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¿Por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre?

por 23 Dic, 2020

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Foto: Reuters

La Navidad es una celebración que, en el mundo occidental, todos conocemos. Independientemente de si somos o no personas religiosas, cada año realizamos una serie de actividades como intercambiar regalos, cantar villancicos, reunirnos con la familia en cenas con pavo y decorar nuestras casas con árboles llenos de luces de colores y adornos de muñecos pintorescos. Sin embargo, la Navidad es una celebración que, para los cristianos, tiene un importante significado religioso. La historia de su origen, además, es en general desconocida incluso por muchos de los que celebran esta fecha.

Resumen
  • La Navidad es una festividad religiosa, pero también secular, pues es celebrada por cristianos y no cristianos alrededor del mundo.
  • Para los cristianos, la Navidad es el día en el que se celebra el nacimiento del niño Jesús, quien salvó a la humanidad del pecado original.
  • De acuerdo con la Enciclopedia Británica, se sabe que en el siglo IV, durante el reinado de Constantino, la Iglesia Católica empezó a celebrar la Navidad cada 25 de diciembre.
  • La Biblia no menciona una fecha exacta como día del nacimiento de Jesús.
  • Existen dos teorías sobre por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre.
  • La primera señala que se eligió esa fecha porque, en la antigua Roma, se celebraba cada 25 de diciembre la festividad pagana del Sol Invicto. Así, el origen de la Navidad habría tenido por fin opacar a las festividades paganas.
  • La segunda teoría indica que se determinó la fecha del nacimiento de Cristo a partir de la fecha de su muerte. Según la tradición cristiana, Jesús habría sido concebido el mismo día que fue crucificado: el 25 de marzo. Nueve meses después, habría nacido.
  • En la actualidad, la Navidad se ha ido secularizando. Un caso extremo de esto es Japón, donde la Navidad se celebra como un fenómeno comercial enteramente secular y no cristiano.
¿Qué es la Navidad y por qué es importante para el cristianismo?

La Navidad es una festividad celebrada en muchos países alrededor del mundo mediante una serie de actividades: intercambio de regalos, cenas familiares, cantos de villancicos, preparación de pesebres, árboles de Navidad, entre otros. Aunque su origen es de carácter religioso, hoy en día es celebrada incluso por millones de personas no creyentes.

Para los cristianos, esta festividad significa la celebración de la natividad del niño Jesús (nacimiento), que fue profetizada en los libros del Antiguo Testamento. Las profecías hablaban sobre el nacimiento de un mesías que llegaría a la Tierra para liberar a los seres humanos del pecado original que les impedía vivir la vida eterna.

(Natividad. Pintura de Giorgione)

Para la tradición judeo-cristiana, era muy importante la llegada de un mesías, el hijo de Dios, que iba salvar a la humanidad. De hecho, para los católicos y cristianos, el niño nacido (Jesús) no solo es un mesías, sino la propia encarnación de Dios en la Tierra. Es, todavía más, padre e hijo a la vez, según la Iglesia Católica Apostólica Romana. Pero ¿a qué nos referimos con todo esto? ¿Cuál es el pecado original del que Jesús, según los cristianos, salvó a la humanidad? Veámoslo en la siguiente sección.

El pecado original y la primera cristiana de salvación

De acuerdo con el libro Génesis del Antiguo Testamento, el primer hombre y la primera mujer, Adán y Eva, fueron castigados por desobedecer a Dios. Según el texto bíblico, Adán y Eva, engañados por el demonio, comieron la única fruta que Dios les había prohibido: la manzana. Esta fruta, según la tradición judeo-cristiana, era la fruta del conocimiento del bien y del mal.

Esta desobediencia a Dios constituye el primer pecado de la humanidad y, de acuerdo con la Iglesia Católica, no afecta solo a Adán y Eva, sino a todos sus descendientes, es decir, a toda la humanidad. Así, constituye lo que se conoce como el pecado original, un pecado con el que nacería todo ser humano.

El castigo impuesto por Dios contra Adán y Eva fue la expulsión del Jardín del Edén, un lugar privilegiado donde los dos primeros humanos bíblicos vivían de los frutos y las comodidades propias de la cercanía de Dios; donde no existía padecimiento de hambre ni de sed.

(La Caída del Hombre, pecado original y expulsión del Paraíso es el sexto fresco que pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina) 

Tras la expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, la Biblia afirma que Dios condenó a la mujer a padecer dolores de parto y a estar bajo la dominación de su esposo, y al hombre a padecer del trabajo duro para conseguir satisfacer su hambre y sed. Al desobedecer a Dios, además, ambos se convirtieron en seres mortales.

A pesar de esto, varios profetas bíblicos anunciaban la llegada de un salvador que nacería entre los humanos y sería el enviado de Dios para absolver el pecado original y otorgar la posibilidad de la vida eterna. De acuerdo con la Iglesia Católica, «la doctrina del pecado original es, por así decirlo, el ‘reverso’ de la Buena Nueva de que Jesús es el Salvador de todos los hombres, que todos necesitan salvación y que la salvación es ofrecida a todos gracias a Cristo».

En ese sentido, la celebración de la Natividad del niño Jesús es la celebración del cumplimiento de dicha promesa de salvación para toda la humanidad. Para los católicos, sin embargo, Jesús no repara el pecado original con su nacimiento, sino con su muerte en la Cruz. Según el Catecismo católico, “por su obediencia hasta la muerte en la Cruz”, Jesús “repara con sobreabundancia” la desobediencia original de Adán. Al morir en la Cruz, Jesús reparó el pecado original y devolvió a la humanidad la posibilidad de la vida eterna.

(Crucifixión. Pintura de Tintoretto)

Conociendo un poco más sobre el significado religioso de la Navidad y su importancia para los cristianos, veamos ahora por qué se celebra el 25 de diciembre. ¿Existen pruebas de que ese día realmente nació Jesús?

¿Qué dice la Biblia sobre el nacimiento de Jesús?

Una de las principales fuentes que usan los cristianos para conocer la vida de Jesús es la Biblia, un conjunto de libros considerados sagrados sobre Dios y la humanidad. La Biblia se divide en dos secciones, Antiguo y Nuevo Testamento, cuyo punto de inflexión es la llegada del mesías.

A pesar de esto, como explica Andre McGowan, estudioso australiano de las comunidades cristianas primitivas y decano del Berkeley Divinity School de la Universidad de Yale, en la Biblia no se menciona la fecha exacta del nacimiento de Jesús. En otras palabras, no se dice nada sobre el 25 de diciembre.

Lo que sí se puede encontrar son pasajes bíblicos sobre lo que ocurría cuando Jesus nació. En el Evangelio de Lucas, por ejemplo, se menciona que, en la noche del nacimiento de Jesús, hubo pastores “que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños”, lo que, según McGowan, podría sugerir la temporada de partos (del rebaño) de primavera en el mes de diciembre. Con esto, quizás, podríamos acercarnos a una justificación de la fecha a partir de la Biblia. Sin embargo, el desafío que afronta esta aproximación, menciona el autor, es que debemos ser cautos al pretender extraer una fecha exacta de un libro que, como la Biblia, tiene propósitos más teológicos que de calendario.

McGowen señala, además, que no existe mención de una fecha en la que se celebra la Natividad en los testimonios de Ireneo (130 – 200) o Tertuliano de Cartago (160 – 225), los primeros escritos cristianos. Aún más, en el año 200, el maestro cristiano Clemente de Alejandría señalaba que existía una lista de fechas que varios cristianos aducían que correspondía al nacimiento de Jesús, pero Clemente nunca menciona el 25 de diciembre. Entonces, ¿cómo y cuándo se determinó que el 25 de diciembre había nacido Jesús?

¿Por qué se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre?

De acuerdo con McGowan, la primera mención del 25 de diciembre como día del nacimiento de Jesús proviene de un almanaque romano de mediados del siglo IV, el Cronógrafo de 354, en el que se lista las fechas de las muertes de varios obispos y mártires. En dicho almanaque, la primera fecha indicada es el 25 de diciembre y se señala que “Cristo nació en Belén de Judea” (natus Christus in Betleem Judeae).

En concordancia con esta información, la Enciclopedia Británica señala que la Navidad comenzó a celebrarse el 25 de diciembre en el siglo IV en Roma, durante el reinado de Constantino, el primer emperador romano de fe cristiana. Sin embargo, la Enciclopedia Británica también afirma que la primera persona en determinar el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús fue Sexto Julius Africanus, en el año 201. No obstante, esta última afirmación de la Enciclopedia Británica es problemática. De hecho, como explica Philipp Nothaft, investigador de la Universidad de Oxford, ya no es considerada verídica por los estudiosos del tema. En realidad, no se sabe si Julius alguna vez mencionó el 25 de diciembre, pues solo quedan fragmentos de su obra y en estos no se hace referencia a esta fecha.

Entonces, ¿por qué celebramos la Navidad el 25 de diciembre? No existe una versión única que explique este hecho. Andrew McGowan afirma que existen dos teorías importantes sobre por qué se determinó esta fecha como la del nacimiento de Jesús.

La primera teoría, la más difundida y conocida, señala que la celebración de la Navidad, tal y como la conocemos hoy, tiene su origen en la cristianización de las festividades paganas del Sol Invicto y Saturnalia, ambas celebradas en diciembre. Esta versión afirma que los cristianos usaron la popularidad de dichas fiestas para promover la celebración de la Navidad y la difusión del cristianismo entre los romanos.

(Emperador Constantino en una moneda alusiva a la festividad del Sol Invictus. Foto: Wikimedia Commons)

Según la Enciclopedia Británica, la fiesta del dies solis invictis nati (“Día del Nacimiento del Sol Invicto”) era una fiesta popular durante el Imperio Romano que buscaba celebrar el solsticio de invierno como un símbolo del resurgimiento del Sol, la expulsión del invierno y el presagio del verano. En otras palabras, celebrar el inicio de una época de prosperidad y la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Esta fiesta se celebraba cada 25 de diciembre. 

Otra similitud importante con estas fiestas paganas es que la tradición de entregar regalos, hoy tan asociada con la Navidad, era también parte de la Saturnalia.

De acuerdo con Británica, es posible que la elección de esta fecha por los católicos haya tenido como fin opacar a las festividades paganas. McGowan añade que, según esta teoría, el objetivo de elegir el 25 de diciembre como el día del nacimiento de Jesús habría sido, asimismo, hacer una celebración cristiana que se pareciese más a una festividad pagana con el fin de atraer a más paganos al cristianismo.

(Para enterarte más sobre el origen y el desarrollo de Roma, puedes leer nuestro informe sobre la República romana) 

Una cuestión interesante es que, en un inicio, hubo una fuerte resistencia por parte de numerosos padres de la Iglesia al reconocimiento y celebración de los nacimientos de los mártires y, para este caso, el de Jesús. Criticaron mucho a la Navidad, pues consideraban que las celebraciones de los nacimientos eran parte de tradiciones paganas. La crítica de los padres de la Iglesia consistió en que —para el caso de los mártires y santos— estos debían ser honrados en el día de sus martirios.

Aunque esta teoría sobre el origen de la Navidad es la más popular, McGowan señala que tiene limitaciones. Una de ellas es que no existen escritos que respalden la idea de una elección deliberada de la fecha para opacar a las festividades paganas, sino hasta varios siglos después. Lo que sí se han encontrado son interpretaciones y comentarios sobre la relación entre el solsticio de invierno y el nacimiento de Jesús. Por ejemplo, San Ambrosio de Milán describía, en el siglo IV, a Cristo como el verdadero Sol que eclipsa a los dioses paganos caídos.

La segunda explicación, señala McGowan, es menos conocida por el público en general y circula solo entre los académicos. Según esta segunda versión, se habría determinado en qué fecha nació Jesús a partir de la fecha de su muerte. Para los cristianos antiguos y medievales, Jesús habría muerto el 25 de marzo. Aunque la Biblia no lo expresa de esta manera, en el Evangelio de Juan se señala que Jesús fue crucificado el 14 de nisán (un mes del calendario hebreo bíblico). McGowan afirma que Tertuliano de Cartago, teólogo importante de la antigüedad, determinó en el año 200 después de Cristo que el 14 de nisán correspondía al 25 de marzo. Lo interesante está en que los creyentes del pasado consideraban que el día de la muerte de Cristo debía ser el mismo que el de su concepción. Así, afirma McGowan, consideraban que Jesús había sido concebido un 25 de marzo. Por ejemplo, San Agustín señalaba lo siguiente: “Se cree que fue concebido el 25 de marzo. El sepulcro nuevo donde nadie había sido sepultado es como el seno virginal de María, donde, ni antes ni después, ningún mortal había de nacer por la seminación de varón. Se cree también que Cristo nació el 25 de diciembre”.

(«San Agustín». Pintura de Philippe de Champaigne)

Pero, ¿cómo de todo esto se infiere la fecha del 25 de diciembre? La respuesta es la siguiente: debido a que el 25 de diciembre es nueve meses después del 25 de marzo.

Según McGowan, esta misma idea se encuentra en un manuscrito cristiano del siglo IV encontrado en el norte de África. Para este académico, entonces, podría ser que, si bien la idea de celebrar la Navidad fue influenciada por el paganismo, la fecha del nacimiento de Cristo fue determinada por creencias de la tradición judeo-cristiana, en otras palabras, por la idea antigua de que las cosas importantes debían suceder, una y otra vez, en la misma fecha.

La Navidad como una celebración no solo religiosa

Hemos visto hasta ahora qué es la Navidad y cómo se originó. Sabemos que su origen no puede desligarse de sus raíces religiosas. Sin embargo, hoy la celebración de la Navidad es un fenómeno del que no solo participan los cristianos. De hecho, a lo largo de los años se ha secularizado la Navidad en diferentes grados dependiendo del país que analicemos.

Un caso notorio de este fenómeno es Japón, un país en el que los cristianos representan menos del 1% de la población, pero en donde la Navidad es una festividad nacional. Según Joel Waldfogel, economista de la Universidad de Minnesota y estudioso de la Navidad, en Japón se celebra la Navidad como un fenómeno comercial en el que se entregan regalos e incluso hay un tradicional «queque de Navidad». Símbolos de la Navidad occidental como Santa Claus o el árbol de Navidad están presentes en Japón, pero esta festividad no tiene para ellos ningún componente religioso.

(Japoneses participan de la «Gran carrera anual de Santa» en Tokio, un evento anual de caridad en el que los participantes corren vestidos como Santa Claus. Foto: Reuters)

Una manera en la que se puede medir el impacto de la Navidad en Japón es a través de la venta de regalos, el fenómeno comercial más asociado con esta celebración. En un estudio, Waldfogel encontró que, en el mes de diciembre, ocurre un “boom” en las ventas de retail (minoristas) japonesas, las que se asocian con compras navideñas. En este país, para el año analizado por Waldfogel, las ventas de retail se incrementaron en diciembre en un 20%, lo que se explica por la importancia cultural de esta celebración para los japoneses.

Este fenómeno ocurre también en los países occidentales en los que, cristianos y no cristianos, han adoptado la tradición de entregar regalos. En un análisis a partir de datos de la OCDE sobre 31 países, Waldfogel encontró que en Europa Occidental, Europa del Este y Norte América se presenta el mismo pico en las ventas de retail en diciembre. En los Estados Unidos, por ejemplo, la Federación Nacional Retail (FNR) calcula que, para el 2020, las ventas de retail durante los meses de noviembre y diciembre (meses festivos) serán de hasta US$766.7 mil millones. Los meses de noviembre y diciembre son de suma importancia comercial porque representan, según la FNR, alrededor del 20% del total anual de las ventas de retail estadounidenses.

De los 31 países estudiados por Waldfogel, solo en China, Israel y Corea del Sur no se vio un pico de ventas similar producido por la Navidad. Además, se trata de países de mayoría no cristiana, por lo que, si sumamos estos dos hechos, podemos inferir que en estos países la Navidad no es una celebración tan relevante.

Como vemos, la Navidad es una celebración importante en los países occidentales, que es celebrada tanto por personas religiosas como las que no lo son, lo que nos habla de cierta secularización de esta festividad. Incluso en un país como Japón, donde los cristianos son minoría, la Navidad es una celebración sumamente importante con un gran impacto comercial. Ya seas cristiano o no, la Navidad es una celebración que tiene alrededor de 1700 años y que es parte importante de nuestra cultura y también de nuestra economía.

Equipo de Investigación

Área de investigación de Enterarse.com

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