Baruj (Benedicto) Spinoza

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Baruj (Benedicto) Spinoza

Spinoza · comentarios críticos

Baruj (Benedicto) Spinoza (1632-1677)

Spinoza fue un gran filósofo holandés, materialista y ateo. Refutaba a dios como creador de la Naturaleza, considerando, que la propia Naturaleza es dios. Al llamar a la Naturaleza dios, Spinoza quiso significar que la Naturaleza es la causa de sí misma, que ella misma lleva implícita la causa de su propia existencia y de la de todos los objetos. Sometiendo a una crítica severa el dualismo de Descartes (ver), Spinoza creó un grandioso sistema monista, en el que la extensión y el pensamiento son declarados atributos (propiedades esenciales) de la sustancia única, la Naturaleza. Spinoza concebía el movimiento como un desplazamiento mecánico del cuerpo en el espacio y no lo consideraba como un atributo de la sustancia, atribuyéndolo sólo a los objetos individuales. De ello resultó que según la filosofía de Spinoza solamente los objetos individuales cambian, pero la Naturaleza en su conjunto permanece siempre inmutable. En la teoría del conocimiento, Spinoza era el continuador del racionalismo de Descartes, considerando, que el conocimiento auténtico se logra por la propia razón, sin la ayuda de los sentidos. La aplastante mayoría de los historiadores burgueses de la filosofía consideran incorrectamente a Spinoza como un panteísta (ver: Panteísmo). En realidad, era un ateo y criticaba acerbamente la religión, por lo que en 1656 fue anatematizado y expulsado de la comunidad hebrea. Por sus concepciones políticas, Spinoza era partidario de la democracia burguesa. El materialismo de Spinoza ejerció gran influencia sobre los materialistas franceses y la “ilustración” alemana del siglo XVIII. Las obras fundamentales de Spinoza son: Tratado sobre la reforma del entendimiento, escrito alrededor de 1662; Tratado teológico-político, 1666-1670; Ética (ver), 1662-1675; Epístolas, 1661-1676.

Diccionario filosófico marxista · 1946:286

Baruch (Benito) Espinosa (1632-1677)

Notable filósofo materialista holandés. Espinosa negaba a Dios como creador de la naturaleza, considerando que Dios es la naturaleza misma. Llamando a la naturaleza Dios, Espinosa expresaba, con eso mismo, que la naturaleza es causa de sí propia; que ella misma contiene en sí la causa, tanto de su existencia, como la de todas las cosas. A diferencia del dualismo (ver) de Descartes, Espinosa creó un sistema monista, en el que el pensamiento y la extensión se declaran como atributos (propiedades esenciales) de una substancia única: la naturaleza. Espinosa entendía el movimiento como un desplazamiento mecánico del cuerpo en el espacio y no lo consideraba atributo de la materia, prescribiéndolo sólo a las cosas unitarias. De ahí que en la filosofía de Espinosa resultara que cambian solamente las cosas por separado, pero la naturaleza, en su todo, permanece siempre inmutable. En la teoría del conocimiento, Espinosa fue un continuador del racionalismo de Descartes y consideraba que el conocimiento verdadero se obtiene por la propia razón, sin la ayuda de los sentidos.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:31

Baruch (Benedicto) Spinoza (1632-1677)

Spinoza

Ilustre filósofo holandés, materialista y ateo, ideólogo de las capas democráticas de la burguesía. Su concepción del mundo se formó en la época en que las relaciones capitalistas se desarrollaban intensamente en los Países Bajos. En esos años, el pueblo holandés defendía su independencia amenazada por España y por otras potencias, y la burguesía se hallaba en conflicto con el régimen feudal. Interpretando las aspiraciones de la burguesía ascendente, Spinoza preconizaba la libertad de la ciencia y el desarrollo de la instrucción, a la que consideraba como un remedio contra todos los males sociales. Su sistema debía servir de fundamento teórico a las libertades burguesas. Spinoza negaba la existencia de un Dios creador, y afirmaba que la misma naturaleza es Dios, subrayando con eso, que la naturaleza es su propia causa, la causa y la esencia de todo lo que existe. Engels apreciaba mucho el célebre principio de Spinoza “causa sui”. “Es un gran honor para la filosofía de esa época”... escribe Engels, “el que haya insistido, desde Spinoza hasta los grandes materialistas franceses, en explicar el mundo por sí mismo, dejando a la ciencia de la naturaleza del porvenir el cuidado de ofrecer las justificaciones de detalle” (Engels, Dialéctica de la naturaleza. Ed. rusa).

Criticando resueltamente el dualismo de Descartes (ver), Spinoza creó un sistema monístico en el que el pensamiento y la extensión son los atributos de una substancia única, la naturaleza. Pero al profesar que el pensamiento es el atributo de toda materia, Spinoza exponía una idea errónea, la de la animación universal de la materia. Entendía por movimiento el desplazamiento mecánico de los cuerpos en el espacio, pero no lo admitía más que para los objetos singulares y no como atributo de la substancia. Sólo las cosas aisladas se modifican, mientras que la naturaleza en su conjunto es inmutable, existe al margen del tiempo. Spinoza resolvió igualmente de una manera metafísica los problemas de la causalidad, de la necesidad y de la contingencia. Según él, el determinismo riguroso es incompatible con la contingencia; todo lo que se cumple en la naturaleza es necesario. Es ésta una concepción metafísica. En realidad, la necesidad no excluye la contingencia, que es una manifestación de ella. Sin embargo, la filosofía de Spinoza contiene elementos dialécticos: el principio “causa sui” traduce la interdependencia de las cosas, su acción recíproca, su encadenamiento. Spinoza aborda como dialéctico la cuestión de la libertad y la necesidad. Estima que la libertad es una necesidad de la que se ha adquirido conciencia. En su psicología, concede un lugar importante a la teoría de las “pasiones” (placer, dolor, &c.). Al hacerse conscientes, las pasiones se convierten en voluntad. Spinoza califica de servidumbre la impotencia del hombre para limitar, domar sus pasiones. La libertad consiste en saber dominarlas. La razón debe prevalecer sobre todas las pasiones.

Continuando al racionalismo cartesiano, Spinoza sostiene que la razón sola, sin mediación de los sentidos, es capaz de conocer la verdad. En sus investigaciones filosóficas, aplicaba el método geométrico. La mayor parte de los filósofos burgueses lo consideraban, equivocadamente, panteísta. En realidad, era ateo, y su crítica áspera de la religión le valió el ser excomulgado por la sinagoga en 1656. Su concepción de la sociedad es idealista y metafísica. La organización de una sociedad “racional” depende, según él, de la “purgación* del intelecto y del conocimiento de la “verdadera” naturaleza del hombre. El materialismo de Spinoza ejerció una considerable influencia sobre los materialistas franceses y los filósofos alemanes del siglo XVIII. Obras principales: “Reforma del entendimiento”, “Tratado teológico-político” (1670), “Ética” (1662-1675). La Ética no fue publicada sino después de su muerte, por sus amigos. Constituye la parte capital de sus “Obras póstumas” prohibidas en 1678 bajo inculpación de contener “doctrinas impías y sacrílegas”.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:477-482

Baruch (Benedictus) Spinoza (1632-1677)

Filósofo materialista neerlandés. Por su independencia de espíritu en materia religiosa fue expulsado de la comunidad confesional hebrea de Amsterdam. Obras principales: Tratado teológico-político y Ética. Spinoza es el creador del método geométrico en filosofía. La doctrina de Spinoza se formó en la situación histórica que hizo de los Países Bajos, después de haberse liberado del yugo de la monarquía feudal española, un país capitalista avanzado. Al igual que las mentes mas progresivas de su tiempo, Francis Bacon y Descartes, Spinoza creía que el fin del saber consistía en conquistar el dominio sobre la naturaleza y contribuir al perfeccionamiento del hombre. Completó la filosofía de sus predecesores con la teoría de la libertad: trató de la libertad humana como posible en el marco de la necesidad. Para resolver este problema, se basó en su teoría de la naturaleza. En contraposición al dualismo de Descartes, consideraba que solo existía la naturaleza, la cual es causa de sí misma y no necesita de ninguna otra cosa para su existencia. Como “naturaleza creadora”, la naturaleza es substancia o, según la denominó Spinoza, Dios. De la substancia, ser absoluto, Spinoza distingue el mundo de las cosas finitas singulares (modos) tanto corporales como pensantes. La substancia es una, los modos forman una multiplicidad innumerable. Un entendimiento infinito podría comprender la substancia infinita en todas sus especies o aspectos. Pero nuestra mente humana, finita, llega a aprehender la esencia de la substancia como infinita únicamente en dos aspectos: como “extensión” y como “pensamiento”, que son atributos de la substancia. La teoría de Spinoza acerca de los atributos de la substancia es materialista en su conjunto, pero metafísica, dado que Spinoza no considera el movimiento como atributo de la substancia. Partiendo de estos principios, Spinoza elaboró su teoría del hombre. Según Spinoza, el hombre es un ser con un modo de extensión –el cuerpo– al que corresponde el modo del pensamiento –el alma–. Tanto por este modo como por el otro, el hombre es una parte de la naturaleza. En la teoría acerca del modo del alma, Spinoza redujo toda la complejidad de la vida psíquica a la razón y a las pasiones o afectos –alegría, pena y apetitos–. Identificaba la voluntad con la razón. Lo que impulsa la conducta del hombre, según Spinoza, es la tendencia a la conservación de sí mismo y al provecho personal. Rechazó la teoría idealista del libre albedrío, reconoció la voluntad dependiente siempre de los motivos, pero al mismo tiempo consideraba posible la libertad como conducta, fundada en el conocimiento de la necesidad. Ahora bien, según la teoría de Spinoza, la masa no puede ser libre, únicamente puede serlo el sabio. Semejante concepción de la libertad es abstracta y antihistórica. En la teoría del conocimiento, Spinoza prosigue la línea del racionalismo. Elevó el conocimiento intelectual, fundado en el entendimiento, sobre la especie inferior del conocimiento, el sensorial, y reconoció el papel de la experiencia. Creta que la especie superior de conocimiento intelectual era la de la visión inmediata de la verdad o intuición mental. Declaró –siguiendo a Descartes– que el criterio de la verdad estribaba en la claridad y en la precisión. Spinoza influyó en gran manera en el desarrollo del ateísmo y del librepensamiento, religioso y científico. El fin de la religión no está en el conocimiento de la naturaleza de las cosas, sino tan sólo en el adoctrinamiento de las personas a tenor de una forma de vida moral. Por este motivo, ni la religión ni el Estado deben atentar contra la libertad del pensamiento. En la teoría sobre la sociedad, Spinoza es un continuador de Hobbes. A diferencia de este último, no consideraba la monarquía como forma suprema de poder, sino el gobierno democrático, y limitaba con exigencias de libertad la omnipotencia estatal. Spinoza ejerció una fuerte influencia sobre el materialismo metafísico de los siglos XVII-XVIII, y su independencia de criterio en lo tocante a la religión, sobre el desarrollo ulterior del ateísmo. Engels apreciaba mucho las concepciones filosóficas de Spinoza: “Hay que señalar los grandes méritos de la filosofía de la época, que... comenzando por Spinosa y acabando por los grandes materialistas franceses, esforzóse tenazmente para explicar el mundo partiendo del mundo mismo, dejando la justificación detallada de esta idea a las ciencias naturales del futuro” (t. XX, pág. 350. Marx y Engels, “Obras escogidas”, Ed. en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1952, t. II, pág. 58).

Diccionario filosófico · 1965:439-440

Baruch (Benedictus) Spinoza (1632-1677)

Filósofo materialista de los Países Bajos. Por su librepensamiento religioso fue excomulgado de la comunidad eclesiástica judía de Amsterdam. Spinoza es autor del método geométrico en filosofía. La doctrina de Spinoza se formó en la situación histórica posterior a la liberación de los Países Bajos del yugo de la monarquía feudal española, cuando éstos se convirtieron en un país capitalista avanzado. Lo mismo que las ilustres mentes del siglo 17 –F. Bacon y Descartes–, Spinoza consideraba que la finalidad del conocimiento consiste en conquistar el dominio sobre la naturaleza y perfeccionar al hombre. Spinoza completó la doctrina de sus predecesores con la teoría de la libertad: mostró que la libertad humana es posible en el marco de la necesidad. Resolviendo este problema, Spinoza se apoyaba en su propia doctrina de la naturaleza. Contrariamente al dualismo de Descartes, Spinoza opinaba que existe sólo la naturaleza que es causa de sí misma (causa sui) y no necesita para su ser nada más. Como “naturaleza creadora” es “substancia” o, como llamaba Spinoza, Dios. De la substancia, Spinoza diferencia el mundo de las cosas finitas (modus), tanto corporales como pensantes. La substancia es única, mientras que el número de modus es infinito. El intelecto infinito podría concebir la substancia ilimitada en todas sus formas o aspectos. Pero nuestro raciocinio finito concibe la esencia de la substancia sólo en dos aspectos: como “extensión” y como “pensamiento”. Son atributos de la substancia. En general la doctrina de Spinoza sobre los atributos de la substancia es materialista, pero metafísica, ya que el autor excluye el movimiento del número de dichos atributos. Con arreglo a estas tesis Spinoza formuló su doctrina del hombre. Según Spinoza, el hombre es un ser en el que al modus de extensión (cuerpo) le corresponde el de pensamiento (alma). En conformidad con uno y otro modus, el hombre es parte de la naturaleza. En su doctrina del modus del alma, Spinoza redujo toda la complejidad de la vida psíquica a la razón y a las pasiones (afecciones): alegría, tristeza y ansia. Identificó la voluntad con la razón. Según Spinoza, la conducta del hombre es movida por el afán de la autoconservación y la ventaja propia. Spinoza rechazó la doctrina idealista del libre albedrío, reconocía que la voluntad depende siempre de los motivos, pero, al mismo tiempo, estimaba posible la libertad como conducta fundada en el conocimiento de la necesidad. Ahora bien, su doctrina dice que no puede ser libre la masa, sino tan sólo el sabio. Esta comprensión de la libertad es abstracta y antihistórica. En su doctrina del conocimiento, Spinoza continúa la línea del racionalismo. Puso el conocimiento intelectual, basado en el intelecto, por encima de la variedad inferior del conocimiento (la sensorial) y rebajó el papel del experimento. Spinoza desempeñó un gran papel en el desarrollo del ateísmo y el librepensamiento. La religión no persigue el fin de conocer la naturaleza de las cosas, sino sólo de aleccionar a los hombres cuál debe ser el modo de vida moral. Por eso, ni la religión ni el Estado deben atentar contra la libertad del pensamiento. En la doctrina de la sociedad, Spinoza es seguidor de Hobbes. A diferencia de este último sostenía que la forma superior de poder no era la monarquía, sino la gobernación democrática, y limitaba la prepotencia del Estado con las exigencias de la libertad. Spinoza ejerció una fuerte influencia sobre el materialismo metafísico de los siglos 17-18, y su librepensamiento, sobre el desarrollo posterior del ateísmo. Obras principales: Tratado teológico-político” (1670) y Ética (1677).

Diccionario de filosofía · 1984:409-410