Historia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) – LHistoria

Historia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto global que estalló en Europa en 1814, la primera guerra total e industrializada de la historia, en la que se movilizaron más de 70 millones de soldados y cuyos resultados cambiaron la geopolítica mundial, así como los métodos de combate armado.

La Primera Guerra Mundial, conocida como la «Gran Guerra» (en inglés: The Great War; en francés: La Grande Guerre) antes de la Segunda Guerra Mundial o la «Guerra para acabar con todas las guerras» (en inglés: The war to end all wars), fue un conflicto bélico ocurrido entre 1914 y 1918 en el que se involucraron naciones de los cinco continentes, aunque la confrontación armada se llevó a cabo principalmente en Europa. Por un lado se encontraba la Triple Alianza formada por las Potencias Centrales (el Imperio alemán y Austria-Hungría) y por otro lado la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Más tarde el Imperio Otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales, mientras que el Imperio del Italia, Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente.

Las causas de la guerra son complejas. Entre los siglos XVIII y XIX, Europa ya había sido foco de varios conflictos bélicos importantes y existía un sistema de alianzas. Con la fundación del imperio Alemán en 1871, se inició una carrera armamentista con Gran Bretaña que luego se extendió al resto de Europa y Rusia. Era un tiempo de paz armada, pero la situación en Europa era inestable, especialmente en la región de los Balcanes. El detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofía. Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia con condiciones imposibles de aceptar (de forma intencional) y se invocaron las distintas alianzas europeas forjadas en décadas anteriores. Europa se encontraba en guerra.

El enfrentamiento armado durante la Primera Guerra Mundial se centró principalmente en Europa, donde perecieron al menos 18 millones entre soldados y civiles, y otros 23 millones resultaron heridos. La guerra de trincheras era un tipo frecuente de enfrentamiento en el que ambas facciones mantienen líneas fortificadas cavadas en el suelo, prohibiendo el avance mutuo.
El enfrentamiento armado durante la Primera Guerra Mundial se centró principalmente en Europa, donde perecieron al menos 18 millones entre soldados y civiles, y otros 23 millones resultaron heridos. La guerra de trincheras era un tipo frecuente de enfrentamiento en el que ambas facciones mantienen líneas fortificadas cavadas en el suelo, prohibiendo el avance mutuo.

Antecedentes

Polarización europea

Las causas de la Primera Guerra Mundial en 1914 se encuentran atadas a complejos eventos geopolíticos que ocurrieron en Europa desde finales del siglo XIX, e incluso se encuentran relacionadas con diferendos territoriales y rivalidades políticas que se remontan a los siglos XVII y XVIII, cuando no existía un concepto de Nación-Estado como se conoce hoy en día, con bordes limítrofes físicos. Toda organización político-territorial que existía en Europa para 1900 tenía sus raíces en las antiguas Monarquías y Reinados europeos cuyos bordes cambiaban de acuerdo con los tiempos, las alianzas y los derechos hereditarios de reyes.

Facciones en la Primera Guerra Mundial
Triple AlianzaTriple Entente
Imperio Alemán
Austria-Hungría
Imperio Otomano
Bulgaria (desde 1915)
Otros aliados:
República Sudafricana
Estado Derviche
Sultanato de Darfur
Orden Sanusí
Estados satélite:
Bielorrusia
Curlandia y Semigalia
República del Don
Reino de Finlandia
República de Georgia
República de Kubán
Crimea
Reino de Lituania
República Montañesa
Reino de Polonia
Estado Ucraniano
Ducado de Livonia

Francia
Gran Bretaña
Rusia (hasta 1917)
Co-beligerantes:
Italia (desde 1915)
Estados Unidos (1917)
Japón
Otros aliados:
Albania
Armenia (desde 1918)
Serbia
Bélgica
Brasil (desde 1917)
Luxemburgo
Montenegro
Emirato de Asir (1915)
Nejd y Hasa (1915)
Portugal (desde 1916)
Romania (desde 1916)
Hejaz (desde 1916)
Grecia (desde 1917)
China (desde 1917)
Siam (desde 1917)

A comienzos del siglo XX el escenario geopolítico europeo ya se encontraba enormemente polarizado, y para el año 1914 existían en Europa dos grandes grupos de potencias económicas y militares que compartían metas similares y enemigos comunes. Por un lado se encontraban Alemania y Austria-Hungría, y por el otro: Rusia, Francia, Serbia y Gran Bretaña.

Sistema de alianzas

Durante el siglo XIX las mayores potencias europeas compitieron en el escenario geopolítico para mantener el balance de poder en Europa, lo que produjo que para 1900 existiera una compleja red de alianzas políticas y militares cuyas condiciones (o incluso su propia existencia) podían ser secretas. No existían organismos multilaterales como en la actualidad.

Este sistema de alianzas comenzó en 1815 con la Santa Alianza entre Prusia, Rusia y Austria. Cuando Alemania fue reunificada en 1871, Prusia formó parte de esta nueva nación. En 1873, el canciller alemán Otto von Bismarck negoció entonces la Liga de los Tres Emperadores, una alianza entre los monarcas de Austria-Hungría, Rusia y Alemania. Sin embargo, esta fracasa debido a que Rusia y Austria-Hungría no lograron llegar a un acuerdo sobre la política a emplear en la península de los Balcanes, dejando a Alemania y Austria-Hungría en una alianza ratificada en 1879, conocida como la Doble Alianza. Esta se expandió en 1882 para incluir a Italia, en lo que se convirtió en la Triple Alianza.

En 1890, el emperador alemán Wilhelm II se rehusó a renovar el Tratado de Reaseguro (en inglés: Reinsurance Treaty; en alemán: Rückversicherungsvertrag) que existía con Rusia desde 1887. En 1894 se firmó el acuerdo de alianza entre Francia y Rusia (Alianza franco-rusa) con la finalidad de contrarrestar la influencia de las potencias de la Triple Alianza. En 1904 Gran Bretaña firmó una serie de acuerdos con Francia conocidos como Entente cordiale (del francés: entendimiento cordial) y luego, en 1907, Gran Bretaña y Rusia firmaron el acuerdo de la Convención Anglo-Rusa. Aunque ninguno de estos acuerdos establecía formalmente a Gran Bretaña como aliado de Francia o Rusia, ciertamente hizo posible su participación frente a cualquier conflicto futuro. Estos acuerdos bilaterales entrelazados entre Gran Bretaña, Francia y Rusia se llegaron a conocer como la Triple Entente.

Sin embargo, cuando la guerra estalla en 1914 Italia pronto cambiaría de bando a favor de la Triple Entente con aspiraciones de tomar posesión de territorios austriacos. Desde el comienzo de la guerra, el Imperio Otomano tomó el lugar de Italia en la Triple Alianza.

Carrera armamentista

La capacidad industrial y económica de Alemania se había incrementado notablemente con la unificación y la fundación del Imperio en 1871, después de concluida la Guerra franco-prusiana. A partir de 1890, el gobierno alemán de Wilhelm II dirigió un significativo financiamiento para el desarrollo de la Marina Imperial Alemana (en alemán: Kaiserliche Marine) para lograr un balance de poder frente a la evidente supremacía naval de la Marina Real Británica.

La carrera armamentista entre Gran Bretaña y Alemania se extendió eventualmente al resto de Europa, donde todas las mayores potencias destinaron parte de su capacidad industrial para producir equipamiento y armamento de guerra ante el conflictivo escenario geopolítico.

Imperialismo europeo

Las rivalidades imperialistas entre Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania jugaron un papel importante en la creación de la alianza de la Triple Entente y el relativo aislamiento de Alemania, que probablemente se vio obligaba a redoblar incondicionalmente su alianza con Austria-Hungría. El oportunismo imperialista fue también motivo central para el estallido de las Guerras de los Balcanes en 1912-1913, en la cual se alteró el balance de poder en las península de los Balcanes, en detrimento del Imperio de Austria-Hungría.

Conflicto en los Balcanes

Entre 1912 y 1913 se llevaron a cabo las dos Guerras de los Balcanes en las que cuatro de los estados balcánicos derrotaron y expulsaron al Imperio Otomano, y cuyos resultados favorecieron a Serbia, que logró incrementar su territorio en casi el doble (48.300 km2 en 1911 hasta 87.780 km2 en 1913) y su población en más de 1.5 millones. Entonces, los nacionalistas serbios pusieron su atención en la idea de «liberar» los eslavos del sur de Austria-Hungría. Dragutin Dimitrijević, quien era la cabeza de la inteligencia militar serbia, planificó el asesinato del archiduque Francisco Fernando, próximo heredero del emperador austriaco Francisco José I, con el conocimiento de su pronta visita a Bosnia.

Primera Guerra Mundial

Inicio de la guerra

A las 11:15 de la mañana del 28 de junio de 1914 en Sarajevo, capital de Bosnia, se llevó a cabo el asesinato del archiduque Francisco Fernando junto a su esposa Sofía (duquesa de Hohenberg) por Gavrilo Princip, un nacionalista serbobosnio. Este acto le daría a Austria-Hungria la excusa que buscaban para justificar el inicio de hostilidades contra Serbia. Los austriacos enviaron un ultimátum con condiciones imposibles de cumplir y declararon la guerra a los serbios, contando con su alianza con Alemania para disuadir una eventual intervención de Rusia. Serbia aceptó el ultimátum el 25 de julio aceptando parcialmente las demandas. Austria-Hungría cortó las relaciones diplomáticas y ordenó una movilización militar parcial.

Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914. Al día siguiente, el 29 de julio los austro-húngaros comenzaron ataques con artillería en Belgrado con la intención de ocupar la ciudad. El 30 de julio el Imperio ruso ordenó una movilización general, pero el 31 de julio Alemania envió un ultimátum a Rusia para que en el lapso de 24 horas detuviese su avance, y un ultimátum de 18 horas para que Francia prometiera neutralidad en el evento de un estallido de guerra con Rusia. Tanto Rusia como Francia ignoraron las demandas de Alemania. El 1 de agosto, Alemania ordenó una movilización general y declara la guerra a Rusia. Francia de la misma forma también ordenó una movilización.

Frente occidental en Europa

Frente occidental

El frente occidental fue el principal teatro de la Primera Guerra Mundial. Después del estallido de la guerra, el ejército alemán abrió este frente cuando invade Bélgica y Luxemburgo el 2 de agosto de 1914. El 3 de agosto Alemania declara la guerra a Francia y penetra en su territorio desde el norte con la finalidad de ganar control de las regiones industriales más importantes. El vertiginoso avance de los alemanes se logró detener en septiembre de 1914 en la Primera Batalla del Marne, a solo 70 km de París. Fuerzas conjuntas británicas y francesas forzaron la retirada de los alemanes al aprovechar una falla estratégica entre 1ro y 2do de los ejércitos alemanes, finalizando así el avance alemán en Francia.

Entre 1915 y 1917 hubo numerosas ofensivas entre ambos bandos a lo largo de este frente. En los ataques se emplearon bombardeos masivos con artillería y masivos avances de infantería. Fue el comienzo de la Guerra de Trincheras. Los atrincheramientos, el uso de ametralladoras, alambre de púas y la artillería infligían repetidamente severas bajas en ambos bandos durante ataques y contra-ataques pero no se lograban avances significativos. Entre las batallas más costosas en vidas humanas se encontraban la Batalla de Somme con con más de un millón de bajas, la Batalla de Verdum con un estimado de 700.000 bajas y la Batalla de Passchendaele (Segunda Batalla de Ypres) con un estimado de más de 480.000 bajas.

Para romper el estancamiento de la Guerra de Trincheras en el frente occidental, ambos bandos intentaron emplear nuevas tecnologías y tácticas de guerra, incluyendo gas venenoso, ataques aéreos y ataques con tanques blindados.

El inevitable avance de los aliados durante los últimos meses de 1918 provocó un repentino colapso en los ejércitos alemanes. Los aliados contaban con una mayor cantidad de tropas, mejores y mayor cantidad de provisiones, y una mejor capacidad de reabastecimiento.

Frente oriental en Europa

Frente oriental

El frente oriental abarcó toda la frontera entre el Imperio Ruso y Romania por un lado, y por otro lado el Imperio de Austria-Hungría, Bulgaria, el Imperio Otomano y el Imperio Alemán. Abarcó desde el océano Báltico al norte hacia el Mar Negro hacia el sur, incluyendo la mayor parte desde Europa oriental hacia Europa central. El Imperio ruso fue protagonista en la guerra sobretodo en el Frente oriental europeo y en el Frente del Medio Oriente hasta el final de su participación, cuando estalla de la Revolución Bolchevique en 1917.

Para 1915 los alemanes y los aliados austro-húngaros se encontraban al avance produciendo fuertes bajas dentro de las filas rusas durante enfrentamientos en Galicia y Polonia, forzando la retirada. Fueron varias las ofensivas aliadas en 1916 que fracasaron contra los alemanes, incluyendo la ofensiva del lago Naroch y la ofensiva Baranovichi, pero entre junio y septiembre de ese año las fuerzas rusas lideradas por el general Aleksei Brusilov lograron avanzar con la exitosa ofensiva Brusilov contra Austria-Hungría.

El 27 de agosto de 1916 el Reino de Romania declara la guerra a las Potencias Centrales e invade la región de Transilvania (Batalla de Transilvania), que había sido prometida por los aliados a cambio de su participación en el conflicto. Pero a pesar del éxito inicial de la campaña, fueron derrotados con la ofensiva de Bulgaria en Dobruja y luego contraatacados con por tropas alemanas y austro-húngaras. La entrada de Romania a la guerra resultó desastroso ya que una rápida ofensiva combinada entre alemanes, austro-húngaros, búlgaros y otomanos logró conquistar dos tercios del país para diciembre de 2016.

Frente del Oriente Medio

Frente del Oriente Medio

El teatro del Medio Oriente (Oriente Medio, o Oriente Próximo) abarcó la mayor extensión de territorio en conflicto de la Primera Guerra Mundial. El Imperio Otomano entró a la guerra como aliado de las Potencias Centrales el 29 de octubre de 1914 con un ataque sorpresa en la costa rusa del Mar Negro. En respuesta, Rusia declaró la guerra al Imperio Otomano el 5 de noviembre. Las fuerzas otomanas se enfrentaron a los aliados principalmente en los Balcanes y la Anatolia. La guerra en el Oriente Medio comprendió cuatro campañas: la Campaña del Sinaí y Palestina, la Campaña de Mesopotamia, la Campaña del Cáucaso y la Campaña de los Dardanelos. Además de campañas menores en Arabia, Adén y Persia.

Durante el curso de la guerra, los otomanos cometieron actos de genocidio a gran escala contra poblaciones cristianas armenias, asirias y griegas que habitaban en territorios otomanos. Estos hechos se conocen como genocidio armenio, genocidio asirio y genocidio griego.

Los combates en el Oriente Medio terminaron el 30 de octubre de 1918 con la derrota del las fuerzas otomanas y la firma del Armisticio de Mudros. El 10 de agosto de 1920 se firmó el acuerdo de paz en los términos del Tratado de Sèvres, pero este sería anulado más tarde durante la Guerra de Independencia Turca en la que también resultó abolida la monarquía del Imperio Otomano que existía desde 1299. Las partes firmaron el Tratado de Lausanne el 23 de julio de 1923 en el que también se establecieron los bordes de la actual República de Turquía.

Otros frentes

Batallas de la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial se desarrolló en numerosos otros frentes. En la región de los Balcanes se llevaron a cabo una serie de campañas militares que se iniciaron con la invasión austro-húngara a Serbia en 1914 que acabó con la conquista de Serbia y Montenegro a finales de 1915. El otoño de 1915 los aliados intentaron acudir en ayuda de los serbios por medio de una expedición franco-británica que se estableció en el puerto de Salónica, en Grecia. Pero la expedición llegó demasiado tarde y con insuficiente fuerza para evitar la caída de Serbia.

En 1915, Italia se une a los Aliados y decide atacar a Austria a través de una larga serie de ofensivas sobre el río Isonzo, pero fracasan en el intento.

En África, las posesiones coloniales alemanas fueron atacadas desde todos los frentes por las fuerzas británicas y francesas. Sólo la colonia de Tanganica, bajo el mando del general Paul von Lettow-Vorbeck, resistió bajo el control alemán hasta el final de la guerra.

En el Pacífico las tropas australianas estacionadas en Papúa ocuparon sin problemas la Nueva Guinea Alemana, mientras que Japón y Nueva Zelanda dirigieron ataques contra las bases alemanas en las Islas Marianas. El puerto chino de Qingdao fue ocupado por los japoneses, sacando del conflicto la principal base de las fuerzas alemanas en Extremo Oriente.

La guerra naval durante la Primera Guerra Mundial se caracterizó por el doble intento, tanto de las Potencias Centrales, como de los aliados, para establecer bloqueos marítimos. Gran Bretaña contaba con grandes flotas navales, mientras que los alemanes contaban con una importante flota de submarinos. Con esto buscaban interceptar el apoyo de sus respectivas colonias, y en el caso de Europa occidental, detener las provisiones enviadas desde América. El mar del Norte y el canal de la Mancha fueron los principales teatros de operación.

Estados Unidos entra en la guerra

Cuando estalla la Gran Guerra, Estados Unidos siguió una política de no-intervención, evitando el conflicto mientras intentaba negociar la paz. El 7 de mayo de 1915 el submarino alemán U-20 hundió el transatlántico RMS Lusitania en el que fallecieron 1.198 pasajeros, entre los que se encontraban 124 americanos. El presidente Woodrow Wilson mantuvo su posición de no intervención pero demandó un fin a los ataques a buques o navíos de pasajeros, lo que fue inicialmente aceptado por Alemania. Sin embargo, Wilson advirtió repetidamente que Estados Unidos no toleraría una guerra submarina sin restricciones.

En enero de 1917, Alemania continuó con una política de guerra submarina contra todo tipo de navíos en aguas adyacentes a las Islas Británicas, con el entendimiento que esto significaría la entrada de los Estados Unidos a la guerra. Alemania entonces envió un telegrama Zimmermann (codificado) a su embajador en México, para que tratase de persuadir al presidente mexicano Venustiano Carranza a unirse al conflicto frente a Estados Unidos, prometiendo en retorno el financiamiento y la restitución de los territorios anexionados por Estados Unidos mediante el Tratado de Guadalupe-Hidalgo después de la Guerra de 1846-1848. Carranza no aceptó la oferta alemana puesto que México se encontraba inmerso en plena Revolución mexicana y no se encontraba en adecuadas condiciones económicas.

La inteligencia del Reino Unido interceptó el telegrama Zimmermann enviado al embajador alemán en México y fue presentado ante la embajada estadounidense en Londres, desde donde hizo paso hasta el presidente Wilson quien lo mostró al público. Después del hundimiento de siete navíos mercantes estadounidenses y de la publicación del telegrama Zimmermann, Estados Unidos declaró la guerra a Alemania el 2 de abril de 1917.

Derrota del Imperio ruso

En pleno apogeo de la guerra, en febrero de 1917 estalla la Revolución rusa con la cual el zar Nicolás II fue obligado a abdicar a favor de un gobierno provisional liderado por el social-revolucionario Aleksandr Kérenski que continuó en guerra contra Alemania. Kérenski fue incapaz de resolver los problemas y las carencias que enfrentaba la población debido a la participación de Rusia en la Gran Guerra. Sin embargo, en noviembre del mismo año estalla la Revolución bolchevique que depuso al gobierno de Kérenski, acordaron un armisticio con los Imperios Centrales de la Triple Alianza y más tarde firmaron el Tratado de Paz de Brest-Litovsk por el que Rusia cedió enormes sacrificios económicos y territoriales.

El Reich aprovechó esta victoria ante los soviéticos para enviar mayor parte del remanente de su ejército oriental al frente occidental e intentar obtener una victoria antes de la llegada masiva de las fuerzas estadounidenses a Europa.

Fin de la Guerra

Cómo terminó la Primera Guerra Mundial

En marzo de 1918 los alemanes deciden emplear todas sus fuerzas restantes en una última ofensiva sobre el río Somme, en Flandes y en Champaña, denominada como Kaiserschlacht por el general de Infantería Erich Ludendorff. El objetivo final era la toma de París. La campaña alemana se inició el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de abril. Sin embargo, las tropas alemanas con sus deficientes provisiones no pudieron resistir la contraofensiva de tropas francesas y estadounidenses comandadas por el general francés Ferdinand Foch, quienes además contaban con una evidente superioridad aérea. Los alemanes continuaron con cuatro ofensivas sin éxito hasta el 17 de junio cuando se vieron forzados a la retirada.

En los Balcanes, las tropas francesas logran dominar las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días de combate, Bulgaria fue la primera de las Potencias Centrales que se ve forzada a rendirse y firma el armisticio de Salónica el 29 de septiembre de 1918. En otro frente, las fuerzas británicas derrotan al Imperio Otomano y toman Jerusalén y Bagdad, avanzando hacia la península de Anatolia. Con la ocupación francesa y británica del Oriente Próximo e Irak, el Imperio Otomano firma el Armisticio de Mudros el 30 de octubre.

El 24 de octubre de 1918 los italianos derrotan al ejército de Austria-Hungría en la Batalla de Vittorio Veneto, tras lo cual se firma un armisticio con Austria en la Villa de Giusti, en las cercanías de Padua, el 3 de noviembre. Con esta derrota, sumada a la derrota del ejército imperial en los Balcanes, culmina en la completa desintegración de la monarquía de los Habsburgo; Austria y Hungría firmaron armisticios por separado tras el derrocamiento.

En noviembre de 1918 los aliados contaban con suficientes fuerzas militares y provisiones para invadir Alemania, pero todavía no habían cruzado el borde. La situación del Reich era desesperada con un ejercito desmoralizado y sin provisiones. La población civil también sufría de carencias. El 8 de agosto un ataque aliado cerca de Amiens rompe el frente alemán y los aliados penetran en Bélgica. Cuando esto sucede el alto mando alemán pide al gobierno de los Hohenzollern iniciar inmediatamente negociaciones de paz, quienes planeaban librar una última batalla naval contra la escuadra británica, pero estalla una revolución obrera en Berlín, un motín de marineros de la flota de guerra en Kiel se negaban a sacar la flota al mar del Norte.

El káiser alemán huye a Holanda y el gobierno de la nueva República alemana firma el armisticio de Compiègne el 11 de noviembre de 1918, terminando efectivamente la Primera Guerra Mundial con la victoria de los aliados.

Tratado de Versalles

Las discusiones de los términos de la paz entre las parte beligerantes durante la guerra se iniciaron el 18 de enero de 1919, y para el mes de mayo se presentó ante las Potencias Centrales una única alternativa cuyo rechazo habría implicado la reanudación de las hostilidades. El tratado establecía los términos de paz con Alemania, el Imperio otomano, el Reino de Bulgaria, y el desaparecido Imperio austro-húngaro que después de la guerra se encontraba dividido en la Primera República de Austria, el Reino de Hungría y la Primera República Checoslovaca, así como con la Segunda República Polaca y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. En el tratado se estableció además la Sociedad de Naciones, el primer organismo multilateral internacional.

Finalmente, el Tratado de Versalles se firmó el 28 de junio de 1919. Entre sus puntos más controvertidos se estipulaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) estaban obligados a aceptar toda responsabilidad moral y material por haber causado la guerra, deberían desarmarse, realizar concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas. Sin embargo, fue tempranamente socavado y los términos desfavorables del tratado serían combustible para el ascenso de Hitler al poder.

Consecuencias de la Guerra

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial fueron decisivas para la historia geopolítica mundial del siglo XX. Al finalizar la guerra cesaron de existir cuatro grandes imperios: el alemán, el ruso, el austrohúngaro y el otomano. Los mapas de Europa y del Medio Oriente cambiaron completamente, así como las fronteras de sus naciones, varias naciones se crearon o se independizaron. El conflicto también fue determinante en la Revolución Bolchevique que dio nacimiento a la la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El descontento y la desestabilización en sociedad europea, especialmente entre las naciones que perdieron la guerra, sentaron las bases para el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

La tecnología, el armamento y las comunicaciones sufrieron una revolución durante el período de guerra. Al inicio del conflicto hubo un choque de las nuevas tecnologías del siglo XX con las antiguas tácticas militares del siglo XIX, con la inevitable pérdida de numerosas tropas. En 1914 los cañones se empleaban para el ataque en el frente, pero en 1917 el fuego indirecto con morteros o ametralladoras era común y se empleaban nuevas tácticas de ataque a objetivos a distancia, especialmente con el uso de aviones. Al final de la Primera Guerra Mundial los ejércitos europeos se habían modernizado y hacían uso de los avances como el teléfono,​ la comunicación, vehículos blindados, carros de combate, aviones, armamento y artillería pesada. Era un avance de lo que estaba por venir.


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