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Battenberg, Alejandro José de (1857-1893).

Primer príncipe soberano de Bulgaria, Nacido en Verona el 5 de abril de 1857 y muerto en Gratz el 17 de noviembre de 1893. Permaneció en el poder desde el 29 de abril de 1879 hasta el 7 de septiembre de 1886.

Tercer hijo del príncipe Alejandro Emilio de Hesse y de Julia de Hauke, su nombre completo fue Alejandro José de Battenberg. Desde su nacimiento, por expreso deseo de su padre, recibió el título de príncipe de Battenberg a igual que sus hermanos, a pesar de que su madre no pertenecía a la nobleza. Su padre vigiló que la educación de éste y de todos sus hijos fuera esmerada.

Alejandro parece que desde que era muy joven se sintió atraído por hacer carrera en el ejército, por lo que tras concluir sus primeros estudios ingresó en la Escuela Militar de Dresde, donde muy pronto destacó por sus grandes dotes para la estrategia. Así tras licenciarse con honores fue miembro de la guardia del gran duque de Hesse, tras lo cual participó en la guerra ruso-turca (1877-1878) como miembro del 8º Regimiento de los hulanos de Rusia. En la mencionada guerra Alejandro estuvo en el sitio de la ciudad de Plewna y tras atravesar los Balcanes, acompañó al zar Alejandro II en la campaña que éste realizó en Bulgaria.

Tras el Congreso de Berlín sus buenas relaciones con el zar le valieron su nombramiento como príncipe soberano de Bulgaría, de este modo Alejandro se convirtió en un claro símbolo del compromiso alcanzado entre las potencias europeas, ya que además del apoyo del zar, recibió el apoyo del kaiser alemán y de la reina de Inglaterra, sin que el sultán otomano, del que dependía teóricamente este territorio pudiera hacer nada por evitarlo. De este modo una asamblea de notables búlgaros reunida en la ciudad de Tirnovo con el fin de dar oficialidad al nombramiento, respaldó su candidatura y éste finalmente tomó posesión el 29 de abril de 1879. Dos meses después, el 6 de julio, Alejandro entró en Sofía.

Muy pronto Alejandro se encontró con que realmente no gozaba de ningún poder, puesto que los verdaderos gobernantes eran los militares y funcionarios prorusos, los cuales no contaban con el apoyo del pueblo, que miraba con recelo la autoridad que el zar desplegaba en su país. Por este motivo el nuevo príncipe intentó desvincularse de la influencia rusa lo antes posible, con este fin puso en marcha un plan por el cual quedaba suspendida la constitución búlgara, que había sido elaborada en el mencionado Congreso de Berlín, y convocó una nueva asamblea que le otorgó poderes absolutos por un periodo de 7 años. Además Alejandro nombró un nuevo consejo de ministros, poniendo al frente de la administración al jefe del Partido Nacional, Sankoff. Pero la precaria situación búlgara no le permitió alejarse de la esfera rusa, por lo que el príncipe tuvo que dar marcha atrás en algunas de sus reformas y reestructurar nuevamente el gobierno. Así poco tiempo después nombró al jefe del Partido Radical, Karaveloff, jefe de gabinete, debido a las buenas relaciones que éste mantenía con los rusos.

La muerte del zar Alejandro II y la sublevación popular de Rumelia Oriental (septiembre de 1885), cambió notablemente la situación para Alejandro de Battenberg, ya que aceptó incorporar estos territorios a su reino y desde el principio no contó con las simpatías del nuevo zar. De este modo el propio Alejandro III pidió a los países que habían participado en el Congreso de Berlín que destituyeran al príncipe gobernador de Bulgaria, puesto que había incumplido algunas de las condiciones que se le habían impuesto antes de su proclamación, de igual modo su disgusto fue tal, que desposeyó a Alejandro de Battenberg de su graduación dentro del ejército ruso.

Además de estos inconvenientes muy pronto el príncipe se vio obligado a utilizar las armas, ya que Serbia, al sentirse amenazada, decidió invadir Bulgaria con el fin de poner freno a la hipotética reunificación de la llamada Gran Bulgaria. De este modo el príncipe tras asumir personalmente el mando del ejército, logró expulsar a los invasores y consiguió importantes victorias que le llevaron incluso a sitiar Belgrado. Pero la situación internacional muy pronto obligó a Alejandro a dar marcha atrás, ya que Austria presionó para que se firmara la paz entre los contendientes, la cual quedó sellada el 3 de marzo de 1886.

Tras estos acontecimientos el zar solicitó que se celebrara una reunión de las principales potencias europeas en Estambul, con el fin de zanjar la cuestión, de este modo Alejandro de Battenberg, que contó con el total apoyo de Inglaterra, consiguió poner bajo su control Rumelia Oriental por un periodo de 5 años, por lo que el dirigente búlgaro obtenía un notable triunfo frente a sus enemigos.

La suerte no iba a acompañar a Alejandro de Battenberg mucho más, ya que el 21 de agosto de 1886, un golpe de Estado financiado por los rusos le derribó del poder y fue expulsado del país. Las reacciones no tardaron en aparecer, ya que el pueblo había tomado mucho cariño al gobernante, de este modo tres días después, el 24 de agosto, fue derribado el gobierno provisional que habían instaurado los golpistas y el 3 de septiembre Alejandro de Battenberg entraba en Sofía aclamado por la multitud. Pero lejos de quedar resuelta la crisis, el cálido recibimiento que recibió Alejandro no hizo más que exasperar al zar, que hizo llegar a príncipe la amenaza de que sí no consentía en abandonar el poder iniciaría una guerra, en la cual no tendría ninguna posibilidad el ejército búlgaro. Por este motivo en espera de la reacción del resto de países Alejandro de Battenberg instauró un consejo de regencia y abandonó Bulgaria el 7 de septiembre.

Los meses siguientes Alejandro intentó hacer todo lo que estuvo a su alcance para ser restaurado en su anterior cargo, pero sus esfuerzos fueron inútiles, ya que finalmente las potencias europeas optaron por poner fin a la crisis búlgara con el nombramiento de Fernando Coburgo en 1887, como monarca del país, lo cual supuso un duro golpe para el príncipe de Battenberg, que decidió retirarse al castillo de Jugenheim (Frankfurt), donde residía su padre.

Retirado casi totalmente de la vida pública, durante el año 1887 intentó contraer matrimonio con una de las hijas del emperador de Alemania para mejorar su situación, pero tras el fracaso de las negociaciones decidió abandonar todas sus aspiraciones y vivir de forma despreocupada. En 1888 abandonó su título de príncipe de Battenberg y comenzó a usar el de conde de Hartenau y poco después sorprendió a toda Europa tras contraer matrimonio con una cantante de Viena. Instalado en Austria, concretamente en la ciudad de Gratz, en el año 1891 se le otorgó el mando de un regimiento al que se dedicó hasta la fecha de su muerte, el 17 de noviembre de 1893, a la temprana edad de 36 años.

Bibliografía

  • FUSI, J. P., TUSELL, J. Manual de Historia Universal. Edad Contemporánea (1898-1945). (Madrid, Historia 16, 1992).

  • VICENS VIVES, J. Historia general Moderna. Siglos XVIII-XX. (Barcelona, Vicens Vives, 1997).

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  • 0210 CGS