El día posterior a la coronación de Carlos III también fue festivo en Londres y siguieron los actos oficiales. Las princesas Eugenia y Beatriz de York, por ejemplo, asistieron a un almuerzo en Chalefont Saint Giles donde pudieron vestir mucho más relajadas que en los actos oficiales en la Abadía de Westminster. Destacamos los zapatos de Beatriz de York, unas bailarinas con suela de esparto que podrían sustituir a las alpargatas en las playas mediterráneas.
La princesa Beatriz de York acudió con su (embarazadísima) hermana con una falda ajustada hasta las rodillas que luego atesoraba un bajo avolantado. Estampada con flores de color azul, esta conjuntaba divinamente con el cárdigan azul oscuro.
El evento era de día, así que los tacones no fueron necesarios. Es por ello que esas bailarinas de suela de esparto resultan perfectas para cerrar el conjunto porque funcionan como unas alpargatas de cuña. Cómodas y prácticas, no solo sacan un aprobado sobresaliente en eventos formales y monárquicos como los que se organizaron en Inglaterra, sino que serían perfectas para cualquier evento que una española o italiana tenga que encarar en verano.
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