Fallece Anne Buydens, la viuda de Kirk Douglas que perdonó sus infidelidades y gestionó su patrimonio

Se encargó de sus hijos mayores, crio a los dos que tuvieron, gestionó sus finanzas y lo ayudó a llevar su carrera. Las infidelidades, decía, prefería saberlas por él que por la prensa. Ha fallecido 14 meses después que el legendario actor a los 102 años.

Anne y Kirk en una fiesta en 1962.

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“Como europea, entiendo que no es realista esperar una fidelidad total del matrimonio”. Lo dijo en Kirk and Anne, el libro que el matrimonio formado por Kirk Douglas y Anne Buydens escribió a cuatro manos en 2016. Buydens, que enviudó en febrero de 2020 a los 100 años tras más de 65 de unión con el intérprete de Espartaco ha fallecido hoy en su mansión de Berverly Hills a los 102 años.

En aquellas memorias, Buydens, compartió detalles de su vida privada y también algunas de las cartas que se enviaba con su pareja cuando él estaba fuera de casa por alguno de sus rodajes. En esas páginas se percibe una confianza a prueba de bombas. Y una complicidad que no está exenta de algunos roces, fruto de dos personas que se trataron como iguales.

Al contrario que su marido, descendiente de una familia muy humilde, Buydens nació en Alemania en el seno de una familia negocios que se mudó a Suiza, donde ella creció y estudió, para después exiliarse en París cuando el nazismo tomó Europa. Fue en la capital francesa donde conoció a quien sería su marido, que hacía unos años se había separado de Diana Dill, su primera esposa y madre de sus dos hijos mayores.

Anne llegó al rodaje de Acto de amor, donde iba a hacer de intérprete, sobre todo entre el elenco y los periodistas. Allí fue donde él intentó seducirla por primera vez mostrando sus habilidades para reservar en el último minuto en uno de los restaurantes más exclusivos de la rive gauche parisina: la Tour d’Argent. Ella prefirió quedarse en casa comiendo huevos revueltos.

En aquel rodaje participaba también Brigitte Bardot, pero Kirk ya no tuvo ojos más que para esa mujer a la que quiso contratar él mismo para que le ayudara con la prensa. También a eso se negó ella, que le recomendó a un par de conocidos que podían hacer ese trabajo perfectamente. “Era la mujer más difícil que había conocido nunca”, escribió él sobre ella en ese libro. Un año después se casaban.

“Quería conocer sus romances por él, no por cotilleos de la prensa”, contó Buydens, madre de Peter y Eric, los dos hijos menores de Kirk en una entrevista a America Today, quitándole importancia a la fama de mujeriego de su pareja po la vía del consentimiento y el conocimiento. Sobre lo nunca se pronunció fue sobre el episodio más oscuro de Douglas, acaecido dos años antes de que se conocieran: la acusación de violación que hizo contra él Natalie Wood, que contaba entonces 16 años y que según afirmó la actriz le costó años de depresiones y terapias al no creerla nadie siendo Kirk una de las estrellas más poderosas de Hollywood.

Kirk Douglas y Anne en los años cincuenta.

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Gestora y consejera

Anne fue mucho más que una pareja y una madre, pues casi desde el inicio de su matrimonio se encargó de llevar las finanzas de un hombre un tanto manirroto y mal negociador con sus cachés, además de un filántropo empedernido que destinaba millones a distintas causas, una de ellas el Alzheimer. De esa manera, ella, que estaba acostumbrada al mundo de los negocios por tradición familiar, se encargó de aumentar su fortuna y de invertirla: por eso tenían ambos una importante colección de arte. Tras la muerte del actor, sin embargo, buena parte de esa responsabilidad se evaporó, pues si algo sorprendió al mundo es que casi toda su fortuna obtenida como estrella de Hollywood la legó a causas benéficas.

Kirk Douglas y Anne Buydens con su hijo Eric.

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Anne le hizo la vida más fácil a Kirk, sin duda. También con sus hijos mayores, pues como contó su primera esposa, Diana Dill, sin Anne la relación entre ella, sus hijos y Kirk habría sido más complicada. Se nota en esas cartas que compartieron en Anne and Kirk que es ella quien hace de sostén: “Cuando Eric sea más mayor me lo quiero llevar a los rodajes”, le escribe el actor a su esposa desde el set de la película El díscipulo del diablo. “Os echo tanto de menos a ti y a los niños que a veces me duele”, confiesa él y ella le responde calmándolo y cubriéndolo de mimos, mientras le explica que ha leído el guion de Espartaco y le parece maravilloso. Un año después rodaba esa película en la que Douglas se puso a las órdenes de Stanley Kubrick ampliando su registro y su leyenda.

Juntos vivieron en 2004 la muerte del pequeño de sus hijos, Eric, por una sobredosis. También en eso permanecieron unidos. Kirk Douglas era más que consciente del peso que tenía Anne en su éxito vital y profesional. Se percibe en ese libro escrito a cuatro manos, en el que el hombre que la dejó sola después de más 65 años de relación se refería así a ella: “Cuando eres una estrella, te llevas todo el mérito. Pero mi mujer merece más de la mitad del mío.”

Kirk Douglas y Anne Buydens

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Artículo publicado el 24 de abril de 2020 y actualizado.