¿Qué pasó realmente con Anastasia Romanov? La verdadera historia de la princesa de Rusia que no murió | El Heraldo de México
EL MISTERIO DE ANASTASIA

¿Qué pasó realmente con Anastasia Romanov? La verdadera historia de la princesa de Rusia que no murió

En el siglo XX, el asesinato de la dinastía Romanov en Rusia desató una serie de misterios y rumores en torno a la Duquesa Anastasia, quien presuntamente sobrevivió a la masacre de 1918

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Tras el asesinato de los Romanov, una mujer identificada como Anna Anderson aseguró ser la duquesa Anastasia.Tras el asesinato de los Romanov, una mujer identificada como Anna Anderson aseguró ser la duquesa Anastasia Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

El siglo XX fue una época marcada por conflictos bélicos alrededor del mundo; la historia se manchó de sangre en cada rincón del planeta debido a revoluciones, guerras civiles y demás combates que marcaron un antes y un después para las sociedades más importantes. Dentro de los relatos más trágicos de aquella era se encuentra la de la dinastía Romanov, la última familia real de Rusia, brutalmente asesinada en 1918.

Esa controversial historia trajo consigo una serie de cabos sueltos en torno al paradero de los restos mortales de los siete integrantes de la familia Romanov; sin embargo, el misterio más grande fue el de la duquesa Anastasia, quien por muchos, se especuló fue la única sobreviviente de la terrible masacre.

La dinastía Romanov

Los textos de historia marcan que  la dinastía Romanov llegó a Rusia en el siglo XVII; bajo su yugo, el país fue gobernado con mano de hierro por grandes zares que trajeron consigo poder y crecimiento por toda Europa. Por más de 300 años, su inagotable ambición por convertirse en una de las potencias mundiales los llevaron a conquistar territorios que ocupaban un sexto de la superficie total de la Tierra.

Desde Pedro el Grande y Catalina la Grande, hasta el último zar, Nicolás II, la dinastía Romanov fue considerada como una de las más sanguinarias en la época moderna, hasta su abrupta caída con la Revolución Rusa en el ya lejano 1917.

En aquel año, a tan solo unos meses de que terminara la Primera Guerra Mundial, el pueblo ruso comenzó a alzar la voz contra la gran inflación que había en el país, la escasez de alimentos y las políticas internacionales que había dictado el zar Nicolás II. Con el paso de los días, lo que comenzó como huelgas y manifestaciones terminó en una revolución para derrocar el régimen de la familia Romanov.

Para aquel momento, los últimos miembros de la dinastía Romanov eran el zar Nicolás, su esposa Alejandra y sus cinco hijos; Olga, Tatiana, María, Anastasia y Alekséi, heredero al trono; una familia que, de acuerdo a los relatos, era unida y feliz.

En febrero de 1917, la revolución cumplió con uno de sus objetivos y provocó la destitución de Nicolás II como zar de Rusia; el y su familia fueron capturados, los bolcheviques se rebelaron y Valdimir Lenin tomó el poder.

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La muerte de los Romanov 

Tras su captura, la familia Romanov fue encarcelada y trasladada a la Casa Ipatiev en Ekaterimburgo. Tras algunos días encerrados, tropas bolcheviques irrumpieron el sótano del lugar y asesinaron a cada uno de los miembros de manera feroz; a tiros, bayonetas y apaleados, sin dejar un solo rastro de aquella dinastía tan poderosa.

Sus cuerpos fueron llevados a un bosque los desnudaron y mutilaron para no dejar rastro del atroz crimen. El paradero de los restos mortales de los últimos miembros de la gran dinastía Romanov quedó en un misterio sin resolver; o eso se creía.

El misterio de Anastasia

Dos años después del asesinato de la familia Romanov, durante una fría noche en Berlín, Alemania, una joven suicida fue rescatada del río Spree por miembros de la policía local y posteriormente trasladada a un hospital psiquiátrico. En la institución mental, una enfermera rusa que había escapado de los bolcheviques unos años antes notó algo particularmente familiar en el rostro de la chica, un gran parecido a la gran Duquesa Anastasia

La joven se identificó como Anna Anderson, asegurando que era la misma Anastasia Romanov que había sido atacada años antes; para sorpresa de propios y extraños, aseguró que logró sobrevivir a la masacre gracias a  un soldado que la rescató y la ayudó escapar cuando estaba malherida.

Sus relatos, casi perfectamente contados sobre la vida de la familia imperial y el parecido físico con la descendencia Romanov hicieron que la comunidad mundial afirmara que realmente podía tratarse de la verdadera Anastasia.

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La verdad de Anna Anderson

Ella siguió con su vida asegurando que era la legítima heredera al trono de Rusia; pero tras su muerte en 1984, se le realizaron pruebas de ADN, las cuales demostraron que no solo no era Anastasia, sino que tampoco era Anna Anderson. Su verdadero nombre era Franziska Schanzkowska, una mujer nacida en Polonia que desapareció en marzo de 1920 y perdió la memoria después de un accidente en la fábrica donde trabajaba.

Tras el incidente, adoptó la personalidad de Anastasia Romanov, cuya historia conocía gracias a relatos que le contaba su marido; fue tanta la atención y admiración por la duquesa, que su mente la hizo creer que en realidad era ella. El misterio de la identidad de la chica ya había sido resuelto; sin embargo, aún quedaba la duda del paradero de los cuerpos de la familia real

Después de la caída de la Unión Soviética un grupo de investigadores se dio a la tarea de localizar la tumba donde los cinco miembros de la familia Romanov habían sido enterrados y en 1991 ubicaron una fosa con nueve cuerpos; dos años más tarde tras análisis de ADN se comprobó que los restos eran los del zar, la zarina, Olga, Tatiana y Anastasia Romanov.

En 2007 se hallaron cadáveres carbonizados enterrados cerca de la primera fosa, y el ADN mostró que correspondían a María y Alexei, con lo cual quedó demostrado que no hubo sobrevivientes.