramente su actuaci�n y se puso de parte del Reichstag, a pesar de que no dispon�a de una mayor�a suficiente para mantener el poder si perd�a la confianza de Guillermo. Consideraba que sus esfuerzos por apaciguar la creciente tensi�n con Gran Breta�a de nada serv�an ante los arrogantes desaf�os lanzados por el emperador. �ste, por su parte, cre�a que el canciller le hab�a traicionado y repudi� su pol�tica de conciliaci�n, que, seg�n �l, minaba los intereses del imperialismo alem�n.

Absorbido por los acuciantes problemas internacionales, von B�llow prest� escasa atenci�n a la pol�tica interior. En 1906, despu�s de que los partidos de centro-derecha le retiraran su apoyo y pasaran a la oposici�n, consigui� formar una coalici�n que inclu�a a conservadores, nacionalistas liberales, liberales de izquierda y dem�cratas progresistas. Con esta plataforma gan� las elecciones de 1907.

Pero mantener la unidad de un bloque de gobierno tan heterog�neo requer�a un programa s�lido, del que von B�llow carec�a. En 1909, despu�s de que su proyecto presupuestario fuera rechazado por el Reichstag, se vio forzado a presentar su dimisi�n al Kaiser, que la acept� con alivio. Theobald von Bethmann-Hollweg fue su sucesor en la canciller�a.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, von B�llow regres� temporalmente a la pol�tica. En diciembre de ese a�o fue enviado a Roma como embajador extraordinario, con la misi�n de impedir que Italia se uniera a las potencias aliadas. Para ello ofreci� al gobierno italiano la cesi�n de las posesiones austr�acas de Trieste y Trento. Pero estas ofertas de acercamiento llegaban demasiado tarde. Von B�llow fracas� en su cometido y, en el verano de 1915, se retir� de forma definitiva de la pol�tica. Poco despu�s comenz� a escribir sus Memorias y el libro Deutsche Politik, publicado al a�o siguiente, en el que trat� de justificar su pol�tica europea. Muri� en Roma a los 80 a�os.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].