Eulalia de Orleans-Borbón, la ahijada del Rey Juan Carlos que ha brillado en el Baile de La Rosa de Mónaco

Este sábado por la noche, durante la celebración del tradicional Baile de La Rosa de Mónaco, todos los focos de la prensa internacional estaban puestos en el regreso de la princesa Charlène de Mónaco tras diez años de ausencia. Otro de los asuntos candentes fue la reaparición pública de Carlota Casiraghi, hija de la princesa Carolina, después de que se haya confirmado su separación de su marido, el productor Dimitri Rassam, y su nueva relación con el escritor Nicolas Mathieu. Sin embargo, desde España, nuestra atención se dirigió hacia Ágatha Ruiz de la Prada, quien, cómo no, puso la nota de color con un vestido de lazos de su firma homónima. La marquesa de Castelldosrius y baronesa de Santa Pau acudió, junto al matrimonio de españoles formado por el cirujano Juan Peñas y Carmen “Tata” Pérez Olmedo, a quienes acompañaba su hija, Carmen Peñas. Todos ellos fueron invitados por la multimillonaria italiana Francesa Franco, casada con el jinete y bodeguero español Íñigo López de la Osa.

Este legendario evento benéfico, de cuya dirección creativa de temática disco se encargó Christian Louboutin y donde actuó la diva de la canción Gloria Gaynor, también sirvió de puesta de largo ante la realeza local y la plutocracia internacional de una joven ‘princesa’ de orígenes españoles. Hablamos de Eulalia de Orleans-Borbón y Rendina, quien deslumbró con un vestido dorado plisado. La joven es hija de Álvaro de Orleans-Borbón y Antonella Rendina.

Él es primo lejano del rey Juan Carlos y, aunque reside en Mónaco, copó numerosos titulares en la prensa de nuestro país por haber pagado numerosos desplazamientos privados en avión del anterior jefe de Estado. Aunque lo negó, se publicó que había ejercido de testaferro en Suiza y que manejaba las finanzas del ex monarca. Su mujer, Antonella Rendina, es especialista en la literatura de Shakespeare y procede de una poderosa familia de constructores de Puglia, en el sur de Italia.

La pareja se casó en 2007. Para él, era la segunda ocasión, ya que había contraído matrimonio en 1974 con Giovanna San Martino D’Agliè, sobrina carnal de la reina Paola de Bélgica, con la que tuvo tres hijos, Andrés, Pilar y Alois. En 2006, Álvaro y Antonella fueron padres de Eulalia, quien fue bautizada en 2008 en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde recalan cada verano, con Don Juan Carlos como padrino.

Orgullosa de su padrino, el rey

En sus redes, la ahijada del rey presume de él y, por supuesto, bailó al ritmo de “La Macarena” en la celebración de su 86 aniversario, que tuvo lugar el pasado mes de enero en Abu Dabi. “Don Juan Carlos es muy cariñoso, mi hija lo ama”, ha dicho su madre en alguna entrevista. Eulalia se mueve entre Mónaco, Cádiz y París con soltura. Sus redes son una muestra de sus bailes entre los máximos representantes del gotha europeo. De hecho, acudió a la fiesta más famosa de Mónaco del brazo del príncipe Charles-Henri de Lobkowicz. A su corta edad, también ha tenido experiencias reservadas para grandes millonarios, como lo puede ser pilotar un helicóptero. Su padre es ingeniero, empresario y, a su vez, piloto de vuelo sin motor. La “princesa” coincidió en el mayor evento de La Roca con su amiga, Victoria López de la Osa, hija de los anfitriones del grupo de españoles. Esta joven ha montado hace unos meses su propia ropa de marca, Kairos.

Historia con nombre de mujer

El nombre de Eulalia no es baladí. Se llama así en honor a su tatarabuela paterna, la princesa Eulalia de Borbón. La hija de Isabel II y hermana de Alfonso XII tuvo una vida de novela. De hecho, escribió sus propias memorias, un hecho insólito para la España de entonces, donde narró su separación en 1900 de su primo, Antonio de Orleans y Borbón, duque de Galliera e hijo del duque de Montpensier, lo que desató un auténtico escándalo. “Antonio clavó su mirada desvaída en mi rostro, sin inmutarse, sin una sola señal de emoción, como si le llegara un momento desde tiempo atrás esperado”, dijo Eulalia de Borbón, toda una precursora.

La Eulalia de nuestros días también puede presumir de bisabuela. La princesa Beatriz Sajonia-Coburgo era nieta de la reina Victoria del Reino Unido y prima hermana de la reina Victoria Eugenia de España. Entonces, se llegó a rumorear que ambas estaban enfrentadas por el amor de un rey: Alfonso XIII, quien finalmente eligió a Ena. El libro “Ena y Bee: en defensa de una amistad”, de Ana de Sagrera, desmonta este presunto desacuerdo entre ambas. Bee, como era conocida la princesa inglesa, también fue infanta de España al casarse con Alfonso de Orleans y Borbón, conocido en la familia como Tío Ali.

Aunque en un principio acompañaron a la Familia Real en el exilio tras la II República, finalmente se instalaron en un viejo palacio, hoy en ruinas, de Sanlúcar de Barrameda, uno de los lugares favoritos de la joven Eulalia para descansar en verano. Eso sí, allí hasta la más alta representación de la aristocracia se baja del tacón y se mancha las manos con los langostinos de Casa Bigote y las tortillitas de camarones de Casa Balbino. Sanlúcar podría ser una buena temática para la próxima edición del Baile de La Rosa.