1582, el año en el que el mundo occidental pasó del 4 al 15 de octubre (saltándose los días intermedios)

  • Redacción
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El papa Gregorio XIII

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Pie de foto, El papa Gregorio XIII arregló el desfase del calendario civil con la traslación de la Tierra.

Si hubieras nacido entre el 5 y 14 de octubre del siglo XVI, no hubieras tenido cumpleaños en 1582.

En esa época el mundo occidental usaba el calendario juliano, instaurado por el gobernante romano Julio César en el año 46 a.C.

El sistema calculaba que los años terrestres duraban 365 días y seis horas (divididos en 12 meses), e incluía un día más cada cuatro años.

Es decir, igual que ahora, había un año bisiesto cada cuatro años.

El problema de este calendario es que era más largo de lo que debía ser.

La traslación de la Tierra alrededor del Sol dura 365 días, cinco horas, 48 minutos y 45,25 segundos.

Pero el año juliano duraba aproximadamente 11 minutos y 14 segundos más, según la Enciclopedia Británica.

Así la humanidad se atrasaba alrededor de un día cada unos 130 años.

Al llegar al siglo XVI, había un desfase de cerca de 10 días entre las fechas y las estaciones de la Tierra y las fiestas religiosas, como la Pascua (Semana Santa), iban cayendo cada vez más temprano.

Entonces, en 1572, el año en que fue elegido, el papa Gregorio XIII decidió resolver el problema.

Nuevo calendario

El astrónomo jesuita alemán Christopher Clavius recibió el encargo de diseñar un nuevo calendario.

Se basó en las recomendaciones que había dejado el también astrónomo Luigi Lilio (Aloysius Lilius) para elaborar el que luego sería conocido como el calendario gregoriano, cuenta la Enciclopedia Británica.

Julio César

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Pie de foto, Julio César instauró el calendario juliano el 46 a.C.

El nuevo sistema modificó la regla de los años bisiestos. Estos se mantuvieron cada cuatro años, pero con dos excepciones.

Se decidió que los años que fueran múltiplos de 100 no serían bisiestos, pero los que fueran divisibles por 400 (por ejemplo 1600, 2000, 2400) lo seguirían siendo.

El error con respecto a la duración astronómica del año se redujo a apenas medio minuto por año, es decir: a 1 día cada 3.300 años.

El 24 de febrero de 1582, Gregorio XIII emitió la bula papal Inter gravissimas, en la que organizaba el año a partir del equinoccio de primavera, que servía de referencia para la celebración de la fiesta católica de la Pascua.

El documento pontificio ordenaba que el equinoccio debía caer el 21 de marzo y no el 11 de marzo, que era hasta donde había retrocedido en el calendario desfasado del siglo XVI.

Para lograr este ajuste en los siguientes años, el edicto ordenaba que ese mismo año, el 1582, el calendario pasara del jueves 4 de octubre al viernes 15 de octubre.

Así, los días del 5 al 14 de octubre de 1582 no existieron.

Debido a este cambio, la mística española Santa Teresa de Jesús, quien murió el 4 de octubre de 1582, fue enterrada al día siguiente, el 15 de octubre de 1582.

Vladimir Ilyich Ulyanov

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Pie de foto, Rusia adoptó el calendario gregoriano bajo el mandato de Lenin.

Los territorios que corresponden actualmente a Italia, España y Portugal fueron los primeros en adoptar el cambio.

Les siguieron otras zonas de influencia de la Iglesia católica y poco a poco otros países occidentales; Inglaterra y sus colonias en 1752, Suecia en 1753, Japón en 1873, China en 1912 y Grecia en 1923, según señala la Enciclopedia.

En Rusia no se adoptó el calendario gregoriano hasta 1918, cuando Vladimir Ilyich Ulyanov, más conocido como Lenin, ya había asumido el poder.

Es por este motivo que la Revolución de Octubre, en Rusia, que tenía como referencia el 25 de octubre de 1917 según el calendario juliano, se conmemora ahora el 7 noviembre.