Refuerzo de Lengua. José Luis Pascual
TEST DE COMPRENSIÓN LECTORA
La Rana que quería
ser una rana auténtica
de Augusto Monterroso
Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.
Unas veces parecía
encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la
hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un
baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor
estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a
vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber
si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era
su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer
sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía
que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier
cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba
arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía
alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué
buena Rana, que parecía Pollo.