El posible delator de Ana Frank y su familia ya tiene nombre y apellidos

El caso abierto más antiguo de la historia

El posible delator de Ana Frank y su familia ya tiene nombre y apellidos

Un equipo de investigadores internacionales, dirigidos por el agente jubilado del FBI Vince Pankoke, podría haber descubierto la identidad del delator, tras seis años de estudio.

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Un destacado notario judío de Ámsterdam, Arnold van den Bergh, podría ser la persona que reveló la dirección del edificio donde se escondía Ana Frank y su familia en la capital neerlandesa, en lo que habría sido un trato con los nazis a cambio de garantizar la seguridad de su propia familia.

Es la conclusión a la que un equipo de investigadores internacionales, dirigidos por el agente jubilado del FBI Vince Pankoke, ha llegado tras seis años de estudio.

Una investigación de élite que tenía como fin descubrir quién reveló a la Gestapo el escondite de Ana Frank, traición que llevó a su detención y la de su familia y amigos en 1944, en su refugio de Ámsterdam.

Ahora, según los resultados publicados este lunes, 77 años después de lo ocurrido, se concluye que el notario habría traicionado a la familia Frank "en defensa propia", una teoría que al menos el propio padre de la joven, Otto Frank, asumió como válida pero no quiso hacer pública por temores al antisemitismo en la posguerra, según el equipo.

La investigación todavía no ha sido revisada por expertos independientes.

Una nota anónima

Esta "teoría tiene una probabilidad de al menos el 85%", defendió Pankoke en la televisión pública de Países Bajos.

La teoría se basa en la copia de una nota anónima que fue entregada a Otto Frank después de la Segunda Guerra Mundial, y que los investigadores localizaron entre los archivos de un oficial de Policía.

El Consejo Judío había elaborado listas de direcciones de escondites con la intención de demostrar a los alemanes que estaba cooperando, y como miembro de este organismo, Van den Bergh pudo haber obtenido ese archivo de direcciones que luego utilizó para intentar proteger a su familia.

La dirección habría llegado a manos de un oficial alemán de las SS, que fue quien encargó arrestar a la familia.

Los investigadores admiten que faltan aún pruebas concluyentes sobre cómo el notario filtró la dirección y quién escribió la nota anónima que convenció a Otto Frank sobre esta teoría.

Sin embargo, es un paso más para resolver el "caso abierto más antiguo de la historia".

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