Arturo Toscanini

A los nueve años de edad conseguió una beca para la clase de violonchelo del profesor Carini, en el Conservatorio de Parma. Pero su pasión era el piano que, a pesar del castigo que sufría cada vez se escabullía, iba a tocar cada vez que podía. 

Arturo se graduó en 1885 y partió casi de inmediato para una gira en América del Sur. Durante una actuación, el conductor Leopoldo Miguez abandonó su podio en protesta por la falta de disciplina de la orquesta italiana. El suplente, Carlo Superti, sufrió tanta oposición que no pudo continuar. Por consejo de algunos colegas, Toscanini tomó la batuta para dirigir la orquesta; sólo tneía diecinueve años, y fue un triunfo.

De regreso en Italia, consiguió el lugar de segundo violoncello en la representación de "Otelo", de Giuseppe Verdi, en la Scala de Milán. El gran compositor mostraba una gran simpatía por el serio y rígido violonchelista, pero no así el director de orquesta que lo multó varias veces. Arturo terminó por no recoger su pago, en el temor a que las multas fueran más altas que la paga la misma.

En 1892 dirigió el estreno de "Pagliacci" de Ruggero Leoncavallo en el Teatro Dal Verme de Milán. Fue nombrado director artístico del Teatro Regio de Turín en 1895 e inauguró la temporada con "La Bohème" de Giacomo Puccini. Después de tres años en Turín, contrajo matrimonio con Carla De Martini. Toscanini deseaba casarse privadamente en una villa de Conegliano Veneto pero a su arribo, en la estación ferroviaria lo estaba esperando la banda del pueblo encabezada por el alcalde. Esta sería una de las muchas ocasiones en las que sus arrebatos se harían famosos.

Toscanini dirigió la primera puesta en escena italiana de las óperas de Richard Wagner "El crepúsculo de los dioses", y "Tristán e Isolda". Con sólo 31 años, en 1898, se convirtió en director del Teatro alla Scala de Milán, donde impuso una revolución en las costumbres incluyendo la denegación de la orquesta a los bis, prohibición de ingreso a los que llegaban tarde y nada de sombreros para las mujeres en la sala. Sus innovaciones, destinadas a poner en el centro de la atención a la música y no a las exigencias del público burgués, le ganaron el apodo de rústico, pero serían fundamentales para apreciar la ópera.

Pronto se convirtió en un director de renombre internacional, y, desde 1908 hasta 1914, dirigió el Metropolitan de Nueva York, donde se presentaron "Falstaff" y "Traviata" de Giuseppe Verdi, y "La Fanciulla del West" de Giacomo Puccini, interpretada por Enrico Caruso.

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, se hizo cargo de la posición intervencionista y fue casi hasta la primera línea de batalla. En 1928 fue nombrado director de la Filarmónica de Nueva York, donde permaneció hasta 1936.

Se opuso al régimen fascista desde el principio y, gracias al prestigio internacional que había adquirido, fue capaz de mantener una perfecta autonomía de la orquesta de La Scala. A pesar de la amistad que le unía a Giacomo Puccini, se negó a dirigir "Turandot", por la presencia en la sala de Benito Mussolini. En 1931 dirigió un concierto en el Teatro Comunal de Boloña: en la sala estaba Galeazzo Ciano, yerno de Mussolini, y Arturo se negó a continuar, por lo que un fascista le dio una bofetada. Debido a esta agresión, se negó a dirigir otras orquestas italianas hasta tanto estuviera en el poder el régimen fascista.

Fue así que abandonó Italia rumbo a los Estados Unidos, donde fundó la Orquesta Sinfónica de la NBC, que dirigió hasta 1954. Durante la Segunda Guerra Mundial organizó muchos eventos para recaudar fondos para las fuerzas militares estadounidenses y modificó el "Himno de las Naciones" de Giuseppe Verdi en clave antifascista.

Regresó a Italia después de la guerra para retomar la dirección del Teatro de la Scala reconstruido después de los bombardeos, y dirigió "Nabucco", y el "Te Deum", de Giuseppe Verdi, pero su hogar seguiría siendo los Estados Unidos, donde vivía con su esposa. En el último período comenzó también a interesarse por la música sinfónica. Su verdadera pasión, sin embargo, siguió siendo la ópera, como lo demuestra el registro de "Falstaff", que realizó en 1950 en Nueva York a los 83 años.

El 5 de diciembre 1949 fue elegido Presidente de la República Italiana Luigi Einaudi, quien lo nombró senador vitalicio por sus méritos artísticos, pero Toscanini renunció al cargo al día siguiente.

Se retiró de la escena a la edad de 87 años, dirigiendo un concierto dedicado a Richard Wagner. Arturo Toscanini murió en su casa en Riverdale en el Bronx (Nueva York), el 16 de enero de 1957.

Toscanini y su esposa Carla De Martini tuvieron cuatro hijos: Walter, nacido el 19 de marzo de 1898, Wally, nacido el 16 de enero de 1900 (el cual durante la Segunda Guerra Mundial fue un importante cuadro de la resistencia), George, nacido en septiembre de 1901 pero muerto de difteria cinco años más tarde, y Wanda nacida en 1906, quien se casó con el pianista ruso-ucranino y amigo de la familia Vladimir Horowitz.