A la princesa Beatriz de York, nacida un 8 de agosto de 1988, le corresponde la guardia del signo zodiacal de Leo, un astro que rige a las personalidades de fuerte seguridad en sí mismos y con autonomía, dos rasgos que la princesa ha sabido defender desde muy pequeña con su singular estilo, mismo que ha quedado confirmado en los pasados días con su apuesta en el día de su boda con un vestido de novia muy particular.
Hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, la princesa Beatriz de York es la octava heredera al trono británico según la línea de sucesión –segunda mujer en esta línea por la corona después de la princesa Charlotte de Cambridge– un hecho que le permite alejarse de los compromisos reales y llevar una vida más libre y desenfadada, aspectos que definitivamente han tenido mucho que ver con sus deliberadas apuestas en estilismos, mismas que han quedado plasmadas por la prensa internacional desde sus primeras apariciones. Digna nieta de la Reina Isabel II.
1988
En diciembre de 1988, se llevó a cabo el bautizo de la princesa. Para esta ocasión sus padres optaron por un ropón tradicional en encaje color marfil para vestir a la pequeña princesa en este evento celebrado en la capilla real del palacio de St. James.
1991
A un año del nacimiento de su hermana, la princesa Eugenia de York, una pequeña Beatriz robaba las miradas de la prensa por su dulce apuesta en vestidos, un gesto que haría eco en una paleta de colores pasteles en su edad adolescente y adulta.
1999
Los días de asistir al colegio y cumplir con su agenda como una joven princesa, hicieron nacer en Beatriz las primeras claves de sus futuros looks, faldas y sacos cortos, dos básicos de su armario que evolucionaron a tonalidades más atrevidas en los años que vendrían.
2002
En plena adolescencia, la princesa se encontró atrapada entre ese espíritu rebelde que caracteriza a las nativas de Leo, y el espíritu tradicionalista que impera en los códigos de vestimenta de la realeza. Durante esta etapa de la vida de Beatriz, la veremos decantarse en estilismos apastelados y sincronizados con los de su pequeña hermana.
2011
Tendría que pasar casi una década y una madurez consolidada en el mundo de la moda, para conocer a la princesa Beatriz de York que todos amamos por su singular estilo de vestir. Qué mejor ocasión para revelar su verdadera esencia fashionista que la boda de su primo Guillermo y Kate Middleton. Sí, “la boda real” de la década pasada fue su momento de revelación ante un estilo sin reglas y un tocado –de Philip Treacy– que fue tan comentado como el vestido de novia de Kate.
2018
Una invitación a la Met Gala es sinónimo de tu consolidación como referente de la moda, y así lo confirmó Beatriz de York al aparecer sobre las escalinatas del museo neoyorquino en la apertura de la exhibición Heavenly Bodies: Fashion & The Catholic Imagination con un vestido firmado por Alberta Ferretti en gasa de seda. La unión de Beatriz y la alta moda estaba sellada.
2020
El pasado 17 de julio, en una de las bodas reales, sin duda, más memorables, la princesa y el empresario Edoardo Mapelli celebraron su enlace nupcial en medio de una pandemia. Para esta íntima celebración, Beatriz optó por llevar uno de los vestidos del armario de su abuela de 1962 diseñado por Norman Hartnell, artífice del vestido de novia y coronación de la reina. Con esta elección, Beatriz dejaba en claro que ella es la verdadera reina de la moda en la monarquía británica.
