Alejandra de Hannover, la hija pequeña de Carolina de Mónaco, fruto de su relación con su último marido, Ernesto de Hannover, se ha hecho mayor. La royal ha crecido en edad (cumplirá 23 años el próximo 20 de julio) y, sobre todo, en estilo. Es una de las nietas más desconocidas de la princesa Gracia de Mónaco, pero su bajo perfil mediático no significa que no haya heredado de su abuela el atractivo o el estilo. La hermana pequeña de Carlota Casiraghi no solo pertenece a una generación más joven que el resto de sus hermanos, sino que ha conseguido armonizar las altas expectativas en cuanto a moda que el mundo entero proyecta sobre las mujeres de la familia real monegasca con un paladar propio, muy en sintonía con los gustos de la generación Z, mucho menos solemne y más divertido. Alejandra de Hannover no ha sido princesa por sorpresa, pero en ocasiones es fácil que sus coetáneas se sientan identificadas con sus apuestas de moda.
Por ejemplo, hace dos años, paseaba por Saint Tropez con el que es su pareja desde hace más de cinco años, el millonario, Ben Sylvester Strautmann con cuñas de plataforma en esparto y un vestido camisero de estampado frutal.
De hecho, el vestido camisero estampado es una de sus fórmulas favoritas cuando suben las temperaturas: este verano, de nuevo en Saint Tropez, fue fotografiada con un vestido azul con estampado de girasoles de la firma HVN y sandalias planas de tiras doradas.
En las mismas vacaciones, que disfrutó a principios de este verano, repitió con capazo de mano y otro vestido, esta vez un tanto bohemio, una vibración de moda que comparte con su cuñada Tatiana Santo Domingo.
Versatilidad es la palabra clave del guardarropa de Alejandra de Hannover que, además del relajado estilo boho con el que suele sintonizar en verano, también sabe declinar las tendencias rock y glam, como demuestra este look nocturno con el que acompañó a Carlota de Mónaco a un desfile de Saint Laurent hace unos años.
De hecho, como su madre y su hermana, la joven princesa es una enamorada de la moda. En la imagen que hay sobre estas líneas, posa antes de entrar al desfile de Dior en la Semana de la Moda de París de hace un par de años con un perfecto look preppy de invierno.
Por supuesto, como todas las mujeres de su familia, también obtiene matricula de honor cuando se trata de princesa. En el último Baile de la Rosa celebrado en Montecarlo hace unas semanas, apostó por un vestido de tul rojo y blanco de Giambattista Valli.
En el debut de la princesa en la gran noche del Principado, cuando tenía solo 16 años, asistió vestida de Chanel y, claramente, se lo pasó en grande.
Para los fans de la familia real con más glamour del mundo no hay nada mejor que ver a todos o a varios de sus miembros juntos. En la imagen que hay sobre estas líneas, tomada hace unos meses en el Gran Premio de Montecarlo, coinciden Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo, el pequeño Stefano Casiraghi, Andrea Casiraghi, Ben-Sylvester Strautmann, Alejandra de Hannover, Carlota de Mónaco y su hijo Raphael Elmaleh. La joven princesa llevó un vestido de tirantes en denim con colores en el mismo rojo que su bolso y unas bailarinas de tiras cruzadas.
Arriba, como invitada en una boda a la que también asistió su madre, la princesa Carolina de Mónaco, con quien coincidió en los zapatos: los salones bicolor de Chanel. Los combinó con un vestido por encima de la rodilla de manga larga y de encaje en color malva.
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