Los Medici: Julio, Alejandro y Cosme I de Medici - Historipedia

Los Medici: Julio, Alejandro y Cosme I de Medici

La siguiente historia tiene lugar entre el año 1498 y el 1569 d.C.

ITALIA MODERNA 2: LOS MEDICI – La Restauración Medici

LA FLORENCIA DE LOS MEDICI (Parte 2) (1498-1569)

Tras el exilio de los Medici y el breve gobierno del fraile Savonarola, en 1498, Florencia volvió a ser una república sin personalismos ni señores poderosos.

De todas formas, Pedro II de Medici, que ahora vivía en Roma, en el Palacio Madama concretamente, trató sin éxito de recuperar el poder de la ciudad. Por ejemplo, en 1500 y en 1502 fue ayudado por Cesar Borgia, hijo del papa Alejandro VI y jefe de las fuerzas armadas pontificias. En su bando también estaba el ejército francés de Luis XII. Los franceses volvían a invadir la península para conquistar el Reino de Nápoles. A pesar de toda esta ayuda, el barco en el que iba Pedro volcó y acabó ahogándose en el río Garigliano.

Las tropas francesas, dirigidas por el rey Luis XII, lograron tomar Milán, Génova, la ciudad de Roma y también el Reino de Nápoles, aunque Fernando el Católico recuperaría el territorio pronto, en 1504.

Mientras tanto, en Florencia, comenzó a gobernar como gonfaloniero un tipo llamado Piero Soderini, que inició muchas reformas políticas. Su cargo se volvió vitalicio, y Piero logró reconquistar Pisa en 1509. Un miembro del gobierno florentino en esta época fue Nicolás Maquiavelo, concretamente secretario de la Cancillería.

Este gobierno de Florencia era muy pro francés, y se permitió que Luis XII celebrara una reunión con algunos cardenales en Pisa para deponer al papa Julio II, apodado el Terrible. Este papa fue el azote de los Borgia y el tipo quería unificar Italia bajo el poder de la Santa Sede. Este tipo fue quien creó la Guardia Suiza Pontificia, una potente guardia de guerreros suizos destinada a protegerle.

Como los florentinos pasaban del autoritarismo de Julio II, este papa lanzó una excomunión a Florencia y se convirtió en enemigo de la Liga Santa, o Liga de Cambrai (cambré), una alianza de diferentes estados que primero fue contra los venecianos, pero luego el enemigo fue Francia y sus aliados, como Florencia.

El nuevo líder de la familia Medici fue el hermano de Pedro, Juan, o Giovanni, antiguo abad de Montecasino y ahora cardenal en la Curia Romana de la Santa Sede. En 1512, Juan se unió a la Liga y se puso bajo el mando de Ramón Folch de Cardona, virrey de Nápoles. Juntos lograron reconquistar la ciudad de Florencia y los Medici recuperaron el poder tras 17 años exiliaos.

Poco después, en marzo de 1513, este Juan fue nombrado papa con el nombre de León X. Como ahora pasaría a vivir en Roma, dejó la ciudad en manos de su hermano Giuliano, aunque luego le convertiría en el capitán general de la Santa Sede, y más tarde, acabaría como conde de Nemours (nemur) gracias a la alianza de este papa con el nuevo rey de Francia Francisco I. Este rey, por cierto, reconquistó Milán en 1515, tras la Batalla de Marignano, y echó de allí al duque Maximiliano Sforza, hijo de Ludovico.

Como sus dos tíos se fueron a vivir a Roma, en 1516, el nuevo gobernante de Florencia pasaría a ser Lorenzo II. Durante estos años, mientras Lorenzo II trataba de sanear tanto la economía como a los miembros de la política y aristocracia, León X trapicheaba para beneficiar a Florencia todo lo que pudiera aprovechando que era el papa de Roma.

Al igual que todos los Medici, León X fue un tipo muy del rollito humanista, fan de la poesía y el arte. Parece que durante su pontificado promocionó a artistas como Rafael y Miguel Ángel. El David de Miguel Ángel fue colocado en el palacio de la Señoría de Florencia en 1504 como símbolo del buen gobierno republicano.

Lorenzo II era muy profrancés, y se casó con una noble francesa, con la cual tuvo a Catalina de Medici, que acabó siendo tiempo después reina consorte de Francia al casarse con Enrique II, el hijo de Francisco I. De ellos salieron varios reyes franceses y esta mujer es bastante importante, pero me temo que eso es otra historia. Cuando hable de Francia ya os contaré más cositas.

Tras tratar de tomar infructuosamente el control total del Ducado de Urbino, en 1519, Lorenzo II murió de sífilis, por lo que Florencia pasó a manos de otro familiar, Julio de Medici, un hijo ilegítimo de Juliano, el hermano de Lorenzo el Magnífico. Este Julio era cardenal y también arzobispo de la ciudad. El tipo quería llegar a pontífice, y cuando murió León X decidió intentarlo. Pero entonces llegó el emperador Carlos V de Habsburgo y eligió a Adriano VI. Por suerte, éste murió dos años después y en 1523, con 45 años, Julio logró ser nombrado papa con el nombre de Clemente VII.  

Como ya conté, los Medici fueron bastante pro-franceses, pero eso cambiaría con la llegada al poder de España y Alemania del ya mencionado emperador Carlos, con el que habría más movidotes por toda Italia.

Aún así, el objetivo de Clemente VII siempre fue el de unir a todos los cristianos para una cruzada contra los turcos, liderados por Solimán el Magnífico. Pero no había manera.

Pero antes tenemos que viajar brevemente a Alemania para conocer un hecho muy importante. Un tipo llamado Martín Lutero decidió reformar la Iglesia Católica, y lo que consiguió fue un cisma brutal entre católicos y protestantes. Este tema lo expliqué en este otro vídeo. Para contraatacar estas ideas reformistas, los papas iniciaron la Contrarreforma. Esto hizo que toda la libertad surgida con el Renacimiento y Humanismo se perdiera, y el poder religioso se volvió más dogmático, y el poder político más absolutista. El nuevo estilo artístico que surgió en esta época fue el Barroco. Si queréis saber más, en los vídeos de historia del Arte lo explicaré todo en detalle.

El gobierno de Florencia pasó ahora a manos de Hipólito, un hijo ilegítimo de Giuliano. Hipólito había llegado a cardenal, y era un erudito, inteligente y ambicioso. El quería todo el poder de Florencia, pero tuvo que compartirlo con su supuesto primo Alejandro de Medici. Digo primo, aunque realmente no se sabe bien qué parentesco tenían. Dicen que podría ser un hijo de Clemente VII, porque se dice que le protegía mucho. Alejandro fue apodado “el Moro” porque el tipo era bastante moreno. Se dice que quizás su madre era negra o mulata, no se sabe bien.

En 1525, durante la 5ª Guerra Italiana, el emperador Carlos invadió Italia y, tras la Batalla de Pavía, logró capturar al rey Francisco I de Francia.

Este rey ya no controlaba Milán, ya que Francisco II Sforza había recuperado el ducado para hacerse duque. Aunque por poco tiempo, porque en 1535, Milán sería tomada por España. Y así seguiría hasta 1714.  

El papa Clemente VII estaba acojonadísimo por el avance del emperador, y por esto, en 1526, el papa, Francia, Venecia y el duque de Milán Francisco II de Sforza, se aliaron creando la Liga de Cognac, cuyo objetivo era echar al emperador de Italia. Sin embargo, les dieron bastante por el culo. El joven Medici Giovanni delle Bande Nere lideró el ejército como condotiero, pero acabó muerto, al igual que la mayoría de sus tropas.

Con el camino despejado, Carlos V lo tuvo bastante fácil para entrar en los Estados Pontificios y rodear Roma. Se cuenta que el artista Benvenuto Cellini logró pegarle un tiro mortal al duque de Borbón Carlos III, el líder del ejército imperial. Aún así, las tropas del emperador lograron entrar en la ciudad, y aquí se produjo del famoso Saqueo de Roma, de 1527, donde las tropas del emperador se dedicaron al pillaje y a destrozarlo todo. Tras meses de caos y desorden, el papa, escondido en el castillo de Sant Angelo, se rindió.

Estos hechos fueron aprovechados por los florentinos para echar a Hipólito y a Alejandro de Florencia, quienes acabaron huyendo a Lucca. Con esto, se restauró la República de Florencia, siendo el nuevo gonfaloniero Niccolo Capponi. El problema de Capponi fue su tibieza, y fue sustituido por el comerciante Francesco Carducci, quien se enfrentó al emperador Carlos y al papa Clemente VII. Porque sí, ahora estos dos eran aliados, e incluso este papa le coronó emperador en Bolonia. También, él y Carlos fundaron la Universidad de Granada, en España.

En 1529, las tropas imperiales asediaron Florencia con sus cañones y, poco después, entraron en la ciudad, se cargaron al nuevo gobierno, y restituyeron a los Medici. Se cuenta que el artista Miguel Ángel fue jefe del consejo que estaba encargado de proteger la ciudad del emperador. La escultura se le daba mejor, parece ser.

Así, en 1530, Alejandro el Moro se convirtió en dueño y señor de Florencia, otra vez, y al año siguiente obtendría el título de Duque de Florencia. Tras tantos años bajo la protección del emperador, se había acostumbrado a las costumbres principescas.

Por esta razón, Alejandro creó una nueva Constitución para Florencia, que iría transformando el lugar más en un ducado que en una república. Esta nueva Constitución permanecería casi inalterada unos 330 años, hasta 1859. El duque tendría muchísimo poder y sería un cargo hereditario, pero luego habría 3 órganos adicionales: el Consejo de los 200 era un órgano consultivo; el Senado de los 48, cuyos cargos eran vitalicios, administraban el estado; y finalmente el Consejo de los 4 ejercía el poder judicial. La mayoría de estos cargos fueron a parar a amigos de los Medici, la mayoría aristócratas, es decir, ottimati, en su mayoría banqueros y terratenientes. Mientras que la mayoría de la población, incluyendo burgueses de clase media, dejó de tener representación en la vida política, y quien protestara era reprimido con crueldad.

En aquel tiempo, el estado florentino se dividía en el Contado, es decir, Florencia y sus tierras circundantes; y el Distretto, ciudades y villas adquiridas a base de talonario o por conquista, como Pisa, Volterra, Pistoia y Arezzo. Alrededor encontramos la República de Lucca y la República de Siena, que tras una temporada gobernada por la familia Petrucci, volvió a convertirse en una república dirigida por priores de poder temporal.

Tras la guerra, muchas partes de Florencia estaban en ruinas, muchos negocios se habían perdido, la mitad de la población se había pirado y faltaban alimentos. También el poderoso Filippo Strozzi protestó contra los Medici porque no le habían dado un puestazo a dedo como le habían prometido, y se convirtió en su mayor opositor, aunque desde Roma, porque él y su familia tuvieron que huir.

Alejandro pronto se puso a hacer reformas para intentar levantar la economía. Y parece que le fue bastante bien, especialmente subiendo los impuestos a los más ricachones, por lo cual se ganó su antipatía.

Otra cosa que levantó fue la Fortaleza de San Giovanni, en Florencia. Se trataba de una fortificación de traza poligonal o traza italiana, muy común en aquella época. Y la última cosa que levantó fueron las faldas de muchas mozas, ya que se cuenta que a Alejandro le gustaba salir del palacio por la noche para irse de juerga y de puterío.

Alejandro se casó en 1536 con Margarita de Austria, hija del emperador Carlos. El problema fue que, al año siguiente, en 1537, con solo 26 añitos, Alejandro el Moro fue asesinado. El asesino fue Lorenzino di Pierfrancesco de Medici, un primo suyo. ¿Por qué se lo cargó? No se sabe bien.

El caso es que, en 1537, el nuevo duque elegido por el Senado de los 48 sería Cosme I de Medici, de 17 años de edad, el primero de la rama de Lorenzo el Viejo en hacerse con las riendas de Florencia. Este tipo era hijo del condotiero fallecido Giovanni delle Bande Nere y Maria Salviati, y nieto de Caterina Sforza, señora de Forli.

Aunque el emperador Carlos V reconoció a este nuevo duque, Filippo Strozzi, su hijo Piero, y otros florentinos exiliados decidieron atacar Florencia. Tras la Batalla de Montemurlo, de 1537, Cosme de Medici salió victorioso y los rebeldes capturados acabaron ejecutados. Esta victoria significó la desaparición casi por completo de cualquier oposición a los Medici y también el principio del fin de la República de Florencia para convertirse en un ducado absolutista y con un poder muy centralizado.

Esto lo hizo a través de dos instituciones: el Magistrado Supremo era un órgano de 4 miembros y un delegado del duque, que tenía poder ejecutivo, mientras que la Práctica Secreta era una especie de Senado compuesto por personas cercanas al duque con poderes legislativos y judiciales.   

Cosme I se casó en 1539 con Leonor Álvarez de Toledo, hija del virrey de Nápoles y perteneciente a la familia castellana de los Alba. El duque residió primero en el Palazzo Vecchio, que fue reformado y ampliado por Giorgio Vasari, y de aquí es famoso el Salón de los 500. Poco después, en 1549, la pareja se compró el Palacio Pitti, la antigua residencia del banquero Luca Pitti, y este lugar se convertiría a partir de entonces en la residencia oficial de los grandes duques de Toscana. Cosme también tenía la Villa de Trebbio, que sirvió como una residencia secundaria alejada de la ciudad. El palacio de los Uffizi (ufitzi), o de las oficinas, se construyó junto al Vecchio para albergar las oficinas de las magistraturas florentinas, ya que el Palazzo Vecchio se le quedó muy pequeño.

Para conectar todos estos sitios sin que Cosme tuviera que salir a la calle y exponerse al populacho, porque el duque era un señorito, se construyó el Corredor Vasariano.  

Durante estos años se recuperó ese mecenazgo de artistas que caracterizó a los primeros Medici. Por ejemplo, tenemos al escultor oficial de la corte: Baccio (bacho) Bandinelli, famoso por su colosal Hércules y Caco. Otro artista fue Niccoló di Raffaello, mejor conocido como Il Tríbolo. Giorgio Vasari fue el pintor favorito de Cosme, famoso por la Venus con las Gracias y un retrato de Alejandro de Medici. Finalmente destaca el pintor Pontormo y el alumno de este, Bronzino (brontzino). De Benvenuto Cellini es famoso su Perseo, símbolo de la caída de la República.

También se mejoraron los caminos y la producción agraria, y se modernizaron muchos edificios. Se revitalizó la Academia Florentina y la Universidad de Pisa. Finalmente hay que destacar la creación de una imprenta ducal, dirigida por Lorenzo Torrentino.

Cosme I empezó su gobierno con movidas con el papa Paulo III, de la familia Farnese, rival de los Medici. Por ejemplo, confiscó todas las propiedades de los Medici en Roma. Luego también se pelearon por el ducado de Camerino, y finalmente habría que hablar de la Rebelión de Perugia, de 1540. Resulta que el papa aumentó los impuestos, pero Perugia, ciudad pro-medici, se negó a pagar más basándose en una bula antigua.

Pier Luigi, hijo del papa, reunió un potente ejército para tomar la ciudad. Cosme I, temiendo un conflicto abierto que no le convenía en absoluto, pidió ayuda al emperador Carlos, y este consiguió que todos hicieran las paces.

Ahora hay que hablar de la expansión de Florencia por toda la Toscana. Aparte de los Estados Pontificios, Florencia estaba rodeada por la República de Lucca, la República de Siena, el Marquesado de Massa-Carrara, perteneciente a los Farnese, y Piombino, en manos de los Appiani. Cosme I quería apoderarse de ellos antes de que lo hicieran sus enemigos.

En 1548, Cosme I tomó Piombino y la República de Lucca, aunque ninguna de las dos durarían mucho en su poder.  

En aquel tiempo, la República de Siena, el segundo estado más grande de la Toscana, estaba bajo la protección imperial de Carlos V. Desde 1547, el delegado imperial fue Diego Hurtado de Mendoza, a quien algunos atribuyen haber escrito La vida del Lazarillo de Tormes. Puede que fuese buen escritor, pero gobernando Siena causó mucho descontento, y eso fue aprovechado por el rey Enrique II de Francia.

Así, en 1551 estalló la última gran guerra italiana, la Guerra de Siena, donde los rebeldes expulsaron a las tropas españolas de la ciudad instigados por los franceses.

En 1553, Carlos V ordenó invadir Siena, y aunque Cosme I estaba de su lado, tampoco hizo mucho. Se ve que no quería enemistarse con los franceses por lo que pudiera pasar. Y esto siguió así hasta que hubo algo que le cabreó mazo. Resulta que su archienemigo Piero Strozzi acabó comandando la defensa de Siena, y ahí Cosme ya comenzó a preparar un plan para conquistar Siena.

Strozzi fue herido y derrotado en la Batalla de Marciano, de 1554, y las tropas florentinas lograron sitiar la ciudad de Siena. Tras unos meses se rindieron a cambio de un perdón general. Así pues, Siena se unió a Florencia en 1555.

El hijo del emperador Carlos, Felipe II, fue coronado como el nuevo rey de España. El tipo, viendo que el peso de la guerra había recaído mayormente en el duque de Florencia, decidió cederle como feudos Siena y Portoferraio, la ciudad más importante de la isla de Elba, luego llamada Cosmopoli, en honor a Cosme. Eso sí, España se quedó con algunas localidades costeras, y a eso se le llamó Estado de los Presidios.

Tras eso, Francia rompió la tregua y hubo alguna batalla más entre estos y los españoles, como la de San Quintín, de 1557, o Gravelinas, de 1558, y al año siguiente se firmó el Tratado de Cateau-Cambrésis, por el cual España se quedó dominando prácticamente toda Italia, y que supuso el fin de las guerras italianas, después de casi 70 años de conflicto casi continuo.

Cosme I se consolidó como el dueño de la Toscana. Ya se llevaba bastante bien con el rey Felipe II de España, y extendió sus buenas relaciones al papado. Y es que, en 1559, fue elegido pontífice Gian Angelo de Medici, con el nombre de Pio IV. Y claro, eso benefició un huevo al duque florentino.

Ambos crearon en la Toscana una orden militar llamada Orden de los Caballeros de San Stefano, que sería una especie de cuerpo militar de navegantes que buscaba defender la región de los ataques de los piratas berberiscos procedentes del norte de África o de los turcos otomanos. La sede estuvo en Pisa, en un palacio construido por Giorgio Vasari. La flota de Cosme tuvo su importancia, aunque siempre fue bastante pequeña. El máximo de galeras fue de 12.

El siguiente papa, Pio V, no era un Medici, pero Cosme I quiso seguir con el buen rollo con Roma. El tipo era un rigorista antiherético, y para llevarse bien con él, Cosme se vio obligado a participar en la lucha contra los hugonotes franceses. De todas formas, hay que saber que Cosme I era muy fan del Horóscopo y de la Astrología, y muchas decisiones las tomaba en base a ello.

Como premio, este papa, en el año 1569, concedió a Cosme el título de Gran Duque de Toscana, y la coronación tuvo lugar al año siguiente. Así nació en Italia el Gran Ducado de Toscana, un estado poderoso que regiría la zona hasta 1859.

Este título trajo cierta controversia porque la Toscana era técnicamente un feudo del Sacro Imperio, y la decisión del título había sido cosa del papa solamente. La actitud diplomática de Cosme hizo que al final los demás estados le reconocieran como tal.

Cosme I pasó los últimos años de su vida bastante jodido. Tuvo un derrame cerebral que le dejó echo polvo, y además, la muerte de su esposa y varios de sus hijos por malaria le hizo retirarse a la Villa de Castello y dejar el gobierno en manos de su hijo Francesco I. Finalmente Cosme murió en 1574 con 55 años. Y con esto dejamos el tema de los Medici de momento, pues de la historia de este Gran Ducado de Toscana hablaré más adelante.