Basílica Saint-Denys

Basílica de Saint-Denis
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Obra Arquitectónica  |  (edificio)
Saint-Denis - Façade.jpg
La basílica de Saint-Denis es la primera de la lista de los Monumentos históricos de 1840.
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:Gótica
Localización:1 Rue de la Légion d'Honneur, 93200 Saint-Denis, Francia
Uso inicial:Basílica
Uso actual:Basílica
Datos de su construcción
Inicio:siglo XII
Término:siglo XIII


La basílica de Saint-Denis es una iglesia, célebre por ser la primera que se erigió en el estilo gótico, así como por ser el lugar de sepultura de la mayor parte de los reyes de Francia desde 1966, aunque sigue funcionando como abadía. Aunque es conocida universalmente como "Basílica de Saint-Denis", en realidad el templo no tiene oficialmente el título de Basílica menor otorgado por la Santa Sede.

Ubicación

Está situada en Saint-Denis, cerca de París. Tiene el estatuto de catedral (de la diócesis de Saint-Denis)


Historia

Desde el Bajo Imperio existía un cementerio en Saint-Denis. En el siglo IV se erigió un mausoleo en el mismo lugar en el que se encuentra hoy el altar mayor. En el siglo V, Santa Genoveva adquirió las tierras colindantes e hizo construir una iglesia, que fue ampliada por dos veces durante la época merovingia, especialmente durante el reinado de Dagoberto I. Hacia el año 630 fue enterrado en ella San Dionisio (primer obispo de París) junto con dos de sus compañeros: el sacerdote Rusticus y el diácono Eleuthère. Hacia 750 se empezó a construir un nuevo santuario por orden de Pipino el Breve. Durante la época carolingia se construyó una iglesia en forma de basílica, con tres naves y un transepto. La misma fue renovándose con el transcurso de los años hasta el siglo XIV. Durante la primera mitad del siglo XII, el abad Suger, consejero de Luis VI el Gordo y de Luis el Joven, hizo derribar el deambulatorio carolingio y erigir la primera obra gótica. Las obras arquitectónicas fueron emprendidas entre 1140 y 1144. Con Suger la abadía adquirió más importancia; en ella se guardaban las regalías y se convirtió en una necrópolis real y dinástica. Desde la muerte de Hugo Capeto, la basílica contiene las tumbas de los reyes de Francia, excepto la de Felipe I que fue enterrado en el monasterio de Saint-Benoît-sur-Loire. El primero de los reyes capetianos, Hugo Capeto, fue abad laico de Saint-Denis, quien se aprovechó del potencial de la abadía para reforzar su poder. El 22 de agosto de 1291, una bula del papa Nicolás IV, firmada en Orvieto, ratificó la bula de Celestino III que otorgaba a los religiosos de Saint-Denis el privilegio de no estar sometidos a ninguna sanción canónica viniera de quien viniere (excepto las de sus abades), sin que la misma tuviera una licencia especial del soberano pontífice. Los reyes de Francia acudían a la abadía de Saint-Denis a orar y tomar la oriflama antes de ir a la guerra o a las cruzadas. Durante las guerras de religión, los protestantes y los católicos se enfrentaron en 1576 en una violenta batalla, y en 1593 Enrique IV abjuró del protestantismo.Saint-Denis y su patrimonio Dagoberto I fue el primer rey que quiso ser enterrado en Saint-Denis. De hecho, y dada su condición de necrópolis de los reyes de Francia, la basílica ha jugado un importante papel en la historia del patrimonio de Francia. En 1793 las sepulturas fueron profanadas, y los despojos se enterraron en un túmulo. Durante la Revolución los reyes fueron enterrados en un osario situado en la cripta. En 1816 Luis XVIII ordenó la reconstrucción de la necrópolis real. Los restos de los Borbones fueron devueltos a la cripta. Otra de las numerosas obras de arte que se encuentran en la basílica es el primer órgano construido por Aristide Cavaillé-Coll. Este instrumento, construido en 1840 por Aristide cuando sólo tenía 23 años, conlleva un número considerable de innovaciones, convirtiéndolo en un prototipo único en el mundo, con el que se inicia la era del órgano romántico (aunque sea considerado, asimismo, como el órgano clásico francés). Dotado de sesenta y nueve juegos repartidos en tres teclados y pedalero (más cuatro teclados manuales) se conserva, casi íntegramente, en su estado original y es, sin duda alguna, uno de los más hermosos instrumentos de Francia. El historiador Georges Duby describió la basílica como un prototipo de la Teología de la luz, definida por el abad Suger, que tomó como modelo las doctrinas de pseudo Dionisio Areopagita. Esta teología fue utilizada para la construcción de las catedrales de Europa durante los siglos XII y XIII, dando origen a la arquitectura religiosa gótica. La basílica fue declarada catedral después de la creación de la diócesis de Saint-Denis-en-France, en 1966... Suger quería renovar la antigua iglesia carolingia para poner de relieve las reliquias de San Dionisio, situándolas en un nuevo coro: para ello era necesario una importante elevación de los ventanales que dejaban pasar la luz. Suger, decidió acabar la construcción de la iglesia principal de su obispado y se inspiró para ello en el nuevo estilo (que ya se percibía) en la catedral de Saint-Étienne de Sens. En 1140 hizo construir un nuevo edificio occidental, inspirándose en los modelos normandos de la época romana, como la abadía de Saint-Étienne de Caen. En 1144, la consagración del coro de la basílica representó el advenimiento de una nueva arquitectura. Retomando el principio del deambulatorio a la capilla absidal y duplicándola, decidió yuxtaponer las capillas, antes aisladas, separándolas por un simple contrafuerte. Cada una de las capillas recibiría la luz a través de unos grandes ventanales gemelos decorados con vidrieras. El abovedado adoptó la técnica de la cruz de ojiva que permite repartir mejor la fuerza de las columnas. El transepto, el coro, el deambulatorio y la cripta albergan un museo en el que hayan expuestas las tumbas de los reyes y reinas de Francia, así como las de muchos de sus servidores. El museo permanece cerrado durante las ceremonias religiosas. Son verdaderamente destacables los mausoleos de Luis XII, Ana de Bretaña, Francisco I y Enrique II.

Restauración

Napoleón Bonaparte ordenó las primeras restauraciones en 1805. Lista de los arquitectos que participaron en la restauración de la basílica: 18191813: Jacques Célerier 18131846: François Debret. Fue bajo la dirección de este arquitecto cuando se detectaron las grietas que aparecieron en la torre norte obligando a demolerla. Se pensó entonces que la escuela de Bellas artes no preparaba a arquitectos capaces de intervenir en la restauración de los edificios antiguos. A partir de ahí surgió la idea de la preparación específica para aquellos arquitectos que se dedicaran a la restauración de los monumentos históricos construidos en esa época. 18461879: Eugène Viollet-le-Duc. Se hizo cargo de la restauración del edificio salvándolo, sin duda alguna, de la ruina. Acabó la restauración rectificando gran parte de lo realizado por Debret y reorganizó las tumbas reales que todavía subsisten.

Fuentes