No volver� a haber otra como ella. Ganadora del Booker Prize con dos libros de la misma trilog�a (En la corte del lobo y Una reina en el estrado), capaz de meterse en la piel de Thomas Cromwell para destripar a Enrique VIII, distinguida como "dama" por Isabel II en el 2014 por sus m�ritos literarios, Hilary Mantel era, sin duda, la reina de la novela hist�rica.
La autora nacida en el 1952 en Derbyshire muri� el jueves a los 70 a�os, "r�pida pero apaciblemente" en el hospital Royal Devon and Exeter, rodeada de familiares y amigos, justo dos semanas despu�s de la muerte de Isabel II. Mantel viv�a lejos del mundanal ruido en una luminosa casa con vistas al mar en Budleigh Salterton, junto a su marido, el ge�logo Gerald McEwen. Se divorciaron y se volvieron a casar.
"Hemos perdido a un genio de mujer", escribi� en las redes JK Rowling, una de sus admiradoras. La historiadora Lucy Worsley record� as� su primer encuentro con ella en el 2009, antes de su salto a la fama. "Apareci� de pronto, en una sala de conferencia en Hampton Court, y se puso a tomar notas delante de m�. Entonces no sab�a que ten�amos a una diosa caminando entre nosotras".
Hilary Mantel arrastr� durante d�cadas problemas de salud y fue diagnosticada con endometriosis. Sol�a vestir con prendas amplias que le aliviaban y le daban al mismo tiempo un aire et�reo y se�orial. En una entrevista concedida a EL MUNDO tras su segundo Booker, por Una reina en el estrado (Destino), Mantel confesaba que el dolor le imped�a muchas veces escribir por largos per�odos.
Contra viento y marea, y de nuevo con la bendici�n de cr�tica y p�blico, consigui� finalizar su trilog�a sobre el reinado de Enrique VIII con El espejo y la luz en el 2020. En su �ltima novela, que arranca con la decapitaci�n de Ana Bolena, Mantel ahondaba en los �ltimos a�os de Thomas Cromwell, el "hombre a la sombra del rey" que tanto le fascin� desde joven.
"�Hay vida despu�s de Thomas Cromwell?", le preguntamos en nuestro �ltimo encuentro. "Espero que s�, su sombra me persigue". La escritora dio de hecho nueva vida a su personaje predilecto en la serie televisiva de la BBC y luego en la adaptaci�n teatral de su trilog�a.
"Cromwell era un poco el Corleone de su tiempo, pas� un tiempo en Italia y tuvo El Pr�ncipe de Maquiavelo como uno de sus libros de cabecera", recordaba. "Digamos que jugaba con fuego y sab�a sus riesgos. Yo creo que su sue�o era sobrevivir a Enrique VIII y convertirse en el hombre clave en la transici�n, cuando llegara el heredero. Pero sab�a que en cualquier momento pod�a perder el favor del rey, como le ocurri� a Tom�s Moro o al cardenal Wolsey".
En Espa�a, y tras el �xito mundial de En la corte del lobo, Mantel public� en los �ltimos a�os Experimento de amor, la novela que la sac� del anonimato hace m�s de 25 a�os "cuando ten�a excelentes cr�ticas pero muy pocos lectores".
Mantel se consideraba en eterna deuda con nuestro pa�s, porque all� brot� la chispa de su inmortal trilog�a. "Me invitaron a un seminario en la Universidad de Alcal� y acabamos haciendo una visita tur�stica con un profesor, que nos llev� hasta la torre donde naci� Catalina de Arag�n. Al ver mi curiosidad, me dijo: ��Qu� tuvo Catalina que sigue poniendo en estado de alerta a los ingleses?�. Esa pregunta se qued� resonando en m� y me hizo pensar: quiz�s hay un p�blico interesado en saber m�s sobre Catalina. Todos los libros son las sumas de extra�as coincidencias".
Antes que novelista hist�rica, Hilary Mantel fue estudiante de Derecho y trabajadora social en un hospital geri�trico, que sirvi� de inspiraci�n para su primera novela, Cada d�a es el d�a de la madre. Acompa�� a su marido en Bostwana y Araia Saud�, y tard� m�s de 15 a�o en ver publicada su primera novela hist�rica, La sombra de la guillotina. "Siempre tuve buenas cr�ticas, pero no suficientes lectores... Tard� tiempo en darme cuenta de que a los brit�nicos les importa un pimiento la Revoluci�n Francesa".
En los �ltimos a�os, Mantel salt� a los titulares en su propia tierra por un libro e relatos de t�tulo provocativo, El asesinato de Margaret Thatcher, a partir de un encuentro casual que tuvo con la ex premier durante una visita al hospital: "Fue un texto que tard� 30 a�os en fraguar y tuve que esperar a que se muriera para poder publicarlo". Mantel fue una cr�tica implacable del Partido Conservador y no dud� en calificar a Thatcher como "una fuerza tremendamente destructiva en este pa�s".
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