Villarejo a Ana Romero: «‘El Troll’ (Sanz Roldán) te llama todos los días para contarte los capítulos»

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Manuel Cerdán

En la grabación de la conversación telefónica entre José Villarejo y Ana Romero, el 7 de mayo de 2015, la periodista reconoce al comisario, tras preguntarle éste, que el entonces director del CNI, Félix Sanz Roldán, la llama todos los días para “contarle todos los capítulos”. No hacía falta que Romero se lo descubriera a Villarejo porque, una vez leído su libro El Rey ante el espejo queda de manifiesto que su contenido está escrito bajo el dictado de los servicios secretos.

La conversación entre policía y periodista constata que ambos se comunicaron con mucho afecto. Nada que ver con la imagen que Romero pretendió proyectar después sobre el policía, a quien señalaba como el jefe de las cloacas.

La charla entre el policía y la periodista transcurre con la misma efectividad que en otros encuentros de 2015.

-José Villarejo: Yo creo que entre todos debemos de hacer lo que hablamos el otro día. Debemos hacer una catarsis. Y cambiar esta sociedad. Esto no puede ser. La gente se va a cansar. De tanto aparentar y tanta historia.
-Ana Romero: Es un mamarracho. Pero yo veo la parte positiva.
-JV: Ha sido como un torrente de agua que le ponen una presa.
-AR: ¡Exacto!
-JV: Se ha desbordado. Que le den morcilla a los tontos que le quieren poner puertas al campo. Serán tontos.
-AR: ¡Exacto ¡Exacto!
-JV: El Troll, el primero. Tu primo El Troll que te llama todos los días para contarte todos los capítulos…
-AR: (Se ríe) Sí. Te lo han contado. Sí. Yo estoy ahora en Barajas yendo a Bilbao y regreso a medianoche.

Cuando Villarejo menciona a El Troll se está refiriendo a Félix Sanz Roldán, el director del CNI, con quien mantuvo un largo pulso que acabó con el comisario en la cárcel. El general de cuatro estrellas con la ayuda de aliados mediáticos y la Fiscalía Anticorrupción logró construir un relato penal. El ex jefe de Investigación de El País denunciaba recientemente que Sanz Roldán, guiado por el periodista Javier Ayuso -conocido como El Moquetas- se entrevistaba en secreto con el director del diario de Prisa.

Romero reproducía en su libro las consignas del CNI sobre los periodistas que investigaban el patrimonio exterior de Juan Carlos I: “Llevan años repitiendo sin pruebas que Fasana era el bróker del Rey Juan Carlos en Suiza. Nunca se aportó pruebas y cambió esta versión a diestro y siniestro. Sin embargo, algunos periodistas no tuvieron empacho en publicarlo”.

En las investigaciones del fiscal Yves Bertossa de Ginebra y en la demanda por acoso de Corinna Sayn-Wittgenstein en Londres existen pruebas suficientes para certificar que el suizo Arturo Fasana había sido durante más de 20 años el testaferro del ex monarca.

Romero conocía, previamente a la edición de su libro, que la cuenta ‘Soleado’ de Fasana servía para encubrir dinero del Rey emérito y otros empresarios españoles. Tras el estallido del escándalo en julio de 2018, el protagonismo recayó en la Fundación Zagatka desde donde Juan Carlos I pagaba sus gastos y transfería dinero de la cuenta Lucum a amigas como Marta Gayá.

La escritora también recogía en su libro: “Villarejo, según fuentes de la seguridad del Estado, orquesta la grabación de dos policías y dos agentes del CNI, un hombre y una mujer, para manipularla e invalidar el caso. Es entonces cuando el general Sanz Roldán entiende que ha llegado la hora de poner límites al moonlighting (pluriempleo) de Villarejo”.

Romero con esta afirmación llegaba más lejos que la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, que instruye el caso Nicolay y que todavía no ha podido determinar quiénes fueron los autores de la grabación de la reunión entre policías y espías. También se olvidaba de que el enfrentamiento entre Villarejo y el general había arrancado desde mucho antes, incluso anterior al caso Emperador con la detención del empresario chino Gao Ping.

La verdadera motivación para que Sanz Roldán entrara en acción y ordenara el abatimiento de Villarejo se lo había confesado el propio comisario a Corinna en el encuentro de Londres en 2015, que el policía grabó y OKDIARIO reprodujo en julio de 2018: “El problema viene porque yo descubro que están robando dinero de los fondos reservados para el pago -rescate- de secuestros. Es muy fuerte. Lo más repugnante. Yo tengo contactos mejores que ellos en Arabia Saudí, Siria, Líbano, con los servicios secretos, con los que están llevando el tema del Yemen… Cuando yo un día pregunto… Hago una nota y esa nota llega al presidente del Gobierno. El presidente llama a la vice (Soraya Sáenz de Santamaría) y llama al ‘Troll’ (Félix Sanz Roldán). A partir de ahí, dicen eso no es así. Entonces le enseñan un recibo. Cuando se van, el presidente del Gobierno dice: “Ya veo que se lo han quedado porque qué terrorista firma un recibo de recibí el dinero…”.

Cuando habla de “secuestros” se refiere al de dos periodistas del diario El Mundo, que fueron liberados tras las gestiones del CNI y el pago de un rescate.

La conversación telefónica entre Villarejo y Romero concluía como había empezado: de manera muy afectuosa y citándose para otro momento. En una época que nada tenía que ver con la redacción de su segundo libro El Rey ante el espejo, editado a finales de 2017. Luego, sus encuentros nada tenían que ver con la edición de su segunda obra, como ella cuenta en sus páginas.

-JV: Mañana viajo también yo. El lunes, como tienes el canuto y eres la culpable importante…
-AR: El lunes regreso de Asturias.
-JV: El lunes o el martes. Me das un toque y tomamos un café y nos reímos un poco de la vida. No va a ser todo disgustos.
-AR: Me voy a guardar el teléfono, ahora que no ve “El Neveras” (su director en el El Mundo, Pedro J. Ramírez) (se ríe) y te mando un mensaje.
-JV: Un WhatsApp. Oye enhorabuena y magnífico curro.
-AR: Gracias. Un beso. Adiós.

Ana Romero manda “un beso” a quien después estigmatizará a lo largo de más de 100 páginas en su segundo libro sobre la Monarquía.

Durante el encuentro que mantuvo Corinna Sayn-Wittgenstein en su domicilio de Londres con Juan Villalonga y el ex comisario José Villarejo, la princesa alemana acusaba a la periodista Romero de ser una “agente doble” del general Félix Sanz Roldán y de actuar, periodísticamente, bajo los designios del director del CNI y del ex director adjunto de El País Javier Ayuso.

“Corinna quedó tan contenta con el encuentro con el general -escribía Romero en El Rey ante el espejo- que le escribió una carta a una amiga diciéndole que el viejo general de Uclés era ‘para comérselo’. Tan encantador le pareció que salió de allí cuatro horas después con el pañuelo perfectamente colocado en la chaqueta y una nueva amiga llamada Corinna”.

Todo fake: Corinna -como ha denunciado ante la Corte de Londres- salió despavorida de su encuentro con el director del CNI en una suite del hotel Connaught, con quien se había entrevistado durante una hora. Según la princesa alemana, ella y su hijo Alexander fueron amenazados por el general de cuatro estrellas, que había sido enviado a la capital británica por deseo de Juan Carlos I. Tal fue el pavor que se ha atrevido a denunciarlo ante la Justicia británica.

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