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Hay un buen pu�ado de secuencias en The Newsreader en las que su protagonista, la presentadora de informativos de una cadena comercial australiana en los a�os ochenta, aplaca la ansiedad en un microsegundo para exponerse con aplomo ante la c�mara. No hablamos de los nervios del directo, sino de un personaje que acusa graves problemas de control de sus demonios, que crispa el rostro, estalla en llantina, consume ansiol�ticos a pu�ados y bebe alcohol a grandes tragos. Pero toda esa zozobra se hace invisible cuando se sabe apuntada por un objetivo. Frente a la audiencia es la seguridad y la sofisticaci�n condensadas.
series donde ver y disfrutar de Anna Torv
La actriz que le insufla carisma es uno de los rostros televisivos m�s chocantemente an�nimos. Pedimos perd�n a las fans de la ciencia ficci�n, que deben haber enarcado las cejas: Anna Torv (Melbourne, 1979) se dio a conocer en 2008 en Fringe(Al l�mite), una serie de culto creada por J.J. Abrams en plena fiebre global de Perdidos. En la que durante un tiempo se acu�� como "la mejor serie menos vista", la australiana daba vida a una agente del FBI al frente de un departamento de fen�menos paranormales, que descubre sus poderes telequin�ticos.
Fringe (a-Al L�mite); la serie de HBO MAX en la que cada temporada es mejor que la anterior
Su episodio piloto fue el m�s caro hasta el momento, 10 millones de d�lares, y se le colg� la etiqueta de la nueva Expediente X. Ambas ten�an en com�n el estudio de fen�menos paranormales y lo que se ha venido en llamar "el monstruo de la semana", porque cada cap�tulo presentaba a un nuevo y bizarro ser, pero las investigaciones se sustentaban en la ciencia experimental y a lo largo de sus cinco temporadas fue ganando en l�neas argumentales y personalidades m�ltiples. A saber, mucho antes de que el Doctor Strange nos zambullera en el multiverso de la locura, mucho antes de que Spiderman descubriera alter egos en las figuras de Gwen Stacy, un cerdo c�smico, un antih�roe del cine negro y un robot pilotado por una ni�a, Fringe abr�a la puerta a otras dimensiones temporales y espaciales.
Este crisol le permiti� a Torv interpretar a su personaje Olivia Dunham, en dos universos, y a las espectadoras, hiperventilar con sus cuitas: reanimaci�n, teletransporte, control mental, gusanos par�sitos introducidos de contrabando dentro de inmigrantes ilegales, un cient�fico que atrapa en �mbar a sus v�ctimas, un hombre que se transforma en puercoesp�n, un video viral que licua el cerebro del que lo ve...
La imaginaci�n de los guionistas y el magnetismo de su protagonista iban a la par. En �ltimo t�rmino, de hecho, todo pasaba por una pregunta existencial, en todo aquel embrollo de identidades, �qui�n era ella?
MIndhunter, en Netflix, o c�mo meterse en la mente de un asesino en serie
Para personalidades disociativas y monstruos, los que tuvo que encarar en Mindhunter. En la serie de David Fincher vuelve a vincularse al bur� y a los inicios de uno de sus departamentos, pero esta vez, limpio de fen�menos extra�os y teor�as de la conspiraci�n. Anna Torv interpreta aqu� a una sofisticada, hier�tica y met�dica Wendy Carr , una psic�loga que se suma al equipo que a finales de los setenta puso en pie la Unidad de An�lisis de Conducta. Esto es, los primeros que se rompieron la cabeza para intentar comprender a los asesinos en serie.
No hay violencia, m�s que en las fotos y en la sugesti�n a la audiencia, pero la serie de Netflix recorre tu espinazo con un fr�o glacial en las entrevistas a los asesinos en serie m�s importantes de aquella d�cada. Desde el espeluznantemente c�lebre James Manson a los no menos aterradores Hijo de Sam o BTK, siglas que en ingl�s corresponden a Bind, Torture and Kill, atar, torturar y matar.
Torv procur� un recital de contenci�n en su personaje. As� reflexionaba sobre los estereotipos de g�nero en su profesi�n en una entrevista a Elisabeth Vincentelli en The New York Times: �Me parece fascinante que las actrices ni siquiera nos demos cuenta de que la mayor�a de las veces cargamos con todo el peso emocional de las escenas: "Si alguien tiene que llorar, que sea la chica". "Si alguien tiene que sufrir un colapso, que sea la chica". Y al final, nos volvemos muy buenas en eso�.
Helen Norville, una periodista contra el mundo en The Newsreader, en Filmin
Su presentadora de telediario en The Newsreader se ajusta a esa expectativa. En el primer episodio, su jefe, un mat�n de patio de colegio, la llama "zona de guerra sobre dos piernas". Helen Norville tiene fama de dif�cil. Es una periodista competente, obsesiva-compulsiva de su trabajo y de las historias humanas, pero aquejada de un problema de salud mental y, sobre todo, v�ctima de la displicencia de g�nero.
El paso del cometa Halley, la irrupci�n del sida, las explosiones del transbordador espacial Challenger y la central nuclear de Chern�bil se suceden en los seis episodios vibrantes en los que las espectadoras van acompa�ando a esta mujer cabezota, ambiciosa, altiva y c�lida que le procur� el galard�n a la mejor actriz dram�tica en los �scar australianos.
La propuesta es un viaje nost�lgico a un tiempo separado de nuestra realidad por el abismo tecnol�gico. Aquel en el que el personal de documentaci�n ten�a que tirar de su cabeza enciclop�dica, desempolvar archivos y mover grandes carpetas, de cuando la comunicaci�n se hac�a a trav�s de tel�fonos fijos de rueda y las casetes de v�deo pod�an ser deglutidas por el reproductor de Betacam.
Son viejos tiempos, pero nuevos tiempos, con id�ntica euforia y v�rtigo en la mesa de redacci�n, camarader�a, tufo patriarcal, velada homofobia y lucha de egos.
El jueves, 8 de septiembre, Cosmopolitan ha programado un marat�n de 16 a 22 h. con motivo del D�a del (y a�adimos nosotras la) periodista. Aunque puedes verla a tu ritmo tanto en Cosmo como en Filmin.
Este secreto a voces apunta a alcanzar el o�do de la audiencia global con el nuevo proyecto de la actriz, que acaba de ser fichada para la adaptaci�n serial para HBO del videojuego The Last of Us, donde dar� vida y auguramos que carisma a la contrabandista Tess.