• En 2021, de acuerdo a las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050[1], en el país residen 129.0 millones de personas, de las cuales 65.8 millones son mujeres, representando 51.0 por ciento del total de la población.
  • Del total de mujeres, 52.8 por ciento son mujeres de 15 a 49 años. Este intervalo de edad conoce como la etapa fértil de las mujeres y se denomina generalmente como mujeres en edad fértil (MEF), para 2030 se espera que la presencia relativa de las MEF sea de 45.4 por ciento.
  • Asimismo, se espera que durante el 2021 ocurran 2,133,951 nacimientos en mujeres de 15 a 49 años y se prevé que en 2030 el número de nacimientos disminuya a 1,985,707.
  • En 2021 se estima que la entidad federativa con el mayor porcentaje de mujeres en edad fértil es Quintana Roo con 56.2 por ciento, mientras que, el estado de Zacatecas tiene la menor proporción (50.9%). Para 2030, se espera que el estado de Quintana Roo continúe siendo la entidad con la mayor proporción de mujeres en estas edades (48.1%) y que la Ciudad de México sea la que tenga el menor porcentaje de mujeres en edad fértil (39.1%).
  • De acuerdo a estimaciones del Consejo Nacional de Población con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, del total de mujeres en edad fértil, 22.0 por ciento residía en zonas rurales y 78.0 en urbanas. Asimismo, en 2018 del total de MEF, 5.6 por ciento hablaba lengua indígena y 94.4 no hablaba lengua indígena.

Fecundidad

  • En 2021, se estima que, el promedio de hijas e hijos por mujer durante su vida reproductiva (tasa global de fecundidad, TGF) es de 2.03 hijos(as). Los grupos de mujeres de 20 a 24 y 25 a 29 años son los que más contribuyen a la fecundidad, con una tasa de 115.2 y 101.8 hijos(as) nacidos(as) vivos(as) por cada mil mujeres, respectivamente, seguidas por las mujeres de 30 a 34 años con una tasa de 73.5 nacimientos y las adolescentes (15 a 19 años) presentan una tasa de fecundidad de 67.7 nacimientos por cada mil.
  • Asimismo, estimaciones del CONAPO con base en la ENADID 2018, se obtuvo que la TGF en las zonas rurales en 2016 fue de 2.51 hijos(as) en promedio y en zonas urbanas 1.94 hijos(as)
  • La tasa de fecundidad adolescentes en adolescentes en zonas urbanas en 2016 fue de 91.9 nacimientos por cada mil, mientras que, en zonas urbanas, de 64.5 nacimientos por cada mil adolescentes.
  • En 2019, estimaciones de la Secretaría General del CONAPO con base en el Censo 2020, se obtuvo que la TGF de hablantes de lengua indígena era de 2.85 hijos(as) en promedio por mujer y la Tasa de Fecundidad Adolescente (TFA) de hablantes de lengua indígena fue de 73.5 nacimientos por cada mil adolescentes, mientras que la TGF de no hablantes de lengua indígena se ubicó en 1.82 y la TFA en 41.1 nacimientos por cada mil adolescentes.
  • Tanto en hablantes como en no hablantes de lengua indígena la fecundidad máxima se alcanza en las mujeres de 20 a 24 años (155.6 y 97.9 nacimientos respectivamente), seguida por las de 25 a 29 años (141.7 y 97.7 nacimientos respectivamente).
  • Asimismo, la SG del CONAPO estimó que en 2019 la tasa global de fecundidad entre  mujeres afrodescendientes fue de 1.94 hijos(as) en promedio por mujer, muy similar a la TGF de las no afrodescendientes, que fue de 1.88 hijos(as) en promedio por mujer.
  • En 2019 se estimó que la tasa de fecundidad en adolescentes afromexicanas fue de 40.9 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años, la cual, fue menor a la tasa que presentaron las adolescentes no afrodescendientes de 43.0 nacimientos por cada mil.
  • En ambos grupos, afromexicanas y no afromexicanas, la tasa de fecundidad más alta se ubicó entre las mujeres de 20 a 24 años (111.9 y 101.0 nacimientos respectivamente), seguida por las de 25 a 29 años (109.8 y 100.3 nacimientos respectivamente).

Salud reproductiva

  • En 2018 se estimó que del total de MEFSA, 84.4 por ciento tenía al menos un(a) hijo(a) nacido(a) vivo(a). Asimismo, se encontró que el mayor porcentaje de MEFSA con al menos un(a) hijo(a) se ubicó entre los grupos edad, de 45 a 49 años (96.0%), de 40 a 44 años (95.5%) y de 35 a 39 años (92.3%), mientras que, el menor porcentaje estuvo entre las adolescentes (45.2%), las de 20 a 24 (64.9%), las de 25 a 29 (79.5%) y las de 30 a 34 años (87.7%).
  • En 2018, el porcentaje de MEFSA usuarias de métodos anticonceptivos fue de 75.5 por ciento, mientras que, entre las MEFSA que tenían al menos un(a) hijo(a) nacido(a) vivo(a) fue de 88.9 por ciento.
  • De acuerdo a grupo de edad de las MEFSA que tenían al menos un(a) hijo(a), se observó que la prevalencia anticonceptiva aumentó conforme avanzaba la edad, ubicándose nuevamente a las adolescentes con el más bajo porcentaje (54.3%), seguidas de las jóvenes de 20 a 24 (69.2%) pero además a partir del grupo de mujeres de 25 a 29 años, el porcentaje de mujeres que usaban métodos anticonceptivos aumentó considerablemente a 82.9 por ciento, entre las de 30 a 34 años a 91.3 por ciento, de 35 a 39 años de 95.8 por ciento, y de 40 a 44 años de 98.0 por ciento y en las de 45 a 49 años en 98.5 por ciento.

Salud materno infantil

La salud materno-infantil es uno de los componentes de la salud sexual y reproductiva que se centra en la salud de la mujer y del niño durante el embarazo, parto y puerperio, este enfoque garantiza el derecho a tener un embarazo en condiciones seguras y protegidas. La forma cómo se desarrolla, así como los cuidados que se tengan previos y posteriores a éste, influyen en gran medida en la salud de la madre, que a su vez impacta en la salud de la persona recién nacida[2].

  • Con base en la ENADID 2018 se obtuvo que, a nivel nacional, el porcentaje de mujeres en edad fértil que acudieron a atención prenatal[3] en el primer trimestre de embarazo fue de 89.4 por ciento. Jalisco se ubicó el porcentaje más alto (93.4%) de mujeres que acudieron a revisiones prenatales durante el primer trimestre, mientras que en Puebla el porcentaje más bajo (85.2%).
  • En 2018, se estimó que 95.9 por ciento de las mujeres que tuvieron a su último(a) hijo(a) nacido(a) vivo(a) fueron atendidas por médicos(as) durante el parto, 1.5 por ciento por enfermeros(as) auxiliares o promotores(as) de la salud y 2.2 por ciento por parteras.
  • En 2018, se estimó que 53.9 por ciento de las mujeres tuvieron parto vía vaginal y a 46.1 por ciento les realizaron cesárea.
  • En 2018, poco más de la mitad (54.5%) de las mujeres adoptaron un método anticonceptivo después del parto. Al analizar por grupos de edad de las MEF, se observó que más de la mitad (53.7%) de las adolescentes (15 a 19 años) adoptaron un método anticonceptivo después del parto, asimismo se observa que las mujeres entre 20 y 24 años y las de 25 a 29 años fueron las que presentaron los más bajos porcentajes de adopción de un método anticonceptivo después del parto, con 45.1 y 46.1 por ciento, respectivamente. Mientras que, entre las mujeres de 40 a 44 y de 45 a 49 años el porcentaje de las que adoptaron un método después del parto, fueron los más altos, 60.2 y 60.4 por ciento, respectivamente.
  • En 2018, las entidades federativas con el más alto porcentaje de MEF que adoptaron un método anticonceptivo después del parto fueron, Tlaxcala (62.5%), Hidalgo (62.5%) y Puebla (59.8%) y las entidades con el más bajo porcentaje fueron Aguascalientes (46.2%), Zacatecas (46.3%) y Jalisco (47.3%).
  • A nivel nacional, 93.5 por ciento de las mujeres en edad fértil dieron leche materna a él o la recién nacido(a). La duración de mujeres lactando es de 12.3 meses en promedio.
  • En el caso de las mujeres en edad fértil (6.5%) que no dieron leche materna a la o él recién nacido(a), se identificó que el principal motivo fue porque nunca tuvo leche (38.2%), seguido por enfermedad de ella o del niño(a) (22.5%), porque el niño(a) la rechazó (20.2%), por recomendación de él o la médico(a) (5.0%), y el 14.1 por ciento declaró que fue por otras razones.

Posibles impactos de la Covid-19 en la fecundidad

  • La SG CONAPO realizó una estimación del número de nacimientos adicionales por la actual pandemia, considerando el posible aumento de la necesidad insatisfecha de anticoncepción (NIA) a causa de la pandemia.
  • Se estima que con un descenso del 20 por ciento en la asistencia a los servicios de salud sexual y reproductiva (SSSR) en mujeres de 20 a 49 años, pero con un caída aún mayor de hasta 30 por ciento entre adolescentes, por ser un  grupo más vulnerable a los efecto de la pandemia, llevaría a que la NIA incremente en esta proporción, lo que derivaría en un potencial número total de mujeres de entre 15 y 49 años con necesidad insatisfecha de anticoncepción de más de tres millones de mujeres al año, 3,296,041 en 2020 y de 3,297,801 en 2021, es decir, se estarían sumando más de medio millón de mujeres de 15-49 años anualmente a causa de la pan­demia (578,890 en 2020 y 579,240 en 2021) a no usar métodos anticonceptivos para evitar un embrazo no intencional a pesar de ser sexualmente activas, al número estimado sin pandemia de 2,717,151 en 2020 y 2,718,561 en 2021 de mujeres con NIA.
  • Considerando estos supuestos, se sumarían 129,336 nacimientos adicionales no intencionales entre 2020 y 2021, de los cuales 22% corresponderían a nacimientos no intencionales ocurridos a adolescentes de 15-19 años (28,772 nacimientos adicionales).
  • Estos incrementos se podrían dar en mayor medida, en los sectores menos favorecidos de la población, los que históricamente han presentado una menor prevalencia en el uso de métodos anticonceptivos y mayores niveles de necesidades insatisfechas de métodos anticonceptivos, como lo son las mujeres con baja escolaridad, aquellas que habitan en zonas rurales del país y las hablantes de lengua indígena (HLI).
 

[2] CONAPO. Situación de la Salud Sexual y Reproductiva. República Mexicana. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/237216/Cuadernillo_SSR_RM.pdf

[3] Sólo se considera a las mujeres con últimas hijas e hijos nacidos vivos en los cinco años previos al levantamiento de la encuesta.