En Dinamarca, Joaquín Holger Waldemar (Copenhague, 54 años) es el príncipe Joaquín, hermano del actual monarca, quinto en la línea de sucesión al trono danés. En Washington (EE UU), en cambio, solo es un ciudadano más. “Hemos vivido aquí durante siete meses y muy poca gente sabe quiénes somos, aparte de los daneses”, reconoce en una entrevista publicada este martes 16 de abril en The Washington Post. El hermano pequeño del rey Federico X (55 años) comenzó el año pasado una nueva vida en Estados Unidos junto a su mujer, Marie (48 años), después de vivir durante cuatro años en París, ciudad natal de la princesa. En la entrevista, algo poco habitual dentro del mundo royal, dice que está redefiniendo el papel de “un príncipe moderno”, mientras abraza una vida lejos del foco real.
Joaquín y Marie de Dinamarca, que han concedido la entrevista conjunta al medio estadounidense, estrenaron su etapa en septiembre de 2023. El nuevo papel del príncipe, según explica el medio, es el de agregado militar de la Embajada de Dinamarca en colaboración con el Pentágono y los aliados de la OTAN, con el objetivo de fortalecer la cooperación industrial de defensa y promover los intereses daneses en Estados Unidos. Aun así, Joaquín aclara al periódico que no se trata de una huida de su país y de la monarquía, al estilo de Enrique de Inglaterra y Meghan Markle con su marcha a California, y habla de la importancia de representar a su institución: “Te remontas en el tiempo, en el caso danés, que su monarquía tiene más de mil años, y eres, puede sonar extraño decirlo, el legado vivo de esa identidad nacional”.
Cuando en 2020 se instalaron en Francia, también lo hicieron con una excusa laboral, pero la relación de los condes de Monpezat con la familia real danesa no pasaba por su mejor momento. Hacía años que Joaquín pedía a su madre, la reina Margarita II, más responsabilidades, más tareas, que le diera más valor y le ayudase a escapar del escrutinio público al que la prensa siempre le ha sometido aireando sus romances y deslices. Como no lo logró, se fue. Durante estos cuatro años, también ha habido cambios importantes que no le han dado precisamente ganas de volver. El más notable fue cuando en 2022 su madre, todavía en el trono, despojó de sus títulos reales a los cuatro hijos del príncipe (tiene dos hijos con Marie, Henrik y Atenea, y otros dos de su matrimonio anterior con Alexandra de Frederiksborg, Nicolás y Félix). “No estábamos contentos con la forma en que sucedió”, confiesa Marie durante la entrevista con The Washington Post. “Pero es una cosa de familia. Es complicado”, añade.
Los cuatro hijos de Joaquín dejaron de ser llamados “altezas reales” y pasaron a ostentar el rango de “excelencias” desde enero de 2023, pero sí conservan sus respectivos lugares en la línea de sucesión. “He tomado mi resolución como reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado hasta qué punto mi hijo menor y su familia se sentirían afectados. Me ha causado una gran impresión y lo siento”, señaló ante la polémica familiar la entonces monarca danesa en un comunicado. Aun así, esta decisión de su abuela tuvo un impacto negativo en los niños, según advierte la madre de dos de ellos en la charla con el medio estadounidense. “También es su nombre. Es su identidad desde que nacieron. Así que es más que lo que la gente ve como un título”, comenta Marie. “Hemos seguido adelante”, zanja su marido.
Otro giro inesperado fue la abdicación que Margarita de Dinamarca anunció el pasado 31 de diciembre de 2023, después de 52 años en el trono. A los 55 años, Federico fue coronado rey el pasado enero en un acto al que acudió su hermano, pero no su cuñada ni sus sobrinos. Esta transición de poder marcó un momento significativo en la historia danesa e impulsó a los dos hermanos a un posible acercamiento tras de años de distanciamiento, pero parece que les va mejor separados. Las rencillas entre ambos vienen de lejos y, según la prensa danesa, siempre han estado relacionadas con los celos. “Intentan no coincidir nunca en reuniones familiares, a no ser que no les quede otro remedio. Las fiestas navideñas las suelen pasar separados y [la reina] Margarita alterna un año con cada uno de sus dos hijos”, contó una fuente al portal Her & Nu en 2020.
La situación de Joaquín y Marie recuerda a la que vivió el fallecido príncipe Enrique, marido de la reina Margarita, que se pasó media vida reclamando un puesto más importante dentro de las tareas de representación de la casa real danesa hasta que en 2016 renunció a su título y pasó largas temporadas en Francia. Su hijo pequeño ha seguido esa estela, pero en vez de poner 1.600 kilómetros de distancia de por medio ha puesto 6.500. Su nuevo hogar en Washington, que la familia mostró durante las vacaciones de Navidad a través del perfil oficial de Instagram de la casa real danesa, les permite un refrescante descanso del constante escrutinio de la prensa, a la que ahora acuden para ser entrevistados solo cuando ellos quieren.
