Elvis Presley

A Elvis “el coronel” Parker le prohibió filmar en Acapulco

Apenas se supo en nuestro país que Elvis Presley, “El Rey del Rock & Roll” filmaría en Acapulco, la radio revivió una noticia de años atrás atribuyendo a Elvis la declaración apócrifa en Tijuana de que él “prefería besar tres negras en vez de una mexicana”... 
sábado, 6 de agosto de 2022 · 18:50

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El año 1963 comenzó sabroso para Elvis Presley: tenía la expectativa de rodar en su México lindo y querido la película “Fun in Acapulco” (Diversión en Acapulco).

Aquel puerto guerrerense poseía un encanto turístico y fílmico internacional, con decir que a finales de ese año para la III Reseña Mundial de Cine acudieron las actrices italianas Rosana Podestá y Sandra Milo, así como la figura hindú Merle Oberón, más los actores Robert Stack, Robert Wagner y el productor Joseph Von Stenberg como invitados de honor.

Sin embargo, apenas se supo en nuestro país que “El Rey del Rock & Roll” filmaría en Acapulco, la radio revivió una noticia de años atrás atribuyendo a Elvis la declaración apócrifa en Tijuana de que él “prefería besar tres negras en vez de una mexicana”... 

Elvis jamás pisaría la tierra del nopal y por ende, nunca cruzó la frontera californiana desde Hollywood ni anduvo por Tijuana. Recoge Wikipedia: 

“La filmación en exteriores de Acapulco tuvo lugar en enero de 1963. Un doble fue usado en lugar de Elvis, cuyas tomas en marzo se completarían en los estudios Paramount de Los Ángeles. Presley no pudo viajar a México ya que se le había declarado ‘persona non grata’ por las autoridades locales, luego de dos violentos alborotos en el [entonces] famoso cine Las Américas de la Ciudad de México, durante los estrenos en [mayo de] 1959 de [las películas] ‘King Creole’ [El rey criollo] y en 1961 de ‘G.I. Blues’.

“En verdad, la prohibición había comenzado desde 1957, cuando el periódico más importante de México, ‘Excélsior’, dio aire al artículo del columnista de chismes Federico de León, quien de manera mentirosa escribió haber entrevistado a Elvis en Tijuana […] donde presuntamente había declarado que ‘no le atraía cantar en México pues era un país que no le agradaba y que de hecho él prefería besar tres chicas afroamericanas en lugar de una soltera mexicana’ [sic]. Esto provocó indignación entre la juventud la cual dio rienda suelta a su enojo en sendas ocasiones. Por los relajos en la función de ‘El rey criollo’ se encarceló a un centenar de muchachos y como las canciones de Presley habían dejado de sonar en la radio desde 1957, para cuando ‘Fun in Acapulco’ se proyectó [finales de 1963] hubo una quema de sus discos en la máxima plaza de la capital El Zócalo aquel año, si bien como se dijo aquel veto se reforzó desde 1959”. 

El protagónico de “Fun in Acapulco” es (por supuesto) Elvis, personificando a Mike Windgren, quien tunde a su “enemigo” Paul Lukas (Maximilian Dauphinal en la cinta), llevando la exuberante Úrsula Andress el rol seductor de la gringa Margarita Dauphin. Elvis se siente atraído por la ojiverde actriz tijuanense Elsa Cárdenas (la popular torera Dolores Gómez del largometraje), quien años después aceptaría haber tenido un romance con el ídolo del rock; pero él “estaba comprometido con Priscilla y eso complicaba las cosas”.

Como sucedía con las chicas del Rey, Elsa dijo que eventualmente “se hicieron buenos amigos” y que él no hubiera declarado nada-pero-nada en contra de México (¡cómo!, si “hablaba español champurrado” y “amaba todo lo mexicano”). Incluso ella acusó al manager Tom Parker --encarnado por Tom Hanks de la biópica “Elvis”, actualmente en cartelera— por no dejarlo ni mover el dedo meñique. (https://youtu.be/JMGlCdECi3w)

Relata Peter Guralnick, el biógrafo de Elvis:

“Elvis se hallaba a la mitad de la filmación cuando ella [Priscilla Beaulieau, de entonces 17 años] arribó [de Alemania]. Desde que leyó el argumento [de “Fun in Acapulco”] él se sintió emocionado de salir al extranjero a filmar y comenzó a practicar su español para la grabación de las canciones de la película, contando que andaría por toda la casa con un capote para prepararse así en una escena musical de la corrida de toros. Desde el comienzo se planearon los lugares de México donde él iba a filmar, pero a final de cuentas el coronel [Tom Parker] dio al traste con todo, justificando problemas de seguridad y con eso de que ‘hay demasiado relajo allá abajo’.” (https://youtu.be/LqHdH87pNvQ)

Y es cierto que Parker arruinó todo, ya que Elvis pudo lucir más su actuación de haber filmado en Acapulco. El biógrafo Peter Guralnick tomó los detalles de esta información por un memorándum que el susodicho “coronel” Parker (que ni se llamaba Tom ni era coronel) envió a Hall Wallis, productor fílmico de “Fun in Acapulco”. (https://youtu.be/oSFpLe-6F_A)

Negarle a Elvis la oportunidad de salir a trabajar fuera de Estados Unidos fue una maniobra sistemática de Tom Parker en defensa propia, a partir de su oposición en 1963 a que rodara “Fun in Acapulco” aquí. Y es que el tipo era un inmigrante ilegal holandés llamado Andreas Cornelis [Dries] van Kuijk, sin pasaporte estadunidense, por lo que temía ser deportado si las autoridades descubrían que no contaba con papeles legales para trabajar en tierras del Tío Sam y ganar millones. 

En realidad Tom Parker tenía muchas cosas oscuras más que ocultar, pero eso será motivo de otra nota… Aquí sólo continuaremos diciendo que “Sur Acapulco” publicó la siguiente opinión del periodista Anituy Rebolledo:

“No faltarán, en este torneo de colmos, quienes afirmen que el presidente Adolfo Ruiz Cortines había acordado el sufragio femenino para desagraviar a las mexicanas de la ordinariez de Elvis Presley (“prefiero besar a tres negras que a una mexicana”). Pero la aptitud de la mujer para votar y ser votada se habría reconocido en 1955”.

A decir de Wikipedia, un “pez gordo mexicano” diseminó tal rumor:           “Décadas después, salió a la luz que las falsas declaraciones de Presley fueron maquinadas por Ernesto P. Uruchurtu, un político poderoso quien era el regente [“de hierro”] en la Ciudad de México. Supuestamente Uruchurtu le envió un cheque en blanco a Presley hasta sus oficinas de Los Ángeles, a comienzos de 1957, para que Elvis se presentara a cantar en los quince años de una hija de cierto poderoso magnate de los medios, amigo de Uruchurtu.

“La invitación fue rechazada y el cheque devuelto, a pesar de que el magnate ya había comenzado a presumir públicamente de que Elvis actuaría en el cumpleaños de su hija. La noticia en ‘Excélsior’ (“prefiero besar tres negras que a una mexicana”) fue entonces planeada como una forma de venganza y como una manera de explicar por qué no fue Elvis a cantar. Aquellos incidentes los documentó Parménides García Saldaña en su libro ‘Rey Criollo’, y Eric Zolov en ‘Refried Elvis: The Rise of the Mexican Counterculture’”.

 

La fuente de ese feo rumor provino de Herbe Pompeyo, productor musical quien falleció en 2009. Ningún churro de Elvis Presley perdió lana y “Fun in Acapulco” recaudó más de tres millones de dólares en Canadá y Estados Unidos. Con decir que fue la película que más vendió aquel año en la Unión Americana, por lo que Paramount ayudó a una pléyade estelar de Hollywood en 1963. Una chusca curiosidad es que en la comedia, cuando al héroe Elvis “los acapulqueños” lo sacan de La Quebrada cargándolo en andas, algún extra vivales que lo cargaba en sus hombros era homosexual y como le metió mano ahí al Rey del Rock & Roll, éste hizo repetir al curtido director Richard Thorpe la toma hasta quedar Elvis satisfecho.

Pero lo que intriga a estas alturas del partido no es tanto que Uruchurtu pudiera tener un poder casi presidencial como para “vengarse” de Elvis a través de un rumor apócrifo, sino el hecho de que por qué Elvis no se rebeló contra la prohibición de su manager el “coronel” Parker. Como dijimos, Acapulco era un puerto muy famoso para rodar películas en 1962, año cuando visitó nuestro país Marilyn Monroe (febrero) y el presidente Kennedy con su esposa Jackie (junio). Elvis pudo lucir en grande acá como actor, además de “limpiar” su nombre besando cuanta mexicana le diera la gana. Era el Rey del Rock, ¿o no? Pero nunca pudo romper su cordón profesional con Parker. Y es una lástima, porque murió a los 44 años explotado por aquel falso “coronel” y  frustrado por nunca ofrecer conciertos más allá de los límites de Gringolandia…

 

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