La miel es un alimento ancestral consumido por diferente culturas desde hace miles de años, en la actualidad, sigue deleitando a las nuevas generaciones gracias a su sabor, aroma, valor gastronómico y sus propiedades alimentarias que lo han convertido en el endulzante líquido más popular del mundo.

 En México es utilizada desde tiempos prehispánicos como endulzante, medicamento, método de pago y ofrenda para los dioses, principalmente por la cultura maya, quienes la consideraban una sustancia sagrada que debía ser cuidada y venerada por amor y respeto a las abejas, específicamente a la especie nativa “Melipona Beechelii”, cuyo vuelo y movimientos representaban los cuatro puntos cardinales dentro de su cultura.

La riqueza de la miel del campo mexicano se concentra en sus colores, que van desde el blanco agua hasta el ámbar oscuro, sus sabores, que son cerca de 320 variedades de miel se obtiene de los distintos orígenes florales .

En este sentido, la miel no sólo es importante por su valor histórico y cultural, también lo es por su valor económico y social: de ella dependen más de 43 mil apicultores en México repartidos en toda la república, donde destacan Yucatán, Campeche, Tabasco, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo, que aportan el 60.1% de la producción total nacional de más de 62 mil toneladas de miel.

Así también, la producción mexicana es una de las más cotizadas en el mundo, debido a su calidad y sabor, exportando el 51.2% de la miel que produce a países como Bélgica, Noruega, Inglaterra y Alemania, así como en Estados Unidos y Canadá, motivo por el que nuestro país forma parte de los 10 principales proveedores internacionales de este producto.

Por todo esto, realizar acciones que permitan proteger a las especies e impulsar a los productores, es una de las prioridades de esta Secretaría, en este sentido, ha desarrollado una serie de acciones en favor de la actividad, por ejemplo, se publicó la Norma Oficial Mexicana 004 (NOM-004 SAG/GAN-2018), en donde se establecen las condiciones que debe cumplir su producción y comercialización, a fin de evitar la competencia desleal.

A través del Programa Nacional para el Control de la Abeja Africana, se ha puesto a disposición de los apicultores los requisitos y características que debe tener la miel para cumplir con las exigencias del mercado nacional e internacional mediante el uso de las Buenas Prácticas de Producción Apícola.

Cabe resaltar que  el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) es el encargado de verificar la calidad e inocuidad de la miel mexicana, con el fin de seguir fortaleciendo el posicionamiento del producto mexicano en el mercado internacional y seguir cumpliendo las regulaciones internacionales que requieren los principales países importadores.

Asimismo, a través del Programa de Producción para el Bienestar se da el apoyo directo a los productores de miel; en 2021 incentivó a 30,504 pequeños y medianos productores que se dedican a la producción de miel, registrados en 29 estados de la república y con un inventario de 1,011,423 colmenas y se incorporaron apicultores a la Estrategia de Acompañamiento Técnico de PPB para facilitar la adopción de prácticas agroecológicas y sustentables.

Actualmente se está impulsando la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP), que tiene como objetivo orientar las políticas y el trabajo de los sectores productivo y ambiental en lo relativo a la conservación de los servicios ecosistémicos que brindan los polinizadores, a fin de contribuir al desarrollo sustentable y a la seguridad alimentaria del país.