Biografia de Alberto I de Bélgica

Alberto I de Bélgica

(Bruselas, 1875 - Marche-les-Dames, 1934) Rey de B�lgica (1909-34), sobrino y sucesor del rey Leopoldo II de Bélgica. Hijo de Felipe, conde de Flandes, y de la princesa Mar�a de Hohenzollern, desde ni�o recibi� una educaci�n esmerada e ingres� en la prestigiosa �cole Militaire de Bruselas. En el a�o 1900 contrajo matrimonio con la princesa Isabel de Baviera, con la que tuvo dos hijos: Leopoldo Felipe Carlos, futuro rey Leopoldo III, y Carlos Teodoro Enrique.


Alberto I de Bélgica

Ese mismo a�o hizo un largo viaje por el Congo Belga en el que examin� las penurias y necesidades que demandaba el territorio, por lo que, a su regreso, recomend� al gobierno la necesidad de construir una red de ferrocarril en la colonia, adem�s de exigir un cambio radical en el trato hacia sus habitantes ind�genas, tratados como esclavos.

En el a�o 1913, ya como rey de B�lgica, Alberto I realiz� una visita diplom�tica a Berl�n, donde fue informado por el propio emperador alem�n, Guillermo II, de las intenciones de entrar en guerra con Francia y del plan de invasi�n de ese pa�s, que inclu�a el paso por B�lgica de los ejércitos alemanes. De regreso a su pa�s, Alberto I se dedic� a reforzar su ej�rcito en previsi�n de la inminente guerra: increment� sustancialmente el efectivo de tropas e instaur� el servicio militar obligatorio. A su vez, Alberto I inform� al gobierno franc�s de los planes de Alemania.

Finalmente, tras el estallido de la I Guerra Mundial, el 31 de julio de 1914, Alberto I envi� una carta al emperador alem�n inform�ndole de la neutralidad de B�lgica en el conflicto. El 2 de agosto del mismo a�o, Guillermo II lanz� un ultim�tum a B�lgica en el que ped�a a Alberto I el paso libre a las tropas alemanas en territorio belga, todo ello para llevar a cabo el plan ideado por el mariscal Alfred von Schlieffen y dirigido por el general Helmuth von Moltke, que consist�a en realizar una ocupaci�n rel�mpago de B�lgica y penetrar en Francia desde el norte, lo que habría de permitir, una vez ocupada París, trasladar el grueso de las tropas alemanas al frente oriental.

Tras la decidida negativa de Alberto I a las peticiones germanas, la invasi�n de B�lgica se inici� dos d�as m�s tarde. Alberto I se coloc� al frente del ej�rcito belga, en el que se distingui� bajo las �rdenes del general francés Ferdinand Foch, jefe operativo de las tropas belgas. Tras la dura batalla de Autweup, en octubre del a�o 1914, el ejército alemán ocupó pr�cticamente todo el pa�s y obligó a las tropas de Alberto I a replegarse al sudoeste de Flandes, la �nica zona belga que a�n no hab�a ca�do en la �rbita alemana. Mientras el gobierno belga era trasladado a la Francia libre, el rey Alberto I se mantuvo en el frente de batalla, donde resisti� con energ�a los continuos ataques de las fuerzas alemanas y cerr� al invasor el camino de Dunkerque y Calais, necesarios para mantener las comunicaciones con las islas brit�nicas.

Tras la finalizaci�n de la I Guerra Mundial, Alberto I apel� a las potencias aliadas para que se aboliera el Tratado de Londres (firmado en el a�o 1839), por el que B�lgica era considerado país neutral y por ello propicio a ser vulnerado e invadido en caso de confrontaci�n b�lica, como as� había sucedido. La petici�n de Alberto I fue aceptada, incorpor�ndose la medida entre los puntos fijados en el Tratado de Versalles (1919), por el que Alemania tuvo que pagar a B�lgica cuantiosas reparaciones de guerra, tanto econ�micas como territoriales.

Alberto I lider� personalmente, hasta su muerte, la reconstrucci�n de su pa�s, destrozado y arrasado por la ocupaci�n de las tropas alemanas. Realiz� una eficaz labor de apoyo en la reindustrializaci�n de B�lgica, en la que destaca sobremanera el esfuerzo realizado en la construcci�n de una potente flota mercante. Tras haber alentado con su participación directa en la guerra el orgullo nacional de sus súbditos, Alberto I instaur� los servicios de trabajos voluntarios en aras de la reconstrucci�n de B�lgica, medida que apoyaron por unanimidad todas las fuerzas pol�ticas del pa�s, las cuales aceptaron siempre el arbitraje del rey en todos los asuntos graves o delicados del gobierno.

En el a�o 1926, Alberto I de Bélgica ayud� a introducir una reformar monetaria, necesaria para el pa�s, cuya consecuencia fue flexibilizar la econom�a interna y externa de B�lgica. Gran aficionado a los deportes de riesgo, encontr� la muerte mientras practicaba el alpinismo, el 17 de febrero del a�o 1934. Le sucedi� en el trono su hijo Leopoldo III de Bélgica.

C�mo citar este art�culo:
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en [fecha de acceso: ].