Por esas cosas que tiene el f�tbol, por un partido que pudo ganar y perdi�, Alejandro Sabella no se instal� en el pante�n de los grandes h�roes del deporte argentino. Pero pudo hacerlo, porque con �l como entrenador, Argentina estuvo a un paso de conquistar el t�tulo mundial en 2014 en el estadio de Maracan�, en Brasil. Hoy muri� a los 66 a�os, agotado por una larga lucha contra el c�ncer.
"S�mbolo de la sobriedad y la jerarqu�a en la �lite del f�tbol", titul� "Clar�n" al dar la noticia, en una buena s�ntesis de lo que fue Sabella, que brill� como elegante "10" en River y Estudiantes de La Plata y tuvo tambi�n un buen paso por el f�tbol brit�nico. "Sabella is magic", dec�an los graffitis en Sheffield por aquellos a�os. Sabella es m�gico.
Su carrera como t�cnico fue tambi�n de alto nivel: llev� a Estudiantes al t�tulo de la Copa Libertadores en 2009 y tuvo contra las cuerdas al Barcelona de Josep Guardiola y Lionel Messi en la final del Mundial de Clubes de ese a�o.
Su figura, sin embargo, gan� un fuerte reconocimiento internacional con su actuaci�n como director t�cnico de Argentina en el Mundial de Brasil 2014. Aquel equipo, con Messi como l�der, cumpli� una muy buena actuaci�n con un f�tbol que llevaba el sello de Sabella: solidez defensiva y ordenadas intenciones ofensivas. Un equipo que evolucion�, desde un debut alarmante ante Bosnia, pese a la victoria, hasta una gran semifinal con Holanda, ganada por penales. La final ante Alemania, que Argentina perdi� 1-0, pudo perfectamente ser ganada por el equipo de Messi. Hubiera sido el tercer t�tulo mundial de la albiceleste.
La muerte de Sabella impact� con fuerza en Argentina en un martes que es festivo. Las autoridades de Estudiantes de La Plata ofrecieron su estadio para despedirlo.
Sabella ten�a tambi�n un costado de fuerte conciencia social. En 2013 unas descomunales inundaciones azotaron La Plata, con una cifra de muertes que hasta hoy sigue sin estar clara. Sabella, que era el t�cnico de la selecci�n, alberg� en su casa a gente que hab�a perdido el hogar y cocin� para ellos y muchos m�s.
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