Biografía de Ann-Margret (1941)

Nacida en Valsjöbyn, en la provincia de Jämtland, situada en el centro de Suecia, Ann-Margret Olsson se trasladó con su madre siendo una niña a Estados Unidos, para reunirse con su progenitor, que llevaba allí cuatro años trabajando para una compañía eléctrica. La familia se estableció en Wilmette, una importante población de Illinois. En 1949, Ann-Margret adoptó la ciudadanía estadounidense.

Especialmente dotada para la danza, empezó a tomar clases muy joven, con un gran apoyo de su familia (su madre llegaba a coserle a mano el vestuario). Se matriculó en Northwestern University, si bien aspiraba a triunfar en el mundo del espectáculo, y no llegó a acabar sus estudios porque prefirió actuar como cantante en pequeños clubes, primero en el grupo Suttletones, y posteriormente en solitario, cautivando al públicio con su voz ronca.

En uno de sus recitales causó una buena impresión al actor y cómico George Burns, que le ofreció trabajo en su show televisivo y le consiguió un contrato con la discográfica RCA. La compañía pretendía convertirla en la Elvis femenina, haciendo que grabara una versión de su hit "Heartbreak Hotel", y otros temas similares al estilo del Rey del Rock. Obtuvo un enorme éxito, sobre todo con el disco "The Beauty and the Beard", y con sus habituales actuaciones en Las Vegas.

Decidida a probar fortuna en el campo interpretativo, Ann-Margret hizo una audición para Fox, que le ofreció un contrato de siete años. Debutó con Un gángster para un milagro, el último trabajo de Frank Capra, que revisaba su cinta Dama por un día. A pesar de su inexperiencia, realizó un gran trabajo como Louise, que tras recibir educación en el extranjero regresa junto a su madre (la inolvidable Bette Davis), a la que cree millonaria, pero que en realidad es una vendedora callejera de manzanas, que tiene como cliente a un gángster supersticioso (Glenn Ford en un papel que le va al pelo). Por este trabajo, Ann-Margret obtuvo el Globo de Oro a la Nueva Estrella-actriz del año.

Tras State Fair y Un beso para Birdie, se empareja con el citado Presley en Cita en Las Vegas, donde interpretaba a la bailarina de un casino que encandilaba al roquero, en el rol de un piloto de automovilismo. Ambos iniciaron un romance a pesar de que Elvis seguía comprometido con su novia, Priscilla, que montó en cólera al enterarse del idilio por las revistas del corazón. Finalmente, Presley le prometió a Priscilla que sería la única mujer de su vida, se casó con ella, y rompió con Ann-Margret, que a pesar de todo mantuvo una gran amistad con él durante mucho tiempo, hasta el punto de que fue la única estrella de las que le habían acompañado en la pantalla que acudió a su funeral.

En el semimusical En busca del amor, de Jean Negulesco, interpreta a una americana que se establece en Madrid con dos compatriotas para buscar al hombre de su vida. A lo largo de la década de los 60 se especializó en papeles sencillos, a veces prácticamente como joven atractiva más bien decorativa, en títulos como Brazos de terciopelo, Cita en París o Chica sin barreras. Destaca El rey del juego, de Norman Jewison, donde interpreta un papel un poco más complejo, como mujer pérfida que a pesar de estar casada con un hombre honrado (Karl Malden) trata de encandilar al buen amigo de éste Kid (Steve McQueen), un excelente jugador de póker.

Como prueba de la inmensa popularidad de la que gozaba Ann-Margret en los 60, cabe mencionar que le puso su voz a su versión animada en un episodio de Los Picapiedra, donde se llamaba Ann-Margrock.

Durante el rodaje de El gran robo, Ann-Margret se enamoró de uno de los secundarios, Roger Smith, con el que se casó el 8 de mayo de 1967. Éste se retiró como actor y pasó a convertirse en manager de su esposa. Ambos no tuvieron hijos, y en los últimos años, Smith ha sufrido miastenia gravis, lo que hizo que Ann-Margret espaciara sus interpretaciones para dedicar el máximo de tiempo posible a su cuidado.

A comienzos de los 70, Ann-Margret retoma sus actuaciones en directo en Las Vegas e interpreta el que quizás sea el mejor papel de su carrera, Bobbie, la amante de Jack Nicholson en Conocimiento carnal, de Mike Nichols. La actriz obtuvo una candidatura al Oscar a la mejor secundaria, aunque finalmente la estatuilla fue a parar a Cloris Leachman, por La última película.

Aunque estuvo durante un tiempo retirada por culpa de un accidente que le desfiguró parcialmente el rostro, finalmente Ann-Margret se sometió a cirugía reconstructiva, y pudo regresar a la pantalla para demostrar su valía. Destaca especialmente en Funeral en Los Ángeles, de Jacques Deray, donde interpreta a una mujer que ayuda a huir al asesino a sueldo que interpreta Jean-Louis Trintignant, como una mujer dispuesta a todo para recuperar el dinero robado por su marido, con ayuda del mismísimo John Wayne, en Ladrones de trenes, de Burt Kennedy, y sobre todo en el rol de madre del niño traumatizado de Tommy, la ópera rock de The Who, dirigida por Ken Russell. Por esta última, obtuvo una nueva candidatura al Oscar, como actriz principal, si bien esta vez le robó la estatuilla Louise Fletcher, por Alguien voló sobre el nido del cuco, la gran triunfadora de la edición de 1976.

En sus últimos años de carrera aparece casi siempre como secundaria en filmes menores como 52 vive o muere, Dos viejos gruñones y su secuela, Discordias a la carta, o Dos canguros muy maduros. Destacó en su breve aparición en Un domingo cualquiera como la viuda del dueño del equipo, madre del personaje de Cameron Díaz. Pero Ann-Margret ha aparecido en su madurez en numerosas producciones televisivas, y ha mantenido su popularidad, como lo demuestra el éxito en Estados Unidos de "Ann-Margret: My Story", su libro de memorias.