Arthur Rambo (2021), de Laurent Cantet

Tras publicar “Desembarco”, libro dedicado a la inmigración argelina, el joven escritor de origen árabe Karim D. concede una entrevista a un programa televisivo que le pone de moda. Poco después, sale a la luz que publica en Twitter mensajes ofensivos para diversas minorías, la mayoría antisemitas y homófobos, en los que hace gala de un humor negro despreciable. Quienes le habían aplaudido hasta entonces se vuelven en su contra, sus editores se distancian de él, los principales medios de comunicación le ponen a caldo y su novia Léa, sus amigos y familiares le reprochan sus escritos.

Laurent Cantet se ha especializado en cine social sobre principales asuntos de la sociedad contemporánea. Aquí retrata el fenómeno de las redes sociales, que pueden sacar a la luz lo peor del ser humano, pues se aprovecha el anonimato que ofrecen para divulgar mensajes deplorables. El film, coescrito por él mismo con Fanny Burdino y Samuel Doux, se inspira en la historia real del periodista radiofónico Mehdi Meklat, que pasó de fenómeno mediático a apestado cuando se descubrieron algunos textos suyas en redes sociales. También habla de la sociedad árabe, cuestionada en el país galo tras los duros atentados del Bataclán y Charlie Hedbdo.

El realizador rescata a Rabah Nait Oufella, uno de los jóvenes estudiantes de su película La clase, para dar vida al protagonista. El chico realiza un gran trabajo, pues le ha tocado un personaje lleno de contradicciones, que por ejemplo justifica sus burradas, presentándolas como un experimento artístico, creando un “alter ego” que pusiera a prueba el sistema, pero también reconoce que al ir cosechando cada vez más seguidores, no pudo poner fin a tiempo a su actividad, se enganchó a la pequeña porción de fama que proporcionan las redes sociales. Le acompaña un reparto bastante eficaz, del que cabe mencionar a Bilel Chegrani, como el hermano menor de Karim.

Laurent Cantet ofrece mucho material para el debate. ¿Pueden resultar dañinos algunos mensajes online? ¿Es una opción legítima cancelar a una persona por lo que ha escrito en el pasado o deben prescribir los actos dudosos perpetrados en las redes? ¿Tienen oportunidades para ascender socialmente los inmigrantes? ¿Cuáles son los límites de la creación artística? Sólo existe la voluntad de poner estas cuestiones sobre el tapete, no de responderlas, y están por encima del desarrollo dramático de los personajes y la acción, por lo que se tiene la sensación de estar visionando algo similar a un ‘debate filmado’, que concluye quizás de forma abrupta. Tampoco acaba de funcionar que se haya elegido la opción de condensar toda la acción en día y pico, lo que deriva en que parezca apresurado que Karim D. triunfe y se estrelle en unas horas.

El título aprovecha la similitud de la pronunciación francesa del apellido del escritor lírico Arthur Rimbaud, y Rambo, el violento héroe interpretado por Sylvester Stallone. Se podría interpretar que el protagonista escoge este pseudónimo para presentarse como un poeta de armas tomar.