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M�sica
31 a�os

20 de abril del 90 y Celtas Cortos... La historia de la carta que nunca se mand� y de la chica que nunca la ley�

Actualizado
Celtas Cortos, durante una actuaci�n de 2010.
Celtas Cortos, durante una actuaci�n de 2010.

En el momento en que muchos padres empezaron a ponerle a sus hijos nombres como Kevin o Daenerys, sucedi� que nuestro vetusto y noble santoral empez� a quedarse desfasado, demod�, carente de utilidad pr�ctica, as� que es cuesti�n de tiempo que aparezca en alg�n momento un licenciado en publicidad que sugiera que, puestos a consagrar un d�a, el 7 de septiembre sea en honor a Mecano, y no a santa Regina de Autun, o a san Evorcio, y por supuesto le quitar�amos el 20 de abril a santa In�s de Montepulciano para conced�rselo a Celtas Cortos.

Hay una peque�a facci�n del pop espa�ol que ha hecho fama gracias a fijar una fecha en el t�tulo de una canci�n o en su estribillo, y por eso cada vez que llega el 20 de abril la gente -la que tiene una cierta edad- se acuerda del grupo vallisoletano y su canci�n, que empez� a poner de moda en nuestra escena pop, a principios de los 90, la m�sica de origen c�ltico y el folk rastreable hasta tiempos anteriores a la romanizaci�n de Hispania. Luego vino lo de Hevia y Carlos N��ez, como todo el mundo sabe. 20 de abril, la canci�n, adem�s consignaba el a�o: 1990. Si la carta que se le�a en la letra fuera real, se cumplir�an 30 a�os de aquel redactado.

En aquel momento, Celtas Cortos estaban preparando su tercer disco: acababan de fichar por Dro, una de las discogr�ficas m�s s�lidas que hab�an surgida de la escena independiente nacional de los 80, y preparaban su salto a la fama. Los dos discos anteriores les hab�an dado popularidad sobre todo en el circuito local del folk castellano: Salida de emergencia (1989) era un disco instrumental, de danzas con aroma celt�bero, y en Gente impresentable (1990) empezaron a jugar con el lenguaje del pop, que ser�a el que dar�a forma a Cu�ntame un cuento (1991), un disco del que se han vendido dos millones de copias -una barbaridad para la �poca, cifras que s�lo alcanzaban Julio Iglesias y Mecano-, y que tuvo en 20 de abril su pieza emblem�tica.

En ella, Jes�s Cifuentes, el letrista y cantante, le escrib�a una carta a una vieja amiga, recordando los tiempos pasados, en la que hab�a un amago de arrepentimiento por no haber tenido una mejor comunicaci�n cuando estuvieron cerca. �Existi� realmente esa carta? En varias entrevistas que concedi� Cifuentes en 2017, aprovechando el 30 aniversario de la formaci�n de Celtas Cortos y el comienzo de una nueva gira de conciertos, explicaba que la carta existi� en su cabeza, y que se volc� en un papel para convertirse en el texto de la canci�n, y que la persona a la que iba dirigida era real, pero que nunca hubo una comunicaci�n epistolar. Es decir: la carta no entr� en ning�n sobre, ni se le estamp� ning�n sello, ni acab� dentro de ning�n buz�n. La carta existe en el momento en el que suena la canci�n y la destinataria la escucha.

�Qui�n era esa chica? Su identidad est� bien protegida, y ese secreto forma parte del misterio que ha beneficiado a Celtas Cortos, que han seguido en activo y, gracias al impacto de la pieza, han podido articular una carrera firmemente asentada en un pu�ado de �xitos populares que hacen que hoy, aunque ya no tengan la exposici�n de antes, puedan seguir publicando discos y recorrer Espa�a dando conciertos en peque�as salas. No ahora mismo, por supuesto, pero s� antes del confinamiento y, seguramente, cuando �ste se levante y la m�sica en directo vuelva a ponerse en marcha.

Evidentemente, Celtas Cortos han sufrido el cambio de las modas, el hecho de que un cierto tipo de pop-rock nacional que fue muy popular en los 80-90 -con su folclorismo expl�cito, del que participaron bandas como Seguridad Social- fuera desplazado por productos for�neos o la corriente indie, y que les hizo desaparecer de la radio y a tener una peor promoci�n y distribuci�n de sus discos. Pero hay una base de fans que se mantiene estable, y un movimiento nost�lgico que reaparece cada cierto tiempo y que tiene en 20 de abril uno de sus temas fetiche. Es el que les hace seguir llenando salas y levantar jarras de cerveza. As� que ah� seguir�n, en pie hasta nueva orden.

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