Ingrid de Noruega se 'corona' ante la realeza europea | leonoticias

Ingrid de Noruega. / afp

Ingrid de Noruega se 'corona' ante la realeza europea

La puesta de largo de la hija de Haakon y Mette-Marit permite ver por primera vez en una cena de gala a la nueva generación de royals

S. RODRÍGUEZ Madrid

Al tomar asiento entre su abuelo y su padre, entre el rey Harald y el príncipe Haakon de Noruega, cogió la copa de agua y le dio un buen sorbo. Mette-Marit, sentada a la izquierda de su suegro, le reprendió. El protocolo indica que nada de beber hasta que la comida estuviera servida. Error de principiante, de debutante. Una anécdota, sin más, de la presentación ante la realeza europea de Ingrid Alexandra, segunda en la línea de sucesión al trono noruego, que en enero cumplió los 18 años y este viernes se 'coronó' ante la realeza europea.

Supuso su puesta de largo, su presentación ante el mundo con una tiara histórica –un regalo de su tía abuela, la princesa Astrid–, que jamás lucieron ni su abuela ni su madre. Tampoco su tía Marta Luisa, que por momentos quitó protagonismo a la protagonista de la noche, al presentar en sociedad a quien ya es su prometido, el chamán Durek Verrett, quien vistió de etiqueta, como la ocasión lo requería, en la gran celebración del Palacio Real de Oslo.

Arriba, la foto de familia de todos los invitados a la celebración. A la izquierda, Ingrid, sentada junto a la princesa Estela de Suecia y el príncipe Carlos de Luxemburgo; detrás, Amalia de Holanda e Isabel de Bélgica. A la derecha, la princesa Marta Luisa de Noruega y su prometido, el chamán Durek Verret. / AFP

Ingrid de Noruega, exultante y también algo nerviosa, le tomó prestado un vestido, de color burdeos y firmado por Alberta Ferreti, a su madre, quien también recicló un modelo rosa que había lucido en la boda de Victoria de Suecia. En realidad, casi todas las royals optaron por repetir, como la reina Sonia, con un vestido amarillo portentoso que estrenó para la boda del príncipe Carlos Felipe de Suecia o la reina Máxima, a quien ya se le había visto en alguna ocasión su indescriptible atuendo. Solo las debutantes Amalia de Holanda e Isabel de Bélgica, que también usaron en público por primera vez tiara –Amalia, la misma que se colocó Máxima para su boda en 2002; e Isabel, con la que le regalaron con motivo de su 18 cumpleaños–. La heredera del reino de los belgas vistió un eléctrico vestido rosa de Armani, mientras que quien algún día llegará al trono de los Países Bajos lució un favorecedor vestido-capa de Marchesa en color fucsia.

Letizia, la gran ausente

Precisamente, fue Amalia la acompañante del rey Felipe, padrino de Ingrid, en el paseíllo previo a la cena de gala, ante la ausencia de la reina Letizia, quien decidió no sumarse a la gran noche de la realeza europea. Tampoco lo hizo la princesa Leonor, quien este mismo viernes finalizó el curso en el UWC Atlantic College de Gales.

El rey Felipe llegó al salón que acogía la celebración del brazo de Amalia de los Países Bajos. / AFP

Quienes no faltaron fueron la reina Matilde de los belgas, los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, los príncipes Federico y Mary de Dinamarca, la princesa Victoria de Suecia, acompañada de su marido Daniel y sus hijos Estela y Óscar; los herederos del Gran Ducado de Luxemburgo Guillermo y Estefanía, que llevaron a su hijo Carlos de dos años; y una nutrida representación de las casas reales de Grecia y Bulgaria, encabezadas por el príncipe Pablo y su esposa Marie Chantal, y el príncipe Kiryl, del brazo de su novia Katharine Butler, quien coincidió también con su ex, Rosario Nadal, una de las pocas damas de la noche que no usó tiara. Tampoco le hizo falta para brillar con luz propia en una cena que devolvió los grandes fastos a la realeza europea.