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Entrevista con Andrew Erwin, codirector de “La canción de mi padre”

Con su hermano Jon fue responsable del largometraje provida “October Baby”. Ahora ambos dirigen “La canción de mi padre”, un film en principio para el público creyente, aunque de alcance amplio, puede interesar a cualquier espectador. Desarrolla la historia detrás de “I Can Only Imagine”, una canción de la banda cristiana MercyMe, que ha vendido más de tres millones de copias desde su lanzamiento en 2001. Recogemos significativas declaraciones de Andrew Erwin (que suele dar la cara en los medios más que Jon) en diferentes publicaciones.

Entrevista con Andrew Erwin, codirector de “La canción de mi padre”

 

¿Resulta difícil rodar cine para creyentes sin subrayar demasiado los mensajes de fondo, sin que parezca que se quiere adoctrinar al público?

Si intentas complacer al público cristiano con diálogos demasiado obvios, o al revés, persigues a la gran masa, reduciendo al máximo las referencias evangélicas, nunca te concentrarás en lo más importante: contar la historia de la mejor manera posible. Nos hemos concentrado en la historia real, y en la experiencia del protagonista, para que el público entienda cómo ha sido su experiencia vital.

“I Can Only Imagine” es una canción muy conocida, que tiene detrás una historia muy poderosa. Bart Millard, cantante de MercyMe, tuvo un padre que le maltrató al que definía como “un monstruo”. Pero cuando contrajo cáncer cambió. “Pasó de ser un monstruo a convertirse en un hombre enamorado de Jesús”, explica él mismo. Pues bien, nosotros queremos contar que si el Evangelio pudo transformar a esa persona, puede cambiar a cualquiera.

¿Quién tuvo la idea de rodar este film? ¿Ustedes o MercyMe?

Realmente no buscamos este proyecto. La canción de mi padre nos encontró. Me encontré con Bart Millard, vocalista de la banda, cuando vino a ver una de nuestras películas y nos habló de que tenía la idea de desarrollar la historia de su vida como una película. Nos enamoramos de su historia y le dijimos que nos encantaría dirigirla. La productora fue Cindy Bond, que sacó adelante el proyecto junto a Bart. Cuando nos trajeron el guión, mi hermano lo reescribió. Queríamos que la película ofreciera lo mismo a los espectadores que les había dado la canción: un arrebato de esperanza. Fue una maravilla ver cobrar vida a esta película.

la cancion de mi padre 39790 g3¿Suponía una gran presión saber que la canción ha impactado a tanta gente?

¡Absolutamente! Estamos hablando de la canción cristiana número uno o al menos la pieza más reconocida de este ámbito desde “Amazing Grace”. Lo primero que le preguntamos a Bart fue “¿qué entrega esta canción? ¿Qué es lo que hace que esta canción funcione?” “Un poco de optimismo”, respondió, así que sentimos que teníamos que tirar por ahí. La película tiene que ofrecer lo mismo.

Quisimos asegurarnos de representar con fidelidad la experiencia de Bart. En segundo lugar, queríamos que sus seguidores encontraran un complemento a lo que la canción significaba para ellos. Así que entramos en el proyecto con mucho respeto y temor sano. Nuestro verdadero placer ha sido tener a Bart viendo la película por primera vez.

¿Tuvieron a Bart Millard y a la banda en el set durante el rodaje?

Casi todo el tiempo. Bart se ha convertido en uno de mis mejores amigos. Definitivamente queríamos que nos echara una mano. Especialmente cuando estábamos trabajando con Dennis Quaid, Bart estaba junto a los monitores. Entre tomas, él se acercaba y Dennis le hacía preguntas, estilo “qué haría tu padre si hicieras esto o aquello”. Hay una escena en la que su progenitor, un hombre abusivo, rompe un plato sobre la cabeza de Bart después de la cena. Eso sucedió en la vida real después de que Bart y su padre tuvieran una discusión. En la película, después de que Bart sale de la habitación, Dennis se descompone, tiene este momento de vergüenza, se agacha y comienza a recoger los pedazos del plato. Bart se acercó a mí después de llorar y me dijo: “Gracias por eso, eso realmente me ayudó mucho porque nunca consideré cómo se sentía mi padre después de salir de la habitación”.

Además, Bart pasó un tiempo en el estudio ayudando a John Michael Finley (que interpreta a Bart) a aprender a sonar como él al cantar, trabajando en la música... estuvo muy involucrado en esto, así que toda la película tiene sus huellas dactilares.

la cancion de mi padre 39790 g6En el film, Bart se cruza con varios artistas conocidos de la música cristiana. ¿Cómo encontraron imitadores que han resultado también ser grandes actores?

Fue todo un desafío. Primero pensamos en recurrir a los auténticos, pero hubieran quedado mal, porque estábamos reconstruyendo una historia que había tenido lugar veinticinco años antes. Pero después optamos por actores que respetaran la esencia de cada persona. Por ejemplo, vinieron muchas actrices que hicieron una audición para dar vida a Amy Grant. Pero les respondíamos “lo siento, no eres Amy”. Un día vino a vernos Nicole Duport, y fue espeluznante. Me sentí como si hubiera retrocedido en el tiempo para conocer a la Amy Grant de antaño. Había practicado sus gestos, su voz y todo, hasta tal punto que dejamos de verla a ella, era la cantante.

Lo mismo nos ocurrió con John Michael Finley. Queríamos a alguien que se pareciera mucho a Bart y tuviera esa sensación de trabajador humilde, y encontramos a John Michael. Trabajaba en Broadway, nunca antes había hecho una película. Ha conseguido reflejar tanto el lado salvaje de Bart, como su parte adorable.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Después de esta película esperamos tener un momento de descanso para dedicarlo a la familia. Tenemos tres o cuatro proyectos que están bastante avanzados; nos gustaría hacer más y más contenido de calidad, todos estamos tratando de perseguir ese objetivo. Siento que Dios espera mucho más de nosotros, así que le pido a todo el mundo que nos encomiende en sus oraciones.

Usted ha declarado que en el campo del entretenimiento “cuanta mayor es la fama, mayor es la inseguridad”. ¿Por qué cree que eso es así?

Creo que la fama genera inseguridad, porque no fuimos diseñados para ese tipo de gloria, sólo Dios puede soportarla. Ocurre lo mismo que en la novela “El Señor de los Anillos”. Varios personajes toman el Anillo Único creyendo que tiene un gran potencial para el bien, pero en poco tiempo están en la esquina acariciando el Anillo y llamándolo precioso. Los corrompe desde dentro. Así es la fama cuando se persigue. Cuando alguien busca la fama, ésta le destruye de adentro hacia afuera. No se vuelve más seguro, se vuelven más inseguro. Es importante recordar la diferencia entre el carácter de Dios y nuestros diseños. No estábamos diseñados para recibir la gloria, sino para reflejar la gloria de Dios. Hay algo en la industria del entretenimiento que resulta seductor. Promete lo que no puede entregar, pero antes de que te des cuenta, has sucumbido ante los excesos.

Recuerdo que en nuestro segundo estreno, la limusina se detuvo en la alfombra roja. Abrieron la puerta, hubo todos esos destellos de luz, y tuve una sensación de vacío. Esperaba sentirme mejor. La fama promete que uno se sentirá mejor la próxima vez. Luego miré a mi alrededor y me di cuenta de que todos luchaban con la inseguridad, sin importar quiénes eran. La mejor respuesta es no tratar de acaparar la atención, sino devolverla a Dios. Dale las gracias por cómo te ha usado. No trates de atribuirte el mérito.

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