Arquitectura y escultura del Renacimiento

San Andrés de Mantua

León Batista Alberi / Se inicia en 1462 y se prolongarán los trabajos durante 300 años / Renacimiento; Quattrocento

Tiene planta basilical de cruz latina con una gran nave central o planta de salón y una nave en el transepto cubiertas con bóvedas de medio cañón con casetones. En el crucero una cúpula sobre pechina diseñada ya en el barroco por Filipo Juvara. En los espacios laterales se alternan grandes capillas abiertas a la nave central por arco de medio punto y con bóveda de casetones con pequeñas capillas oscuras y que se abren al exterior mediante un vano circular como foco de luz. Se alternan estas capillas con un vano circular en la parte superior. Estas capillas han sido horadadas en el mismo contrafuerte que contrarrestan los empujes de la bóveda de cañón que cubre todo el espacio. La trascendencia e influencia de este diseño radica en la amplitud del espacio de la nave central muy apto para ver y ser visto y sobre todo en la disposición de alternancia de las capillas laterales que influirá en el modelo de iglesia jesuítica del barroco diseñado por Vignola en el Il Gesú. En esas capillas oscuras se colocarán los confesionarios y en los púlpitos de la nave central “actuarán” los predicadores y confesores.


Fachada de San Andrés de Mantua

La fachada que se adelanta a la iglesia parece constituir una especie de nártex y tiene dos formas: un triángulo y un cuadrado. En la parte superior una estructura abovedada cuya función real no se conoce exactamente. Esta fachada se organiza a partir de cuatro grandes pilastras de orden gigante sobre pedestal de orden corintio hecho que divide el espacio en tres calles o fachada tripartita con una escalinata frontal igual que en los templos romanos. Los cuerpos laterales están delimitados por dos pilastras y entre ellas un juego rítmico de arriba abajo de ventanas con arcos de medio punto, hornacinas y puertas con dintel. La calle central está concebida como un arco de triunfo (inspirado en el arco de Tito), la clave del arco se remarca con una ménsula. Está cubierta con bóveda de casetones y tiene puerta adintelada. Se remata la fachada con frontón triangular. El espacio es un ejemplo de orden, proporción y armonía para lo que utiliza recursos matemáticos y de influencia del mundo clásico así un arco de triunfo, de función civil conmemorativa, con frontón de función religiosa en los templos


Esculturas de Donatello

David de Donatello / Donatello / Renacimiento; Quattrocento / año 1444-1446

Esta escultura exenta, fundida en bronce, representa a un David muy joven (en realidad, un adolescente) que, después de haber derrotado a Goliat, le ha cortado la cabeza con su propia espada. David pisa la cabeza con aire pensativo y sostiene en sus manos la espada de Goliat y la honda con la que le dejó inconsciente. El tratamiento general es sobrio, no obstante, la sencillez del desnudo se rompe con el calzado de David y el abigarrado adorno del yelmo de Goliat, trabajados al detalle con relieves historiados y adornos vegetales típicos del primer Renacimiento. Además, David aparece graciosamente tocado con sombrero de paja típico de la Toscana, del que caen las guedejas del pelo; lleva, también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al heroísmo griego. Donatello interpreta este tema bíblico (tomado del Primer libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, es el primer desnudo integral, de bulto redondo, que aparece en la escultura renacentista. Se trata de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las líneas compositivas generales. La perfección anatómica, en la que el modelado muscular es muy suave, difuminado, casi femenino. Se puede ubicar en la plenitud del Quattrocento florentino; es un encargo del propio Cosme de Médicis y


San Jorge de Donatello / Donatello / Renacimiento; Quattrocento / año 1415

Se trata de una escultura exenta, de bulto redondo, específicamente, una estatua. Está tallada en mármol y mide 209 cm de altura. La imagen, que representa a San Jorge, transmite la fuerza de un guerrero. Asienta las dos piernas firmemente en la tierra, la mano derecha cae con el puño cerrado y en tensión, el rostro esta levantado y la mirada se pierde en el infinito. Analizando el rostro observamos claramente la psicología del personaje: muestra un naturalismo idealizado que está sereno, pero por otro lado muestra tensión en el entrecejo. El escudo en el que está inscrita la cruz de San Jorge, en forma de rombo, apoyado en el suelo y sostenido por la mano izquierda del personaje ayuda a dar sensación de solidez, fuerza y equilibrio. En este caso, el estudio anatómico se reduce solo a las manos y a la cabeza ya que las demás partes del cuerpo están cubiertas con la armadura. En la estatua se representa un gran desarrollo del volumen donde Donatello se va acercando a una composición más dinámica y compleja de sus obras a medida que avanza el tiempo y con él, su experiencia como escultor. El San Jorge de Donatello posee una dimensión radicalmente equilibrada. El escultor traduce en esta obra la idea de clasicismo en monumentalidad y presencia compacta del volumen. Todo ello tratado con la armonía que proporciona la verticalidad de la figura y el equilibrio de la cruz del escudo. Todavía en un nicho de formas góticas, la figura aun guarda ciertas proporciones góticas. Sin embargo, la musculatura ya es renacentista al igual que la expresión de su mirada que convierte al santo en un héroe cristiano, profundamente antropocéntrico como podemos ver en su actitud autosuficiente, poderosa y confiada en sí mismo. Así utiliza el llamado Conciliado (une contenidos religiosos, las del propio tema, con otros puramente humanos). Técnicamente, la escultura se organiza en tres óvalos (cara, pecho y escudo) proponiendo leves contrapuestos (brazo y hombros hacia la izquierda y cabeza hacia la derecha) que le dan profundidad en una posición tan forzada que posee en la plenitud de su visión.


Renacimiento

Con respecto a los valores formales, se exaltó el arte grecorromano
Se interesaron por los hallazgos arqueológicos, con la finalidad de estudiar las proporciones de las estatuas y analizar los sistemas constructivos del mundo clásico.
Es significativo que su espíritu laico demuestre una plena compatibilidad con los aspectos religiosos.
Esta tendencia por restablecer los elementos clásicos comienza en Florencia, una ciudad que se había recuperado de los estragos sufridos por la peste negra.


El artista tiene un enorme prestigio en este período.
El Renacimiento trata de recobrar el mundo cultural y artístico del mundo clásico.
El objetivo no es imitar lo clásico, sino partir de él para inventar algo totalmente novedoso.

El naturalismo se manifiesta en las proporciones del cuerpo y la expresión de sus movimientos, dando lugar a una representación anatómica caracterizada por
El canon: Se establecen las proporciones que han de regir la representación del cuerpo humano, como habían hecho Policleto o Praxíteles en la antigua Grecia.
Fisonomía: Se busca representar los valores atribuidos a los personajes que encarnan: la actitud ante la vida, el honor etc…
El movimiento: De acuerdo con la filosofía neoplatónica, el movimiento del cuerpo es el lenguaje del alma. A partir de la segunda mitad del siglo XV las figuras adoptan posturas de danza como si ésta fuera un estado natural del cuerpo.

Destaca la representación del paisaje.