Responsabilidad contractual
Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas.
La responsabilidad contractual, también conocida como responsabilidad civil contractual, es el conjunto de obligaciones legales que surgen de la firma de un contrato.
Las partes se vinculan por este documento, que legalmente celebrado tiene efecto de ley. Cualquiera que no cumpla con el contrato tiene el deber de resarcir a la otra parte.
Existen dos formas básicas de cumplimiento:
El incumplimiento se puede generar por una o ambas partes de las que participan de la relación contractual.
Solo una de las partes vulnera algo de lo exigido mediante el contrato.
El deudor, de manera voluntaria, se niega al cumplimiento de las obligaciones de manera exacta, íntegra y oportuna. La otra parte tiene el derecho de exigir la ejecución forzosa y la indemnización en el caso que corresponda.
Es el acreedor quien no cumple con lo expresamente pactado. Las formas más comunes son con el rechazo a recibir un pago o falta de comparecencia.
Explicación sencilla
En el artículo 1101 del Código Civil se establece que aquellos que incumplan sus obligaciones contractuales de manera intencional (dolo), negligente o con retraso (morosidad) estarán sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados. La responsabilidad contractual se refiere a las obligaciones legales que surgen de la firma de un contrato, y cuando una de las partes no cumple con lo acordado, tiene el deber de compensar a la otra parte afectada. Esto puede suceder cuando ambas partes incumplen alguna parte del contrato o cuando una de las partes se niega voluntariamente a cumplir con sus obligaciones.
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