Por qué tardó tanto Ana de Inglaterra en recibir el título de Princesa Real

En junio de 1987 la hija de Isabel II se convirtió en la séptima Princesa Real de la historia de Reino Unido.
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El día que Isabel II fallezca, muchos de los títulos que actualmente penden de las distintas ramas del árbol genealógico de los Windsor cambiarán de lugar. El duque de Cambridge será príncipe de Gales, este será coronado rey de Inglaterra, y por fin veremos resuelto el misterio de si Camilla, duquesa de Cornualles, será reina o solo princesa consorte. La princesa Ana, por el contrario, se quedará donde está, y cuando ese juego de las sillas nobiliarias termine ella todavía será Princesa Real.

Puesto que en España este título no existe, hay que explicar que en Reino Unido el de Princesa Real es el tratamiento que recibe la hija mayor del rey o reina de turno. Su origen es francés, y precisamente en la corte británica empezó a usarse en tiempos del rey Carlos I cuando en 1642 la esposa de este, la reina Enriqueta María, importó de la corte de su padre, el rey Enrique IV de Francia, la costumbre de diferenciar con un título a la hija mayor de sus otras hermanas princesas. En este caso, a la princesa María, la primera de las siete princesas reales que ha habido en Reino Unido hasta la fecha.

A diferencia de otros títulos como el de Príncipe de Gales, el de Princesa Real tiene la particularidad de que no se adquiere automáticamente y que además es vitalicio, lo que explica que la princesa Ana no lo ostentara desde el momento de la coronación de su madre, y que no vaya a perderlo tras su muerte.

Menos clara es la razón por la que Isabel II esperó a concedérselo hasta 1987. Por entonces, hacía ya 22 años que la anterior Princesa Real, María del Reino Unido -tía de Isabel II-, había fallecido, por lo que sorprende que la monarca dejara vacante el título durante tanto tiempo en lugar de dárselo a su hija.

Una posible explicación es que fuese la propia princesa Ana quien se mostrara reacia a recibirlo. Años antes, la princesa había rechazado tanto que su primer marido, Mark Phillips, como sus dos hijos, Peter y Zara, ostentaran ninguna clase de título nobiliario, por lo que cabe imaginar que tampoco ella quería ser distinguida con uno adicional al de princesa, del que hay que tener en cuenta que no se había podido librar porque había nacido siendo nieta del rey Jorge VI. “Creo que la mayoría de la gente coincidirá conmigo en que tener un título supone algunas desventajas”, explicó recientemente la princesa Ana en la edición estadounidense de Vanity Fair la decisión de que sus dos hijos no tuvieran ningún título.

Sea como fuere, el 13 de junio de 1987, coincidiendo con el día del desfile del estandarte, Isabel II nombró Princesa Real a su hija, quien cumplidos los 36 años pareció reconsiderar sus ideas.

“Hoy en día todo el mundo quiere hacer las cosas de una forma distinta, pero yo he llegado a un punto en el que solo pienso: 'Por favor, no intentéis reinventar la rueda'. Ya hemos pasado por esto, algunas cosas no funcionan. A lo mejor deberíais volver a lo básico”, declaró también la princesa en Vanity Fair USA. Unas palabras que se entendieron como una velada crítica a Meghan Markle y el príncipe Harry, pero que, teniendo en cuenta su juventud rebelde, parecía pronunciar desde su propia experiencia.

¿Fue entonces 1987 cuando Ana desistió de esa rebeldía y aceptó las normas de la corte de su madre?

Así lo parece indicar además el hecho de que, unos meses antes de su nombramiento como Princesa Real, Ana asumiera algunos de sus cargos más importantes como miembro del Real Colegio de Cirujanos Veterinario o de la Royal Society. Por otro lado, en febrero de 1987 la princesa había hecho historia al participar como concursante en el programa de la BBC Una cuestión de deporte, lo que igualmente puede interpretarse como una señal de que en esa época decidió dar un paso adelante como princesa.

Recién cumplidos sus 70 años, la princesa real Ana es actualmente uno de los miembros de la familia real británica más trabajadores, y está en tan buena forma que posiblemente pasen muchos años antes de que su título quede disponible para su sobrina nieta, la princesa Charlotte.