LIBROS

'A prop�sito de nada', la pol�mica autobiograf�a de Woody Allen

El cineasta publica un libro de memorias, en el que dedica un amplio espacio a defenderse de las acusaciones de abuso sexual realizadas por su hija Dylan Farrow.

Los �ltimos a�os han sido especialmente complicados para Woody Allen (84), que ha visto como la distribuci�n de pel�culas como 'D�a de lluvia en Nueva York' se cancelaba en Estados Unidos a ra�z de las acusaciones de acoso sexual reiteradas por su hija Dylan Farrow en pleno apogeo del movimiento #MeToo. Lo que viene a contar 'A prop�sito de nada', la pol�mica autobiograf�a del cineasta, es su versi�n de lo sucedido. Eso y otras muchas vivencias, pero, sin duda, esta es la parte por la que se recordar� un libro �ntimo, personal y un tanto desordenado, que viene cargado de detalles escabrosos.

El libro arranca por el principio. Incluso antes del principio y del nacimiento del propio Allen. El cineasta habla de sus padres y del entorno en el que se cri� hasta convertirse en "un analfabeto mis�ntropo que adoraba a los gangsters" y que fue adquiriendo ciertos conocimientos culturales con el �nico objetivo de ligarse a las chicas m�s interesantes de su clase. Allen emplea un tono muy ir�nico durante esta primera parte del libro, en la que parece deleitarse con unos recuerdos que aborda de manera m�s bien ca�tica, haciendo numerosos incisos y dej�ndose arrastrar por una escritura compulsiva, al menos en apariencia. La infancia de Allen -que, en realidad, se llama Allan Stewart Konigsberg- en el seno de una familia jud�a de clase media est� repleta de an�cdotas que, poco a poco, van dejando paso a la cadena de acontecimientos que lo hicieron convertirse en ese prol�fico director enamorado de Manhattan, con seis d�cadas de carrera a sus espaldas.

Allen comenz� a trabajar en el mundo del espect�culo a los diecis�is a�os escribiendo chistes para las columnas dedicadas a Broadway. El autor describe ese primer paso as�: "Una tarde fat�dica (...) alguien dijo: "Deber�as escribir algunos de tus chistes. Son graciosos. Un comentario hecho de pasada, pero, entre el ruido de las calles de Flatbush, lo o�. Ten�a la m�quina de escribir robada que hab�a comprado mi padre, (...) invent� algunos chistes y los mecanograf�e. (...) Como estaba en racha y siempre fui afortunado, mi madre, una mujer seria con nitr�geno l�quido en el coraz�n, hizo una pausa en su ritual cotidiano de abofetearme en la cara por si acaso y, para mi sorpresa, dijo: "�Por qu� no le ense�as tu chirigotas a Phil Wasserman [un agente de prensa conocido de la familia]?". (...) �l qued� impresionado y declar�: "Deber�as mand�rselos por correo a algunos columnistas de peri�dicos. (...) Son chistes buenos". (...) La vida continu� (...) y una noche recib� la llamada de un amigo que me dijo: "Eh, est�s en la columna de Nick Kenny".

Fue un primer golpe de suerte, como �l mismo asegura. M�s tarde, cre� guiones para la radio, la televisi�n y el cine, as� como obras de teatro y art�culos para 'The New Yorker'. Todo ello queda reflejado en el libro con todo lujo de detalles. Tambi�n plasma c�mo la oportunidad para adentrarse en el mundo del celuloide no se hizo esperar, as� como todos los romances -con menci�n especial para Diane Keaton- y matrimonios que el cineasta ha celebrado a lo largo de su vida. Es, precisamente, en este plano m�s personal donde parece radicar el objetivo de la autobiograf�a: una defensa de su inocencia ante las acusaciones de abusos sexuales contra �l.

Es cierto que Allen adopta un tono a veces poco adecuado y algo baboso para explicar su gusto por las mujeres -lo que le ha granjeado cr�ticas terribles en su pa�s-, pero no da la sensaci�n de que estemos leyendo a un hombre que mienta o que edulcore los hechos relatados. Insiste en que hay muchos aspectos de su vida que las personas suelen desconocer, como, por ejemplo, que nunca estuvo casado con Mia Farrow. Ambos ni siquiera llegaron a vivir juntos durante los trece a�os que dur� su relaci�n. Y que Soon-Yi, su esposa desde hace m�s de 22 a�os, no fue nunca su hija adoptiva, sino la hija adoptada por Farrow, que en aquellos primeros a�os la defin�a como "una ni�a retrasada". Cuando iniciaron su idilio, la diferencia de edad entre Allen y Soon-Yi era notoria, pero asegura que ella no era menor de edad, como a veces se ha argumentado, sino que todo comenz� en su etapa universitaria, cuando ella contaba 21 a�os y �l ten�a 56.

A Farrow la describe como una mujer a la que "le gustaba adoptar y lo hac�a con entusiasmo, como quien compra un juguete nuevo; le encantaba la reputaci�n de santa que le confer�a y los comentarios p�blicos de admiraci�n, pero no le gustaba criar a los ni�os y, en realidad, no se ocupaba de ellos". Era, seg�n su opini�n, una mujer que estaba muy interesada en que los medios supieran que adoptaba a ni�os discapacitados. Una madre que les iba cambiando el nombre cuando lo cre�a oportuno, que los maltrataba y que se vio obligada a afrontar el suicidio de dos de ellos.

La relaci�n era distinta en el caso de sus hijos biol�gicos. Uno de ellos era Fletcher, con quien la actriz manten�a un v�nculo "demasiado estrecho" para ser un hijo. "�l mandaba en todo", sostiene. Seg�n la versi�n de Allen, la �nica de sus hijas adoptivas que se enfrent� a Mia fue Soon-Yi, algo que desencaden� la ira de la actriz. Farrow sol�a describirla como una ni�a est�pida, mientras que, para Allen, Soon-Yi era una mujer sensible, inteligente y suspicaz. Unas fotos �ntimas de ambos descubiertas por Farrow provocaron -siempre de acuerdo con la versi�n del autor- el largo episodio sobre la acusaci�n de abusos sexuales a una de sus hijas adoptivas: Dylan.

El cineasta explica que sent�a un gran cari�o por Dylan y por Moses, dos de los ni�os adoptados del clan Farrow, raz�n por la que solicit� convertirse en el padre leg�timo de ambos. Para entonces, ya hab�a nacido Satchel (luego Ronan), hijo que Allen cree que es suyo, a pesar de su enorme parecido con Frank Sinatra, con quien Mia Farrow tambi�n mantuvo una relaci�n por aquellas fechas. Tras el incidente de las instant�neas con Soon-Yi, Mia Farrow se asegur� de que "Satchel creyera desde los cuatro a�os que su padre era un violador", pero "Moses a era adolescente y, por lo tanto, no tan f�cil de manipular". En todo caso, ella parec�a determinada a actuar contra Allen y advirti� a la hermana del realizador: "�l me quit� a mi hija, ahora yo voy a quitarle a la suya".

Allen describe lo ocurrido entonces con Dylan, que entonces ten�a siete a�os, as�: "Uno de los primeros s�bados de verano, visit� la casa de campo de Mia para hacer una barbacoa y ver a los ni�os. Se trataba de un derecho temporal negociado. (...). Yo no ten�a d�nde sentarme, de modo que me ubiqu� en el suelo, y puede que inclinase la cabeza hacia el sof� que ten�a detr�s y que la apoyara un momento sobre la falda de Dylan. Desde luego, no le hice nada indecoroso. Estaba en una sala llena de gente viendo la televisi�n en plena tarde. (...) Con el tiempo, la cabeza sobre la falda se metamorfosear�a en que yo hab�a abusado sexualmente de ella en el desv�n".

El autor, que ha visto c�mo su hija ha vuelto a repetir recientemente las acusaciones, exculpa a Dylan de todo. Considera que fue manipulada durante a�os por Farrow, hasta el punto de creer que los abusos sexuales relatados una y otra vez por su madre fueron ciertos. Sin embargo, la hija se ha mostrado muy cr�tica con la publicaci�n de unas memorias que tacha de "perturbadoras" y asegura que ning�n verificador se puso en contacto con ella para confirmar que lo publicado en 'A prop�sito de nada' se corresponde con los hechos reales. "Este es tan solo un ejemplo m�s de los privilegios que se pueden comprar con dinero, poder y fama", declar� justo antes del lanzamiento de la obra.

Lo que opinen los lectores est� de m�s. Allen siempre ha dicho no estar preocupado por el legado que deja, ni por lo que otros piensen de �l una vez ya no est�. Pero este libro parece un intento -no sabemos si sincero- de sanear su imagen y separarla de la de depredadores sexuales como Harvey Weinstein.

El libro cuenta innumerables sucesos y an�cdotas m�s, aunque es esta truculenta historia la que justifica la publicaci�n de la autobiograf�a. Les recomiendo su lectura si les interesa profundizar en el punto de vista de Allen, pero tambi�n si quieren descubrir varios chascarrillos algo m�s amables sobre su vida o las curiosidades que rodearon el rodaje de algunas de sus cincuenta pel�culas.

Arranca 'We Are One', el certamen que re�ne en YouTube a 21 grandes festivales de cine
As� es HBO Max, �el competidor m�s fuerte de Netflix?
Muere la actriz Rosa Mar�a Sard� a los 78 a�os

Comentarios

Esta noticia a�n no tiene comentarios
Sea el primero en dar su opini�n