Antibes

Casco antiguo de Antibes

El casco antiguo de Antibes es uno de esos pueblos con encanto en los que quedarás encantado en cada esquina: subiendo desde Porte Marine, podrás perderte en el laberinto de calles del Viejo Antibes. Para apreciarlo en todo su esplendor, no tengas prisa: tómate tu tiempo para pasear por las callejuelas, observar los detalles de las fachadas antiguas y las puertas de colores, oler el aroma de las flores, tomar algo en una terraza soleada y admirar el azul del Mediterráneo contrastando con la blancura de las piedras.

En el corazón de la ciudad amurallada, te esperan callejuelas escondidas, plazas pintorescas, talleres de artesanos y galerías de arte. Te recomendamos que pasees por las calles comerciales y descubras las numerosas tiendecitas y talleres que ofrecen productos gourmet o de diseño en la rue Sade, rue Clémenceau, rue Thuret, Boulevard d’Aguillon, rue James Close, rue de la Republique. Echa un vistazo a los numerosos restaurantes, que tienen terrazas panorámicas o jardines escondidos para comer.

Comuna Libre de Safranier

En el corazón del viejo Atibes, hay un rincón donde el tiempo parece haberse detenido: en las callejuelas de Haut y Bas Castelet, podrás admirar la Comuna Libre de Safranier. Todavía hoy existen en Francia un centenar de comunas libres, asociaciones de vecinos cuya finalidad es promover la identidad de un barrio dentro de un municipio, de origen claramente medieval. La más famosa es sin duda la de Vieux Montmartre, en París.

La comuna libre de Safranier se creó en 1966 para preservar y perpetuar las tradiciones locales. Cada año se organizan numerosas fiestas, como la fiesta del maíz, la fiesta de la vendimia en septiembre, la fiesta de la castaña en noviembre y la fiesta del tocón en diciembre, sin olvidar los bailes populares organizados para el 14 de julio.

Las calles bordeadas de flores de este pequeño barrio son encantadoras, y se pueden recorrer a pie. En la plaza del Safranier hay una placa conmemorativa de la estancia del poeta griego Nikos Kazantzakis: aquí escribió todas sus obras importantes, incluida su novela más famosa Alexis Zorba, adaptada al cine con el título de Zorba el Griego.

Museo Picasso

En el punto más alto de las murallas se alza el castillo Grimaldi, sede del Museo Picasso, visita obligada para todos los amantes del gran maestro.

Residencia de obispos en la Edad Media, a partir de 1385 la fortaleza fue habitada por la familia monegasca que le dio su nombre: Château Grimaldi. Pasó a ser residencia del gobernador del rey, se convirtió en ayuntamiento a partir de 1792 y se transformó en cuartel en 1820.

En 1946, Pablo Picasso utilizó parte del edificio como taller: el gran artista trabajó aquí durante dos meses, realizando numerosas obras, dibujos y pinturas. Tras su estancia, dejó 23 cuadros y 44 dibujos en depósito en la ciudad de Antibes: La alegría de vivir, Sátiro, Fauna y Centauro con tridente, Le Gobeur d’urchins, La Femme aux urchins, Bodegón con lechuza y tres erizos de mar, La cabra, así como 78 cerámicas. Hoy alberga el museo Picasso, con una rica colección de obras del artista.

Desde la terraza del castillo hay una magnífica vista del mar y del Cap d’Antibes.

Antiguas murallas

Desde el Museo Picasso parte un maravilloso paseo marítimo que discurre a lo largo de las antiguas murallas, el Paseo del Almirante de Grasse: siguiendo el camino, podrás admirar unas vistas inéditas de la ciudad sobre el mar y ver llegar los barcos y las barcas de pesca.

El paseo ofrece una de las vistas más hermosas de Antibes. Desde la rampa de Saleurs, donde antiguamente se salaba el pescado, camina junto al mar, siguiendo el trazado de las murallas construidas por Vauban en el siglo XVII hasta el puerto. Sobre tus cabezas, la antigua catedral y el castillo Grimaldi dominan el casco antiguo.

Fuerte Carré

El Fuerte Carré se construyó a mediados del siglo XVI por decisión del rey francés Enrique II para vigilar la cercana frontera del Var. Hoy está clasificado como monumento histórico por su extraordinaria arquitectura y su entorno natural preservado.

Situado en la península de Saint-Roch, el Fuerte está construido sobre una roca que domina el mar desde sus 26 metros de altura: su camino de ronda se eleva hasta los 43 metros y ofrece una vista panorámica de 360 grados .

El Fuerte está rodeado por un parque protegido de 4 hectáreas , que alberga flora y fauna típicamente mediterráneas. El parque es propiedad del Conservatorio del Litoral y forma parte del proyecto Natura 2000.

Mercado provenzal

Situado en pleno centro histórico de la ciudad, el mercado provenzal es una parada ineludible durante una visita a Antibes.

De martes a domingo por la mañana, en el Cours Masséna, frente al Ayuntamiento, se colocan unos cincuenta productores locales que ofrecen lo mejor de la gastronomía provenzal en una profusión de colores y fragancias embriagadoras. Puedes curiosear entre los puestos de floristas, hortelanos, pescaderos, charcuteros, queseros y productores de artesanía provenzal.

Puerto Vauban

Frente a las murallas del casco antiguo de Antibes, el antiguo puerto Vauban es el mayor puerto deportivo de Europa y el hogar de los yates más lujosos del mundo, algunos de más de 100 metros de eslora: el puerto ocupa una superficie de 25 hectáreas y cuenta con una longitud de atraque de 4200 metros lineales, con 1650 amarres, que dan cabida a todo tipo de embarcaciones.

Su clientela internacional confiere al casco antiguo de Antibes un carácter cosmopolita: en muchos pubs de la zona se habla inglés y es habitual encontrarse con marineros y viajeros de todos los rincones de Europa.

Instalado en el paseo marítimo, con vistas a Port Vauban y su muelle Milliardaire, se encuentra Le Nomade, del artista catalán Jaume Plensa, una obra monumental de 8 metros de altura: es uno de los lugares más Instagrammables de Antibes.

Plage de la Salis

A las afueras de Cap d’Antibes y cerca del centro se encuentra esta playa de arena fina y aguas cristalinas, ideal para pasar un relajante día de playa.

Con una maravillosa vista de la ciudad, la playa tiene pequeños quioscos en la arena y es perfecta para pasar unas horas nadando.

Festival de Jazz

En el excepcional emplazamiento del pinar de Gould, frente al mar, el Festival de Jazz reúne desde los años 60 a los más grandes músicos de jazz de todo el mundo: es el evento de jazz más antiguo y famoso de Europa. Gracias a este extraordinario acontecimiento musical, Juan-les-Pins se ha convertido en una auténtica capital internacional del Jazz.

Más allá del festival, la Pinède sigue siendo el pulmón de la ciudad: con vistas al mar, esta hermosa zona verde ofrece un parque infantil, un tiovivo, modernas esculturas y encantadores bancos al sol o a la sombra de pinos centenarios. En verano, todas las noches el pinar se anima con música, eventos y espectáculos.

Cap d'Antibes

Lejos del bullicio de la ciudad, el sendero costero llamado Sentier de Tirepoil se encuentra en el extremo sur de Cap d’Antibes. Se trata de un antiguo camino aduanero, que serpentea a lo largo de la costa de Cap d’Antibes. Se ha convertido en un sendero turístico preservado, que te llevará por un paseo inolvidable entre naturaleza salvaje y calas de color turquesa.

Por el camino, también podrás admirar enormes villas privadas con vistas al mar. Este paseo es una de las actividades imprescindibles en Antibes: calcula 2 horas de ida y vuelta desde la playa de Garoupe hasta la famosa Villa Eilenroc, un total de 5 kilómetros.

Parque Marineland

El Parque Marineland es una de las actividades familiares favoritas y recomendadas. Te esperan especies protegidas, espectáculos impresionantes e incluso la posibilidad de alojarte in situ, con hoteles y restaurantes a tu disposición.

Con tus hijos, podrás descubrir 40 especies representadas por 3.000 animales, aprender cómo viven, cuáles son sus entornos, sus códigos de comunicación, sus reglas de vida y sus hábitos, a través de diversas actividades educativas dedicadas al mundo del mar: un viaje para conocer la riqueza de los fondos marinos y gestos útiles para preservar el planeta azul.

Entre los muros de Marineland, también encontrarás Aquasplash, uno de los mayores parques acuáticos de la Costa Azul, Adventure Golf, un rico campo de minigolf, y Kid’s Island, un parque de atracciones infantil con muchos animales que ver.

Faro de la Garoupe

Uno de los mejores miradores para admirar el espectáculo de las calas de Antibes es este mirador, a 103 metros sobre el nivel del mar.

Mientras que el faro de la Garoupe ha sido un poderoso punto de referencia y guía para los pescadores desde principios del siglo XIX, una bonita y pequeña iglesia está dedicada a Notre-Dame de Bon Port, en memoria de los marineros que desafiaron las tormentas.