RESEÑA DE: ESPAÑOLES INVISIBLES de INGNACIO DEL POZO, por RAMÓN BAU - Editoral EAS

RESEÑA DE: ESPAÑOLES INVISIBLES de INGNACIO DEL POZO, por RAMÓN BAU

Hay una gran cantidad de personajes de la historia de España que son totalmente olvidados, pese a que efectuaron aventuras y descubrimientos extraordinarios. No se conocen y no se estudian, incluso se despreciarían. Deberían ser estudiados en todas las escuelas, como grandes hombres de nuestro pueblo. Cada uno de ellos tendría una o varias películas de sus vidas si hubieran sido ciudadanos de USA o Inglaterra. Aventuras increíbles y de un valor y esfuerzo enorme. Y a la vez comprender la enorme labor de España en América, de crear caminos, ciudades, universidades, industria, cartografiar costas y ríos, etc.

Voy a tratar solo de exponer algunos de los personajes que en el libro se relatan más a fondo, así pues solo es un resumen para animar a leer el libro pues las aventuras son realmente extraordinarias. Un libro que vale la pena leer y unas historias para contar a los hijos y nietos.

– Ruy Clavijo. Embajada a Samarkanda:

En 1404 el Rey Enrique III de Castilla envía de Ruy Clavijo a pactar con Tamerlán, caudillo tártaro, que había derrotado a los turcos, para establecer una alianza.

Un viaje tremendo en esa época, de Cádiz a Rodas. De allí a Constantinopla y más de un año para lograr sortear a los turcos y llegar a las tierras de Tamerlán. Atravesar los desiertos de Siria costó la vida a varios de la embajada, hasta llegar a Samarkanda, capital del imperio tártaro. Pero Tamarlán ya había derrotado a los turcos y su objetivo ahora era atacar a los chinos. Así que no tenía ya interés con la embajada. Y volvieron, el viaje en total, tres años.

– Diego Méndez. A remo de Jamaica a La Española

En el cuarto viaje de Colon, sus naves dañadas totalmente por tormentas, y sin víveres, embarrancan en Jamaica, las naves perdidas. No hay salida, así que Méndez propone ir con una canoa india (tronzo vaciado) hasta La Española, a 125 Km, a remos. Un suicidio, pero no había alternativa. Un viaje de horror, y al llegar por fin medio muertos, a La Española, estaban a 600 Km de selva para llegar al asentamiento español, y enviar la ayuda a Colon y su gente en Jamaica.

– Juan Bermúdez. Dio nombre a unas islas, unos pantalones y un misterio.

Las Bermudas llevan su nombre y lo mismo ese pantalón del mismo nombre. Descubrió esas islas en 1505, pero no pudo organizar un asentamiento allí por falta de medios. Los ingleses ocuparon la isla en 1609. No es tan conocido que USA cambió dar destructores a Inglaterra en la II Guerra Mundial a cambio de tener bases en esas islas durante 100 años.

– Juan de Ayolas. Explorador del Río de La Plata y del Paraná.

Se creía que el rio de La Plata y el Paraná podría cruzar el continente y llegar al Pacífico. Una gran expedición de 1.300 hombres y 11 naves salen de España en 1535, llegan al Rio de la Plata y crean el asentamiento de Santa María del Buen Aires (actual Buenos Aires). Ayolas y 180 hombres con 3 naves parten para explorar el rio y seguir el Paraná. Fundando Corpus Cristi. Vuelven a Buenos Aires asediado por los indios y casi muertos de hambre. Así que dejan solo 100 hombres en Buenos Aires y los demás van a Corpus Cristi. Allí todos reciben noticias de una Sierra de la Plata, y Ayolas sale con 170 hombres en busca de la plata. Subieron por el Paraná, fundaron Candelaria, atravesaron el Chaco y llegaron a las minas de plata, pero a la vuelta fueron masacrados todos por los indios. Algunos indios contaron luego a otros españoles más tarde estos temas.

– Diego de Ordás. De la cima del volcán Popocatépetl al Orinoco

Ordás formó parte de la expedición de Hernán Cortés. Marchando hacia Tenochtitlan, vieron el volcán humeante de Popocatepelt muy temido por los indígenas, así que Cortés envió a Ordás a subirlo para demostrar la superioridad a los indios. El Rey más tarde cedió en el escudo de Ordás poner un volcán. Tras la conquista de México, Ordás se le concedió una expedición al Orinoco, espacio conflictivo pues el Rey lo había ya cedido a una familia alemana a cambio de deudas anteriores. Salió en 1530 con 3 naves y 500 hombres, más 30 caballos. Con una de las naves montaron varias barcazas para ir por el Orinoco, el primer europeo en remontarlo.

500 Km con enormes sufrimientos y luchas con indios. Tras ello y sin encontrar nada de valor, tuvieron que volver, y murió tratando ya enfermo de volver a España.

– Martín de Rada. El primer contacto con China

Legazpi había fundado en las islas Filipinas (del Rey Felipe) en 1564 las ciudades de Manila y Cebú. La idea era que esas islas fueran un paso hacia el comercio con China y Japón, aunque eran reinos cerrados al extranjero. Fray Martin de Rada acompañó a Legazpi en toda la aventura de Filipinas y aprendió su lengua. Una flota pirata asolaba el comercio chino. Se permitió la entrada de Martin en China a cambio de que los españoles de Filipinas atacaran al pirata, cosa que se hizo con cierto éxito. En 1575 fue pues de embajada a China Martin de Rada, donde pudo describir su muralla y costumbres, aunque la embajada fracasó pues el pirata logró huir de la persecución española, que era la condición para aceptar su presencia.

– García López de Cárdenas. Descubridor del Gran Cañón del Colorado.

Para reconocer la zona del norte de México salió una expedición de 1540 por Vázquez Coronado con 340 hombres desde México hacía Arizona. Y otra por Hernando de Alarcón a reconocer el mar de California. Cárdenas formaba parte de la de Coronado y salió a reconocer un gran rio que los indios le indicaron, que fue el Colorado y su gran Cañón, que no pudo atravesar, ni bajar a buscar su agua, pese a la sed. Tuvo que volver, más tarde fue capturado por los indios, y murió allí a los 42 años. Se tardaron 3 siglos más para que otro europeo pudiera ver el cañón del Colorado.

– Hernando de Soto. Descubridor del Mississippi

Se trataba de lograr un paso al Pacífico por mar o rio, pues la vuelta por el Estrecho de Magallanes era larga y peligrosa. Hernando de Soto luchó en la conquista de centro américa en 1523, luego se unió a Pizarro en su aventura de Perú, volviendo rico a España.

Pero en 1539 vuelve a América con la orden del Rey de investigar La Florida y sobre todo buscar una salida al Pacífico navegable. Al llegar a La Florida, ya vieron que era agreste, peligrosa y sin nada bueno, y para colmo encontraron a un blanco, Juan Ortiz, que estaba preso de los indios desde la aventura de Pánfilo Narváez. Primero recorrieron 1000 Km por el interior, encontraron una tribu india gobernada por una mujer, caso único. Internándose más tuvieron una gran batalla contra miles de indios. Dos años y miles de kilómetros con hambres y problemas, hasta llegar a encontrar en Missisippi. Dado el tamaño enorme del rio comprendieron que debía haber un territorio aún más enorme tras él, de forma que no era posible que fuera en corto plazo al Pacífico. Así que tuvieron que volver, con mil penalidades y ataques indios, Soto murió allí enfermo. Solo quedaban 300 de los 600 españoles que salieron, ni un solo caballo vivo.  Fabricaron unos barcos y bajaron 600 millas por el Mississippi hasta llegar a Nueva España otra vez.

– Pedro Páez. Descubridor de Las Fuentes del Nilo Azul.

En 1589 el jesuita Páez fue desde Goa para evangelizar Etiopía, pero fueron interceptados por los turcos, y pasó 7 años de galeote en condiciones horribles. Sabiéndolo Felipe II, pagó el rescate y pudo seguir a Etiopía. Fue acompañando al Rey de Etiopía, Sucinios, por sus tierras del norte cuando llegó a las fuentes del Nilo Azul. Su obra ‘Historia de Etiopía’ explica todo este tema. Murió en Etiopía.

– Francisco de Cuéllar. La epopeya irlandesa de un náufrago de la Gran Armada para volver a España.

La escuadra enviada por Felipe II naufragó en parte en el Canal de la Mancha pero los que, arrojados por los vientos, llegaron a las costas de Irlanda, no tuvieron mejor suerte, siendo asesinados o ejecutados. Cuellar fue el único conocido que logró volver a Flandes, y escribir “Carta de uno que fue en la Armada de Inglaterra y cuenta la jornada”

Arrojado a las costas de Irlanda, logró no ser visto, sus compañeros murieron todos en manos de los ingleses.  Fue atacado por campesinos pobres que le robaron hasta la ropa.

Católicos irlandeses lo recogieron, se refugiaron en un castillo y juntos se defendieron de un ataque de ingleses. Navegó luego hasta Escocia con unos pocos supervivientes. Allí debía ir a buscarlos un transporte enviado por el Duque de Parma para llevarlos a Flandes. El barco naufragó de nuevo y sus compañeros fueron asesinados por los holandeses. Pero logró llegar a Flandes y escribió su libro para Felipe II. Aun luchó 10 años más allí con Alejandro de Farnesio y luego en Italia.

– Diego de Pantoja. Un español en la Ciudad Prohibida (Pekin).

Jesuita dispuesto a seguir la idea de cristianizar China a base de adaptarse a su lengua, cultura y mentalidad en 1597. Llega a China en 1600, entrando ilegalmente, donde se une a otro jesuita, Ricci. Ambos llevan regalos para el Emperador Wan Li, un año de viaje para llegar a Pekín. Para adaptarse vestían como funcionarios chinos, injertaron partes de Confucio en el cristianismo. Escribió libros en chino “Tratado de los siete pecados y virtudes” de gran éxito allí. Además Pantoja era un gran técnico, reformó el calendario , diseño máquinas y planos.

Tuvo que marchar porque otros sacerdotes cristianos italianos llegados después abandonaron la idea de adaptarse y pretendieron imponer el cristianismo. El Emperador prohibió la Iglesia y Pantoja tuvo que marchar tras 21 años de estar en China.

– Luis Vaez de Torres. Descubridor del estrecho entre Nueva Guinea y Australia que lleva su nombre.

En 1608, formando parte de la expedición de Fernández Quinós a las islas Salomón, descubrió el estrecho de Torres, que aun lleva su nombre. La nave que dirigía Torres, se separó por una enorme tormenta, y fue cartografiando multitud de islas de la polinesia. Llamó Australia a esas tierras vistas desde el estrecho de Torres en honor de la casa de Austria.

– García de Silva. Descubridor de Persépolis.

Tras la victoria de Lepanto, la amenaza turca seguía siendo enorme.  En 1574 los turcos quitaban Túnez a España. En 1613 llegan dos agustinos enviados por el Sha de Persia para proponer a Felipe III una alianza contra los turcos. Se envía por ello a García de Silva como embajador a Persia. Tras un largo viaje a Goa, tardaron dos años recorriendo Persia hasta poder encontrarse con el Sha. En 1618 descubre las ruinas de Persépolis, capital de la antigua Persia clásica, tema que asombró al mundo europeo. Desgraciadamente la embajada no logró nada porque los portugueses (entonces dentro del Reino de España), desde Goa habían tomado algunas plazas persas y las relaciones se rompieron.

– Gaspar de Portolá. Descubridor de la Bahía de San Francisco.

Una bahía tan perfecta para resguardarse de tormentas, no fue localizada claramente hasta 1769 por una expedición por tierra. Había sido cartografiada antes por mar, pero no se la localizó más. El pirata Drake en 1578 parece que estuvo allí refugiado, pero no logró definir su localización para el futuro. Para fortificar puertos en esas zonas que no pudieran usar los ingleses ni rusos, partió en 1769 la expedición de Portolá, con Fray Junípero Serra en ella.

Parte iban en dos barcos y parte por tierra. En ese viaje descubrieron ya claramente cartografiada la Bahía de San Francisco. Se estableció ya un fuerte, misión y presidio allí.

También descubrieron los Secuoyas.

– Silvestre Vélez de Escalante. Misionero y explorador del Oeste Norteamericano.

En el Estado de Utah hay un monumento del Fray Escalante, aquí nadie lo conoce.

Franciscano, es enviado al territorio que ahora son Nuevo México, Arizona y Colorado, con 50 religiosos. Allí estaban los apaches, navajos, soshones e indios Pueblo.

En 1777 inicia su primera expedición para explorar caminos entre California y estos territorios centrales. Recorrió miles de kilómetros, contactando con diversos pueblos indios, dando planos y estableciendo caminos de comunicación, solo 10 soldados y dos franciscanos. Fue el primer blanco en entrar en lo que hoy es Utah.

– Domingo de Bonechea. Rumbo a Tahití.

Una carrera de marino, en varias batallas navales, en Filipinas y por fin va a Montevideo. En 1771 llegan noticias de que Cook había pasado por Tahití, si los ingleses la tomaban podrían atacar la isla de Pascua y luego Perú. Parte pues en 1772 hacia Tahití. La isla ya se conocía por Fernández de Quirós pero no estaba cartografiada ni colonizada. Desgraciadamente Bonechea murió en Tahití tras su labor allí.

– Agustín de Betancourt. El ingeniero del Zar que proyectó San Petersburgo.

Fue un ingeniero de lo que hoy se llama ‘Caminos, Canales y Puertos’.

Construyó diversas máquinas y visitó Francia e Inglaterra. Estuvo en Rusia con Alejo I donde mostró sus habilidades constructoras. Por ello cuando Pedro I logró derrotar a los suecos y tomar la desembocadura del Deva, quiso construir allí su nueva capital, San Petersburgo, y llamó a Betancourt. Este fue el que diseñó con Pedro I la ciudad, superando problemas gigantescos, como tierras inundadas y el rio helado.  Levantar allí una ciudad de piedra fue tremendo. Ya no volvió a España, fue tan respetado que se le nombro Teniente General del Ejército ruso. Una de sus obras fue una fábrica de moneda para evitar su falsificación por Napoleón.

– Felipe González Ahedo. Explorador de la isla de Pascua.

Participó en la defensa de Cartagena con Blas de Lezo.  En 1770 Ahedo desembarca en esa isla, y toma posesión en nombre del Rey Carlos III, llamándola Isla de San Carlos. La isla ya la había descubierto un holandés, en 1722 llamándola Isla de Pascua, pero sin más detalles sobre ella. Ahedo hizo la cartografía completa, estableció relaciones con los nativos, y estudió los Moais. Los habitantes de entonces ya no conocían su origen ni forma de construirlos. Ahedo luchó contra los ingleses en la guerra de la independencia americana

– Joaquín de Alcubierre. Descubridor de los yacimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano.

En 1736 Alcubierre estaba en Nápoles, donde gobernaba Carlos de Borbón, luego Carlos III en España, trabajando para edificar el Palacio Real de Portici. Pidió poder excavar en una zona donde habían aparecido algunas esculturas romanas, y descubrió así Herculano con grandes hallazgos. Por ello el Rey le dio permiso para otras excavaciones, y encontró una ciudad romana que era Pompeya.

– José de Ribas. Fundador de la ciudad de Odesa en el Mar Negro.

Catalán de nacimiento, fue a Nápoles como dirigente de la marina napolitana.  En este tiempo Orlov, hermano del amante de Catalina la Grande, estaba en Nápoles para montar una armada contra los turcos, e impresionado por los conocimientos de Ribas, lo tomó de ayudante, viajando con él a la batalla de Chesme donde hundió a la armada turca. Se lo llevó ya a Rusia donde se casó con una de las damas de compañía de Catalina. Ribas ayudaría en la conquista de Crimea y a construir una armada rusa en el Mar Negro en Sebastopol. Con una flotilla de cosacos logró grandes victorias militares contra los turcos, tanto que se le concedieron las mayores medallas y propiedades. Nombrado Contra Almirante, organizó la fundación de la ciudad de Odesa. La muerte de Catalina, y llegar al poder Pablo I cayó en desgracia.

– Diego de Gardoqui. Colaborador con los rebeldes, primer embajador español en EE.UU.

Francia y España, derrotados en la guerra de los 7 años por Inglaterra, tenían motivos sobrados para apoyar a los sublevados en América contra los ingleses. Gardoqui era un comerciante, que tenía estrechos contactos con Inglaterra, vivía en Filadelfia donde tuvo muchos amigos y tratos mercantiles. Francia enseguida apoyó a los rebeldes, España se tomó tiempo porque temía un gran enemigo inglés en sus posesiones americanas, por lo que de inicio ayudó de forma discreta organizada por Gardoqui y su empresa: armas, municiones, pólvora, uniformes, etc. y más tarde con una intervención directa desde la Luisiana (que era española entonces). Gardoqui fue nombrado Embajador en USA y como tal asistió al nombramiento del Primer Presidente de USA, lideró construir la primera iglesia católica en New York.

– Salvador Fidalgo. El último español en Alaska

Varias expediciones habían mantenido la presencia española en Alaska, en busca del paso del Noroeste y controlar a los rusos. En 1790 Fidalgo tomó posesión oficial de Alaska para España. Fidalgo ya había luchado en Europa en varios conflictos. Pero en 1789 parte para Venezuela y no volvería a España. Fue enviado a Vancouver donde fue en gobernador muchos años hasta el abandono de la zona por España.

– Domingo Badía “Alí Bey”. Espía y viajero por el mundo islámico.

Este es el personaje más conocido, bajo el nombre de Ali Bey. Catalán, estudio física y química, trabajo de comerciante e inventor, pero su idea era conocer África. Presentó un proyecto a Godoy (válido de Carlos IV) que fue aprobado por sorpresa, aunque con fines militares: Lograr una ruta comercial, información y derribar si era posible al Sultán Soliman de Marruecos, que era agresivo con España. En 1803 Badia va a Marruecos como Ali Bey Adbd Allah, presuntamente hijo de un rico príncipe sirio. Musulmán fanático. Tan convincente fue que el Sultán lo llamó a su corte de Fez. Allí empezó a reunir opositores al Sultán para derribarlo… y entonces Carlos IV rechazó unirse al tema pues era ‘una actitud de traición al Sultán”. Así que Badia marchó de Marruecos con la excusa de la peregrinación a la Meca. Fue el primer europeo en describir La Meca y sus ritos.  Viajó por Egipto, Palestina y Siria escribiendo un enorme libro de sus viajes.  Regresó a España cuando estaba bajo gobierno francés napoleónico. Tras la retirada francesa vuelve a La Meca en 1817, visita Sudán, Etiopía, Senegal… pasa a Estambul y Damasco y muere enfermo en Jordania.

– Fernando de Leyba. El español que derrotó a los ingleses en Missouri.

Como aquí no se explica nada de nuestra historia, cuando España era una enorme potencia, pocos saben que la mitad de la Lousitania, un territorio enorme, quedó español, tras la guerra de los 7 años, a cambio de perder la Florida. Se organizó en dos zonas, una con capital en San Luis, lo que es Missouri, y otra en Nueva Orleans. Leyba había luchado en Cuba y fue destinado a la Lousiana. San Luis era un puerto esencial en la unión de los ríos Missouri e Illinois con el Mississippi. Solo estaba defendida por un fuerte y 30 soldados. Leyba al llegar se dedicó a fortalecer el fuerte.  En 1779 España e Inglaterra estaban de nuevo en guerra. Los ingleses reclutaron 900 indios en Canadá y 300 soldados propios.  Leyba convocó a la milicia y recibió 150 hombres de otras zonas. Solo 4 cañones. Logró resistir y poner en huida a los indios, que se enseñaron en torturar a los campesinos que encontraron. Y ahora hablan de los indios como los ‘buenos’ frente a los ‘colonizadores’.

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