Beatriz de York, la nieta favorita de Isabel II, está embarazada de su primer hijo

La reina Isabel II necesitaba buenas noticias, y le han llegado de mano de la princesa Beatriz, la que siempre se ha dicho que es su nieta favorita, y que ha confirmado a través de un comunicado de Buckingham que está embarazada de su primer bebé. Tras casarse el pasado 17 de julio con Edoardo Mapelli Mozzi, en una ceremonia secreta en una capilla de Windsor y después de aplazar la ceremonia 'gafada' por el coronavirus, ella y su marido recibirán este otoño a su hijo o hija. Así lo expresa la nota difundida por el palacio: "Su Alteza Real la princesa Beatriz y Edoardo Mapelli Mozzi, su esposo, se complacen en anunciar que esperan un bebé para otoño de este año. La reina ha sido informada y ambas familias están encantadas con la noticia".

El bebé será el duodécimo bisnieto de la soberana británica y el segundo hijo del empresario italiano, que es padre de un niño junto a su pareja anterior.

La princesa, novena en la línea de sucesión al trono británico, se encuentra en uno de los momentos más dulces de su vida. Tiene 32 años y es hija del príncipe Andrés, hijo de Isabel II, y su ex esposa, Sarah Ferguson. Pero vive ajena a los escándalos que han rodeado a sus progenitores y goza del favor y el cariño de la gente y de los medios, que la han coronado como el nuevo icono de moda del reino. ¿La razón? El estilismo que lució el día de su boda y que valió el título de royal influencer: un deslumbrante vestido de novia diseñado en los años 60 por Norman Hartnell, que vistió a Isabel II en su coronación y en el día de su boda con el fallecido duque de Edimburgo, y una tiara perteneciente también a la colección de su abuela.

Tras el enlace, la pareja partió al sur de Francia y realizó un viaje por carretera a modo de discreta luna de miel, descansando y disfrutando del buen tiempo en la costa que hizo brillar a Grace Kelly y evitando la cuarentena impuesta por Gran Bretaña que les habría supuesto seguir con su plan original: un viaje a la isla de Lamu, situada frente a la costa de Kenya, en la propiedad de los suegros de Beatriz, tal y como informaba The Daily Mail.

Su historia de amor, de alta sociedad y con final feliz

Beatriz de York no había tenido mucha suerte en el amor: durante una década compartió su vida con Dave Clark, un ejecutivo de Uber que le partió el corazón en el año 2016, como ya sucediese con Paolo Liuzzo, el neoyorquino que había sido su primer amor.

Pero las chispas saltaron cuando conoció a 'Edo' o Edoardo Mapelli Mozzi, el empresario italiano que se dedica al negocio inmobiliario en Londres y que procede de una familia de la alta sociedad: su madre, Nikki Williams-Ellis, es conocida por su trabajo benéfico y filantrópico; su padre, el conde italiano Alex Mapelli Mozzi, es un esquiador olímpico retirado y su padrastro, el fallecido Cristopher Shale, fue un político británico conservador muy cercano a David Cameron.

Su boda secreta con Beatriz de York fue su segundo paso por el altar, y el bebé que espera junto a ella es su segundo hijo: la nieta de la reina se convirtió en 'madrastra' del pequeño Wolfie, fruto de la relación del empresario con su expareja, Dara Huang, una arquitecta e interiorista con varias empresas a su nombre que en vistas del enlace escribía: "Le deseo lo mejor a Edo y Beatriz, y espero unir a nuestras familias".

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Se dice que la pareja se rompió abruptamente cuando Mapelli Mozzi se reencontró con Beatriz en la boda de su hermana Eugenia, en la capilla de San Jorge, sembrando unos rumores de infidelidad que fueron desmentidos por el entorno de la princesa.

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