Símbolo de Australia

Ópera de Sídney, la joya de la arquitectura expresionista

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La Ópera de Sidney, inaugurada en 1973 es el edificio más emblemático de la ciudad australiana.

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La Ópera de Sídney, el símbolo arquitectónico y cultural de la ciudad, cumple 50 años. El edificio, inaugurado el 20 de octubre de 1973 se ha convertido en un icono de Australia sin duda a la altura del canguro. El gran teatro, ideado con un diseño revolucionario coronado por unas características 14 "conchas", tardó 14 años en levantarse y su construcción supuso un desafío a los límites de la ingeniería y la arquitectura.

Su diseño innovador y rompedor la han convertido en un símbolo de la arquitectura expresionista, un movimiento artístico bien conocido en pintura, pero más difícil de definir en el terreno arquitectónico, que tras la Segunda Guerra Mundial fue actualizado buscando, como en el caso de la pintura, crear "emociones" a través de una estética vanguardista y nada convencional.

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Un lugar emblemático

Imagen aérea de la gran bahía de Sidney con el edificio de la Ópera y el gran puente que une las dos riberas. La Ópera de Sidney se levanta sobre Bennelong Point, una antigua isla mareal –accesible durante la marea baja, como el Monte Saint Michel en Francia– en el área de la llamada Cala de Sídney, cuya fertilidad y abundancia de pesca la convirtió en una de las principales fuentes de subsistencia para las comunidades aborígenes de la zona y el lugar elegido por los primeros colonos europeos para establecerse en el nuevo continente.

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Antes de la Ópera

Los primeros colonos británicos establecieron allí en 1788 una colonia penitenciaria. Más adelante, entrado en siglo XIX, el lugar sería acondicionado para construir un fuerte militar –diseñado por un exconvicto del lugar–, junto al que se construiría un pequeño teatro de vodevil (antecedente de la Ópera) a finales de siglo que tan solo estaría en pie dos años. A inicios de siglo, todo el complejo fue demolido y la zona sirvió para albergar un cobertizo para tranvías, época a la que pertenece la instantánea sobre estas líneas.

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Jørn Utzon

Tras tras la Segunda Guerra Mundial se gestó la idea de construir un gran centro de artes escénicas en Sidney a imagen de los que ya existían en ciudades europeas y norteamericanas como París, Londres o Nueva York. En 1956 se convocó el concurso internacional para construir “una Ópera Nacional en Bennelong Point”, que recibió 223 propuestas. El proyecto ganador fue el de un desconocido arquitecto danés de 38 años, Jørn Utzon, en la imagen sobre estas líneas durante los trabajos de construcción de su edificio.

Un edificio muy caro

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Un edificio muy caro

La Ópera de Sídney ocupa una extensión de 5.800 hectáreas y a pesar de su apariencia exterior de ser un único edificio, en realidad son tres construcciones que albergan cinco teatros, cinco estudios de ensayos y dos salas principales Su coste estimado original era de 7 millones de dólares, pero el costo final se disparó hasta los 102 millones, financiado en gran parte a través de una Lotería Estatal.

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La vida a cuestas

Se esperaba que la construcción tardara cuatro años, pero al final fueron necesarios 14. Las obras comenzaron en 1959 e involucraron a 10.000 trabajadores de la construcción, que en muchos casos vivían en caravanas en el mismo lugar, como este obrero que tiende su ropa el 20 de junio de 1960 con el puente al fondo.

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Un millón de azulejos

Gran parte de la originalidad del edificio reside en la imponente cobertura del edificio, 14 enormes “conchas” que, a su manera, evocan los orígenes del lugar, en el que los aborígenes recolectaban todo tipo de moluscos y cuyas conchas los colonos usarían para hacer mortero y cal para sus construcciones. Están formadas por paneles prefabricados de hormigón y recubiertas por 1.056.006 azulejos de cerámica que le dan su estética característica.

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Un patrón bicolor

Aunque la imagen que asociamos a esta cobertura es la de una superficie blanca uniforme, la realidad es que el techo está decorado con un patrón bicolor, blanco brillante y crema mate, unos tonos elegidos por Utzon para que las conchas contrastaran con el azul profundo del puerto de Sídney y el azul claro del cielo australiano.

Una cubierta bicolor

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Ténue dibujo

Vistos en su conjunto, los azulejos así dispuestos forman un tenue patrón en forma de compás llamado chevrón en heráldica.

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Las costillas del techo

Estas gigantescas conchas se apoyan en un esqueleto de "costillas" también de hormigón, que parecen agrupadas en su base como en un abanico. 

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Espacio luminoso

Otra característica única de la construcción son sus grandes ventanales, hechos con un cristal, al igual que los azulejos cerámicos, encargado ex profeso para el edificio, lo que lo convierte en cierta manera en  único. 

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La gran sala de conciertos

La monumentalidad también preside el interior del edificio. La sala principal, diseñada en un principio para albergar conciertos y representaciones operísticas pero que finalmente solo alberga conciertos (en la imagen de arriba) tiene capacidad para 2.600 espectadores. 

El órgano más grande del mundo

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El órgano más grande del mundo

Esta sala de conciertos alberga el órgano más grande del mundo, que cuenta con más de 10.000 tubos y cuenta con 5 teclados manuales.