El príncipe Joaquín de Dinamarca y su mujer la princesa Marie están muy disgustados por la decisión de la reina Margarita de Dinamarca de retirar los títulos de príncipes a sus hijos, Henrik y Athena, y a los hijos que Joaquín tuvo con la condesa Alexandra de Frederiksborg, Nikolai, de 23 años, y Félix, de 20. Los mayores, sin embargo, tienen más herramientas para asumir la medida que entrará en vigor el 1 de enero y por la que pasarán a ser condes y condesas y a recibir el tratamiento de Sus Excelencias en lugar de Su Altesa Real.
Los pequeños, sin embargo, lo están llevando peor. Según han denunciado los príncipes Joaquín y Marie, Athenea, de 10 años, está teniendo problemas en la escuela. La están “intimidando” sus compañeros que se acercan a ella preguntándole si ya no es princesa. Marie lo ha contado en el noticiero danés BT desde París, donde viven los príncipes que han reconocido que las relaciones dentro de la familia están siendo “complicadas” tanto con su hermano, el príncipe Federico como con la propia reina. Sienten que, informados solo cinco días antes del anuncio, no han tenido tiempo para preparar a sus hijos para hacer frente a la nueva situación, “el cambio y las reacciones de la gente”. Creen que los niños han sido “puestos bajo la atención pública” y tienen necesidad de “defenderlos” ante una medida que el príncipe Joaquín ha calificado como un “castigo” de la reina hacia sus hijos. Por su parte, la madre de nietos mayores de Margarita de Dinamarca, la condesa Alexandra de Frederiksborg, expresó hace unos días su “conmoción” y tristeza por la decisión de la reina de suprimir estos títulos con el objetivo de adelgazar la monarquía. “Los niños se sienten marginados. No pueden entender por qué les están quitando su identidad”.
La reina siente que estén sufriendo tanto, pero se ha reafirmado en su decisión a través de un nuevo comunicado. Cree que ha tardado mucho en tomar esta determinación que ve como “una salvaguardia necesaria para el futuro de la monarquía” y considera que será bueno para sus nietos en el futuro a pesar de todo lo que ahora mismo está suponiendo para ellos y sus padres. “Llevar un título real conlleva una serie de obligaciones y deberes, que en el futuro serán responsabilidad de menos miembros de la familia real”. Lamenta que su decisión, que ha tomado “como reina, madre y abuela” haya afectado a su hijo y sus nietos. “Como madre y abuela he subestimado lo afectado que se siente mi hijo menor y su familia. Causa una gran impresión, y lo siento por eso”, ha dicho. “Que nadie dude que mis hijos, nueras y nietos son mi gran alegría y orgullo. Ahora espero que nosotros, como familia, podamos encontrar la paz para encontrar nuestro camino a través de esta situación”, ha confiado.
Incluso la princesa heredera Mary de Dinamarca ha hablado estos días sobre esta decisión de la reina. “El cambio puede ser extremadamente difícil y resultar doloroso… esto no significa que la decisión no sea la correcta", ha asegurado en una entrevista con Ekstra Bladet. Mary y Federico, heredero al trono danés, tienen cuatro hijos: el príncipe Christian de 16 años, segundo en la línea de sucesión; la princesa Isabella de 15 y los mellizos de 11, la princesa Josephine y el príncipe Vincent. Por el momento, los cuatro conservarán sus títulos de príncipes aunque Mary ya ha adelantado que también revisarán si deben mantenerlos o no “cuando llegue el momento”.
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